“El inversor de largo plazo debería utilizar tapones para los oídos”

Wall_Street
Randy Le'Moine Photography, Flickr, Creative Commons

Desde 2008, la evolución de los mercados de capitales de Estados Unidos ha sido más difícil de predecir que nunca. ¿Qué estrategia seguir en este entorno de incertidumbre y bruscas oscilaciones de las cotizaciones? Según Invesco Asset Management, “la habilidad para identificar inversiones de calidad podría ayudar a los inversores a tomar mejores decisiones a la hora de construir su cartera. El objetivo sería doble: por un lado, se trataría de preservar el capital y, por el otro, de obtener una atractiva rentabilidad de cara al futuro”.

En su revista Risk & Reward correspondiente al tercer trimestre del año, Invesco considera que los inversores de renta variable americana con un objetivo de largo plazo “deberían utilizar tapones para los oídos”. Muchos son los factores que, en su opinión, no dejan ver con claridad el horizonte. Entre ellos, la crisis de deuda europea, la desaceleración del crecimiento del PIB en China y la debilidad de la recuperación de la economía de Estados Unidos, elementos que desde 2008 parece que han tenido un mayor impacto en las cotizaciones que los fundamentales.

En términos de valoración, la entidad considera que el mercado de renta variable estadounidense cotiza por debajo de su media histórica. “Sin embargo, los interrogantes que todavía persisten sobre el ritmo de crecimiento de su economía y el impacto que tendrá la carga de la deuda pública podrían hacer pensar que esta clase de activo ya estaría en precio o, incluso, sobrevalorado”. Este es uno de los motivos por lo que desde la entidad aconsejan mantener una postura de cautela. “Adopta una postura defensiva, pero no excesivamente defensiva”, aseguran desde Invesco.

Según la firma, durante muchos años, el despegue de los mercados de renta variable se ha visto frustrado por la ausencia de un rally sostenible a pesar del reconocimiento de que las acciones están baratas tanto a nivel de múltiplos como por la robustez de los beneficios empresariales. “Se creía que desde ese punto el mercado sólo podía subir”. Por otro lado, los bajistas se han obstinado tercamente en un colapso del mercado como el de 2008 que sólo se ha visto retrasado por la persistente intervención de los bancos y los gobiernos. “Creen que en cuanto se retiren los estímulos, el mercado sólo puede caer”.

En opinión de Invesco, esta explicación por simple y contradictoria que parezca, podría ser el argumento racional que explicaría el rango en el que se ha movido la renta variable a lo largo del último año. “Esto tiene visos de persistir, lo que podría hacer que la evolución de cara al corto plazo sea aún más difícil de prever”. A todo ello –indica la gestora– habría que añadir el hecho de que pueda surgir cierta insatisfacción por parte del inversor al comprobar que la mejora de los resultados empresariales viene por el lado del recorte de gasto y no por el incremento de los ingresos.

“De este modo, es muy previsible que la volatilidad no sólo continúe, sino que se incremente a corto plazo. No obstante, para los que tengan un horizonte de inversión de medio-largo plazo, los próximos años podría representar un periodo muy interesante para acumular acciones de aquellas empresas que hayan sido sobrevendidas en momentos en los que la crisis alcanzó su pico. En este sentido, los activos de riesgo estadounidenses podrían suponer la mejor oportunidad de cara al largo plazo”, indican desde la gestora. Así, de acuerdo con Invesco, tal vez la mejor estrategia sea la de adoptar una estrategia defensiva a la vez que se compran activos que estén claramente infravalorados por el mercado.