El negocio de la banca privada en Valencia y Murcia

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Los responsables territoriales de banca privada debaten sobre el estado del negocio en la Comunidad Valenciana y Murcia. La aceleración en el proceso de digitalización del sector, el desafío que supone el entorno de tipos de interés o la inversión en sostenibilidad fueron algunos de los principales temas de este Insights de Banca Privada, organizado por FundsPeople y patrocinado por Amundi Iberia, BNP Paribas AM y Nordea AM.

La digitalización de la relación con los clientes

“La pandemia no ha cambiado la forma en la que nos relacionamos con los clientes, sino que ha acelerado una tendencia que ya existía. Se han avanzado de golpe muchos años en la transformación digital". Así se pronuncia Gustavo López Bernal, director comercial de Banca Privada y Recursos en la Comunidad Valenciana de CaixaBank, un banco que califica de “omnicanal” porque sus clientes “tienen la posibilidad de relacionarse con nosotros a través de múltiples vías”.

En este sentido, apunta que tanto en banca privada como en banca retail, muchos clientes están incrementando su preferencia por los canales digitales. No obstante, los espacios físicos siguen teniendo una gran importancia, de modo que los estamos transformando en espacios más adaptados a las necesidades actuales de los clientes, para prestarles un mejor servicio.

Al otro extremo del péndulo

Mariano García Cobaleda, director de la oficina Santander Private Banking Sorolla en Valencia, sí percibe un cambio contundente en el modelo relacional. “En febrero de 2020 la relación era básicamente presencial y, de repente, en dos semanas, pasó al otro extremo del péndulo, las entidades tuvimos que adaptarnos muy rápidamente”, explica. Cree que el modelo que se asentará será uno híbrido, que combine la relación tradicional con las reuniones por Teams, Zoom u otros canales.

Considera también que, en este nuevo escenario, “los clientes y las entidades vamos a ganar mucho en eficiencia, ahorro de costes y tiempo, algo que resultará muy beneficioso. La digitalización ha supuesto un avance de muchísimos años, también en los procedimientos internos y de plataforma”.

Las consecuencias en los espacios de trabajo

En esta línea también se manifiesta Javier Gómez Ortí, responsable territorial de Levante en AndBank, quien apunta que “hemos dado un salto de eficiencia tremendo, que permitirá que los clientes tengan una mejora en la calidad del servicio. […] Todos teníamos dudas de si los inversores, entre ellos personas de edad avanzada, se adaptaría bien y lo han hecho sin ningún problema. Todos nos hemos adaptado con mucha facilidad al cambio y no ha sido nada traumático”.

Además, considera que “las reuniones físicas se han reducido de una manera considerables y los espacios de trabajo tienen que modificarse, lo cual revolucionará el sector inmobiliario, el de las oficinas, al igual que se han transformado otros muchos sectores”.

Asesoramiento independiente y diversificación

Luis Capilla, director de Gestión Patrimonial de Mirabaud & Cie (Europe) en Valencia, pone en valor el asesoramiento independiente tras el "extraño" año 2020: "Tras la conmoción inicial, con los mercados cayendo estrepitosamente, era importante tener la sangre fría para saber que probablemente aquello era un shock y que los mercados se tenían que recuperar, algo que se vio al poco tiempo, después de las decisivas medidas que adoptaron los Estados y los bancos centrales".

También hace hincapié en el factor de la diversificación, que ha sido "fundamental a la hora de enfocar el patrimonio financiero". "Hay que buscar inversiones alternativas, como fondos de inversión con megatendencias, que tienen sentido y que los clientes entienden. Ha sido el gran éxito de las gestoras internacionales y de Mirabaud. Hemos sentido que hay que penalizar a aquellas empresas que no lo hacen bien en materia de sostenibilidad, como le ha ocurrido a Shell, que ha recibido una histórica sanción de La Haya por su responsabilidad con el cambio climático", añade.

Una tendencia que irá a más

Volviendo al asesoramiento independiente, Gustavo López Bernal (CaixaBank) asegura que "para nosotros, ya es una realidad, y no un tema de futuro o una tendencia. Comenzamos en marzo de 2018 y en estos momentos contamos con 14.000 millones de euros bajo contrato de asesoramiento independiente". No obstante, cree que para el mercado sí que es una tendencia que irá a más, por dos motivos: en primer lugar, porque el cliente está demandando mayor transparencia en su relación con el banco, y en segundo lugar, porque la regulación apunta en ese sentido".

Añade, además, un matiz importante: "Poco a poco el mercado irá poniendo a cada uno en su sitio. La normativa es tajante con los requisitos que ha de cumplir una entidad para prestar asesoramiento independiente a sus clientes".

De invertir en productos a hacerlo en servicios

Mariano García Cobaleda (Santander Private Banking) considera que la elevada tasa de ahorradores con dinero en depósitos y los bajos tipos de interés, que han provocado que los márgenes de las entidades se recorten, son algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta la banca privada. En este contexto, "tenemos un reto enorme: trasladar el valor que tiene el asesoramiento y la gestión delegada a nuestros clientes. Si somos capaces de trasmitir que están en buenas manos, que se obtienen rendimientos positivos, que se preserva el capital, vamos a conseguir probablemente que su apetito por el riesgo suba".

