En diciembre, el índice de precios al consumo estadounidense registró una subida interanual del 3,4%, por encima de la previsión del mercado del 3,2%. ¿Qué implicaciones tiene para la política monetaria?
La inflación estadounidense de diciembre fue más fuerte de lo que esperaba el consenso. El índice de precios al consumo (IPC) subió un 3,4% interanual, por encima de las expectativas del mercado del 3,2% (noviembre: 3,1%). En términos mensuales, el IPC registró una variación del +0,3% (frente al +0,2% previsto).
El índice subyacente (es decir, excluidos la energía y los alimentos) aumentó un 3,9% (previsión del mercado: 3,8%; noviembre: +4%). Sobre una base mensual, el aumento de los precios subyacentes fue del 0,3%, en línea con las expectativas (noviembre +0,3% intermensual). En consecuencia, el rendimiento del Tesoro a 10 años volvió a superar el 4% y el índice del dólar subió. No obstante, los futuros de los fondos de la Fed siguen descontando entre cinco y seis recortes de tipos este año, el doble de lo que dicen las previsiones del FOMC.
La bajada de tipos se hará esperar
Mark Sherlock, responsable de renta variable estadounidense de Federated Hermes, comentando el posible impacto de la cifra de la Fed, señala: "La inflación estadounidense se situó por encima de las expectativas en diciembre, ya que el componente de servicios siguió ejerciendo presión al alza. Los bienes de refugio siguen siendo elevados y suben por segundo mes consecutivo”.
Esto, reconoce, es decepcionante para los inversores que esperaban seis recortes de tipos durante 2024 y sugiere que el mercado puede haber exagerado los argumentos para declarar terminada la batalla contra la inflación. La Fed siempre ha afirmado ser dependiente de los datos diciendo que quiere evitar los errores de los años 70 (cuando se bajaron los tipos demasiado pronto y la economía estadounidense sufrió un segundo y más doloroso ciclo inflacionista). “Los datos de hoy no les obligarán a recortar los tipos rápidamente", afirma Sherlock.
Richard Flax, director de inversiones de Moneyfarm, se muestra de acuerdo: "El aumento de la inflación general debería moderar las expectativas de un recorte inminente de los tipos por parte de la Reserva Federal, ya que el banco central tendrá primero que volver a situar la inflación dentro del rango objetivo del 2% antes de poder relajar el endurecimiento monetario".
Sigue en pie el soft landing
Mark Haefele, director de inversiones de UBS Global Wealth Management, aborda el hecho de que el índice de precios al consumo subyacente, que cayó al 3,9% desde el 4% de noviembre, se encuentra en su nivel más bajo desde mayo de 2021. "La inflación de los bienes primarios se mantuvo sin cambios respecto al mes anterior, mientras que los servicios básicos, en particular los costes de la vivienda, contribuyeron más al IPC subyacente", afirma el experto. Ve indicios, sin embargo, de que la inflación sigue enfriándose, en línea con su escenario base de aterrizaje suave, aunque seis mercados, que están poniendo en precio un primer recorte de tipos en marzo con una probabilidad cercana al 70%, pueden estar adoptando una visión excesivamente optimista. "Se espera una relajación significativa de la política en 2024 y que los mercados sigan siendo optimistas sobre el momento de la primera bajada de tipos de la Fed", explica.
Morgane Delledonne, responsable de estrategia de inversión para Europa en Global X, también sitúa la inflación subyacente en el centro de su análisis. "En conjunto, las cifras de inflación son mixtas, dada la ralentización de la cifra subyacente y la subida de la cifra principal, lo que deja intacto el statu quo", señala. "La discrepancia entre la Fed y los mercados sobre las perspectivas de los tipos podría persistir a lo largo del primer trimestre del año, ya que ambos necesitan ver confirmadas sus opiniones por los datos. Mientras tanto, las perspectivas de tipos de interés más bajos y un dólar estadounidense más débil sientan las bases para un aterrizaje suave global en 2024, dejando a la renta variable estadounidense con más potencial alcista que sus homólogas europeas", concluye.