El gráfico que ilustra el desafío de gestionar una cartera value

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Foto cedida

No es ningún secreto que el estilo growth ha batido sistemáticamente en rentabilidad al value a lo largo de la última década. Pero ¿qué significa exactamente esta afirmación si la aplicamos a partes concretas del mercado? Bill Hench, gestor del Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity Fund (calificado como Blockbuster Funds People) propone un gráfico donde se puede ver claramente su pulso diario con los mercados.

El Russell 2000 es el índice de referencia del gestor, que se define a sí mismo como value (su stock picking se centra en valores que tengan un precio sobre valor en libros y un precio sobre ventas bajo). Ahora bien, también existen las dos variantes por estilos del indicador, el Russell 2000 Growth y el Russell 2000 Value. Tomando como referencia datos a 31 de diciembre de 2017, el gestor observa que el primer índice batió en rentabilidad al segundo en siete de los últimos nueve años. “Los valores growth ahora cotizan a dos desviaciones estándar sobre su media . Aunque hemos sido capaces de batir al Russell 2000 con nombres value en los últimos dos años, ciertamente sería más fácil conseguirlo invirtiendo en crecimiento”, comenta este gestor de Royce & Associates, una de las gestoras pertenecientes a Legg Mason Global AM.

El gestor añade que, en los últimos años, “ha sido decepcionante ver momentos en que el Russell 2000 Growth estaba subiendo cerca del 1%, mientras que el Russell 2000 value estaba en negativo, sin haber de por medio ningún flujo de noticias, tan sólo como efecto de la oferta y la demanda. Los inversores simplemente querían estar en el growth”. Sin embargo, el gestor es optimista y se mantiene fiel a su estilo: “Sólo es cuestión de tiempo que el value se revalorice”.

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Claves del stock picking

La estrategia de Hench consiste en comprar compañías que coticen a múltiplos muy bajos y que tengan margen para sorprender al alza al mercado. En concreto, el posicionamiento de la cartera gira en torno a cuatro grandes temas de inversión: valores no reconocidos por el mercado (entre el 10% y el 25% de la cartera), valores que se recuperan desde resultados muy bajos (entre el 25-5 y el 35% de la cartera), valores que presentaban altas tasas de crecimiento en el pasado (20%-35%) y lo que denomina “crecimiento infravalorado”, es decir, compañías con una tasa de crecimiento potencial superior al 12%, pero que son infravaloradas por los inversores, ya sea porque hayan decepcionado con resultados anteriores o porque pertenezcan a un sector que haya perdido el favor del mercado (25%-35%).

Siguiendo con esta estrategia, una de las áreas donde está encontrando oportunidades actualmente es en uno de los sectores que ha perdido en el último año el favor del mercado, las ventas minoristas. “Es un sector que presenta unas expectativas muy bajas”, aclara. Dicho esto, Hench considera que actualmente los valores de pequeña capitalización parecen “modestamente infravalorados” en relación con los grandes valores estadounidenses, y que la valoración de las acciones cíclicas parece más atractiva en términos relativos respecto a los sectores más defensivos.

El gestor enfatiza que el tipo de empresas que selecciona para la cartera, que está muy diversificada – invierte entre 245 y 320 valores y reduce posiciones de cada uno cuando su ponderación individual llega al 1%- “son compañías que pueden tener resultados negativos y cometer errores en el corto plazo, que han experimentado valoraciones muy deprimidas, pero que tienen margen para mejorar”. Hench toma como principal ventaja la falta de cobertura por parte de firmas de análisis de la mayor parte de su universo de inversión, una situación que se ha visto exacerbada en los últimos años por la entrada en vigor de nuevas regulaciones más estrictas con los bancos de inversión, de manera que muchos optaron por cerrar sus departamentos de análisis de small caps para ahorrar costes.

La cartera está compuesta más o menos a partes iguales en micro caps (valores con una capitalización máxima de 1.000 millones de dólares) y pequeñas capitalizadas (entre 1.000 y 3.000 millones de valor en bolsa). Habitualmente el enfoque del gestor es en la parte más ilíquida del mercado, pero va ajustando la cartera en función de las condiciones que se den en el mercado: si está en un mercado alcista, las micro caps pueden alcanzar hasta el 60% de la cartera, mientras que en un mercado bajista supondrán en torno al 40%. El gestor destaca respecto a la cuestión de la liquidez el incremento del volumen de negociación en el mercado como efecto del mayor uso de ETF que replican esta parte del mercado estadounidense, algo que valora positivamente.

“La belleza de los nombres que tenemos en cartera es que no dependen tanto de las alzas o caídas del mercado causadas por las condiciones macro, sino de la evolución de los beneficios, y ahora es un buen momento para los beneficios en EE.UU.”, añade el gestor. Éste se fija no sólo en que la economía estadounidense sigue mostrando signos de fortaleza, sino también en que las compañías disponen de efectivo en sus balances, y muchas de ellas han empezado a invertir en anticipación a que el gobierno implemente definitivamente la reforma fiscal anunciada a principios de año. Por este motivo, últimamente ha optado por vender muchos valores que considera perdedores, y ha sido un poco más agresivo en la compra de valores que ve cómo ganadores. “Nuestro enfoque consiste en generar la máxima rentabilidad que podamos”, sentencia el gestor.