El gran reto de las aseguradoras: mejorar los retornos de sus inversiones

La industria aseguradora global volvió en 2010 a la senda de crecimiento, con el capital totalmente restaurado en el sector de no vida y una importante recuperación en el de vida, solvencia en niveles previos a la crisis y crecimiento de las primas, según el informe de Sigma “World Insurance in 2010: premiums back to growth- capital increases”. Pero a pesar de los signos positivos, la industria continúa afrontando retos: uno de los más importantes es la rentabilidad de sus inversiones, en un contexto de bajos tipos de interés que lastró sus retornos el año pasado y que impone la búsqueda de nuevas fuentes de rentabilidad. 

 

“Aunque este entorno ha impulsado la cuenta de capital de las aseguradoras incrementando el valor de sus carteras de renta fija, los bajos retornos obtenidos han contribuido a dañar la rentabilidad total”, dice el informe, pues el estrechamiento de diferenciales de crédito en 2010 fue interrumpido por la crisis de deuda soberana en Europa. 

 

De hecho, una desaceleración de la recuperación económica causada por la escalada de la crisis de deuda en Grecia, Irlanda y Portugal, podría dañar el crecimiento de la demanda de seguros, según el informe, entre otras consecuencias negativas. “Una suspensión de pagos incontrolada en uno de esos países podría impactar en los bancos europeos, grandes tenedores de deuda pública, lo que supondría una crisis bancaria similar a la del otoño del 2008 y las aseguradoras se verían afectadas de varias formas”, explica el informa.

 

En primer lugar, por su condición de tenedoras de bonos corporativos de empresas en manos de bancos que podrían afrontar una caída, o de bonos públicos. También porque, en un escenario de ese tipo, los gobiernos pedirían impuestos extraordinarios al sector financiero para restaurar sus hojas contables y los requerimientos excesivos de capital afectarían negativamente a la industria. De hecho, las agencias de rating están monitorizando más cerca el sector, y la regulación Solvencia II exigirá mayores esfuerzos en este sentido. 

 

Y sobre todo, ante el riesgo de pérdida de valor en otros activos de riesgo, lo que incidiría en sus carteras y tendría importantes consecuencias de medio plazo: los tipos de interés seguirían bajos por un prolongado periodo de tiempo, dañando la rentabilidad de sus inversiones. Y es que mientras los bancos centrales han empezado a subir los tipos de interés para luchar con las presiones inflacionistas –algo negativo para sus posiciones en renta fija-, el informe señala que no hay una tendencia clara de subidas a largo plazo, lo que hace que la rentabilidad de su cartera se encuentra bajo presión “por un tiempo”. “A veces lleva varios años que la subida de tipos impacte en la rentabilidad”, dice el estudio.

 

Por todo ello, las aseguradoras necesitan fuentes adicionales de retornos que permitan una diversificación de los productos de renta fija (ahora con exiguas rentabilidades y con mal comportamiento si los tipos efectivamente suben). Para ello, y en un entorno marcado también por las catástrofes y desastres naturales de los últimos meses, serían apropiados productos que ofrecen rentas periódicas, tanto de dividendos como cupones, que les permitirían hacer frente a los costes fijos y derivados de cualquier evento inesperado, o de retorno absoluto, con potencial para ofrecer rentabilidades en cualquier entorno de mercado. La gestión alternativa también podría suponer una fuente adicional de diversificación.

Foto: Ivan Prole