El mercado descuenta el fin de las subidas del BCE: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Christine Lagarde, en la reunión de febrero de 2023. Adrian Petty/ECB

La senda de la política monetaria más restrictiva continúa en Europa. Ahora a un ritmo más agresivo que al otro lado del Atlántico. El Banco Central Europeo también cumplió con el guión. Subió los tipos de interés 50 puntos básicos y dejó casi por escrito una subida más de igual proporción en la cita de marzo. Pero el tono de Christine Lagarde fue bastante más hawkish (restrictivo) que el de su homólogo estadounidense, Jerome Powell.

Sin embargo, la reacción del mercado a las reuniones de ambos bancos centrales ha sido la misma. Tanto la renta fija como la renta variable dan casi por terminado este ciclo de subidas de tipos. Así, según escribimos estas líneas los principales índices europeos y estadounidenses se mueven con alzas superiores al 1%. El Nasdaq 100 incluso roza el 3% arriba en la sesión. Los bonos también reaccionan positivamente. 

Fin del juego

Y es que al discurso de Lagarde se le pueden sacar muchos matices. “El precompromiso de línea dura se diluyó con la declaración de que el Consejo reevaluará la senda de los tipos en la reunión de marzo y la reiteración de la dependencia de los datos”, recuerda Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International. La rueda de prensa posterior no ayudó al discurso hawkish del BCE.

“La presidenta Lagarde dio continuidad a estos mensajes excesivamente complicados en la conferencia de prensa, en la que declaró que los riesgos para las perspectivas de inflación se han equilibrado más, haciendo un mayor hincapié en mantener el rumbo, en contraste con el tono abiertamente agresivo que vimos en la conferencia de prensa de diciembre”, destaca la experta. Por eso, los mercados de renta fija pasaron por alto sus débiles intentos de halconeo, concentrándose en el punto final de las subidas, que parece cercano, para presionar a la baja los rendimientos.

El final del juego parece estar a la vista, y los mercados lo han percibido”, coincide Dave Chappell, gestor senior en Columbia Threadneedle Investments. Aunque la reunión de marzo parece bloqueada en 50 puntos básicos, las condiciones globales pueden ser muy diferentes cuando el comité se siente a mediados de junio. “El BCE podría quedarse solo llevando la política monetaria más allá del territorio restrictivo”, advierte.

¿Un error en la política monetaria?

A expertos como Jamie Niven, gestor de Candriam, le preocupa la posibilidad de que el BCE cometa un error de política monetaria. “Aunque la inflación sigue estando muy por encima del objetivo y los resultados de crecimiento son inequívocamente más positivos que incluso hace dos meses, con la evolución de los precios del gas y la reapertura de China proporcionando claros vientos de cola, el ciclo de subidas ha sido agresivo en Europa (incluso más agresivo que la Fed en términos de ritmo de subidas de tipos, a pesar de una fecha de inicio más tardía)”, explica. Su preocupación es que el retraso en la transmisión de la política monetaria provoque un crecimiento más débil en el segundo semestre de 2023.

En la reunión de marzo, el BCE también ha dado más detalles sobre el funcionamiento del endurecimiento cuantitativo (QT). El BCE reducirá su balance en 15.000 millones de euros al mes, lo que equivale aproximadamente a la mitad del ritmo natural de vencimiento de la cartera. Continuarán las reinversiones parciales, con una nueva tendencia en las reinversiones de bonos corporativos hacia emisores con un mejor comportamiento climático. “Este pequeño detalle podría acabar siendo la parte más importante de la decisión de febrero, porque es el primer paso concreto en el uso del balance del BCE para promover los objetivos climáticos”, analiza Paul Diggle, economista jefe adjunto de abrdn.