En este sentido, el director de la oficina Santander Private Banking Sorolla en Valencia, cree que se debe hacer "a través de un seguimiento exhaustivo y muy intenso, porque hay un compromiso por escrito". "Hay un camino muy largo por delante y muy emocionante, tenemos que conseguir que los ahorradores pasen a ser inversores, que pasemos de invertir en productos a invertir en servicios", añade.

La apuesta por la inversión temática

En este debate Insights Banca Privada también se pusieron sobre la mesa algunas soluciones de inversión que encajan dentro de la banca privada. Así, Elena Armengot Paradinas, directora de Ventas de BNP Paribas AM, recomienda hacer un mix de fondos temáticos, por ejemplo de transición energética, tecnología, alimentación sostenible o agua. “Lo que yo he aprendido es que en las carteras de fondos temáticos hay que tener mucha diversificación, lo vimos con el famoso día Pfizer (cuando en noviembre de 2020 se anunció la eficacia de su vacuna contra el COVID), que desató la euforia de los inversores y el cambio de growth por value, algo que normalmente te pilla con el pie cambiado”.

Armengot señala también que, en la parte de la renta fija, BNP Paribas AM ha tenido mucha demanda en fondos de corta duración. “Vemos que hay un trasvase claramente desde fondos monetarios a otros que pueden aportar un poco más”, apunta. También en toda la inversión en megatendencias. “Somos líderes en fondos medioambientales de gestión activa y ahí hemos visto mucha demanda”. Destaca el BNP Paribas Energy Transition, “que no solo invierte en renovables, sino en eficiencia y almacenamiento, y que el año pasado subió un 160%. Aunque vimos que entró mucha gente que, quizá, no tenía el perfil adecuado, y este año ha tenido una corrección”.

El interés por los multiactivos conservadores

Blanca Comín, responsable de Redes de Distribución en Amundi Iberia, señala que su gestora ha visto mucho interés en la gestión temática. “Un ejemplo claro en Amundi es el CPR Global Invest Disruptive Opportunities, un fondo de 6.000 millones de euros que el año pasado tuvo un comportamiento espectacular y que este 2021, al predominar los valores growth, lo está haciendo algo peor”, explica Comín. Añade que, en cambio, hay otros fondos que invierten en temáticas más cíclicas, como la educación, “que se están beneficiando muchísimo en el momento actual, como el CPR Invest Education”.

Amundi también ha detectado que vuelve a haber interés por los multiactivos conservadores porque las tires “son ajustadísimas” y también por “el riesgo de inflación cada vez más latente. China está exportando inflación y puede que pronto veamos subidas de tipos de interés”. “Hacía mucho que no ocurría y ahora volvemos a ver a inversores que quieren entrar en fondos multiactivos conservadores que sean muy ágiles y dinámicos”. Estas estrategias, según explica, se utilizan como reemplazo de la renta fija al tiempo que, al tener una exposición a bolsa muy limitada, permiten beneficiarse algo de la valoración más atractiva de la renta variable. En este ámbito, destaca el Amundi Funds Global Multi-Asset Conservative.

La respuesta al entorno de tipos de interés

Para César Ozaeta, Senior Sales Iberia en Nordea AM, uno de los principales retos es el que plantea el entorno actual de tipos de interés, también para las gestoras en sus soluciones de producto porque “muchos clientes de banca privada normalmente tienen un perfil conservador”. “Nosotros nos hemos posicionado con algunos fondos de cédulas hipotecarias. Este año estamos viendo más interés por el Nordea 1 Low Duration European Covered Bond porque en un entorno de subidas de tipos la gente, en general, prefiere no asumir riesgos de duración en cartera. Es un fondo que está funcionando muy bien”, indica.

“También estamos viendo interés por las conocidas como stable equities para construir bien las carteras y conseguir un perfil de calidad y estabilidad, algo que resulta atractivo pensando en el medio plazo”, asegura. En este caso destaca el Nordea 1 Global Stable Equities, que identifica compañías que operan en líneas consolidadas de negocio que generan ganancias, dividendos, flujos de caja, etc., de forma relativamente estable y continuada. Un nivel más alto de estabilidad en estas cifras clave ayuda a amortiguar la volatilidad de precios de las acciones de estas compañías, haciéndolas menos arriesgadas que el mercado.

La inversión sostenible sigue imparable

La sostenibilidad sigue siendo una tendencia imparable. “Mirabaud aplica el criterio de sostenibilidad desde hace años. La clave debe ser penalizar aquellas compañías que no lo hagan bien, un concepto que el ciudadano en general y los inversores, también los nuestros, cada vez valoran más. Hay que ir trabajando en ese sentido siempre”, señala Luis Capilla (Mirabaud). “Nosotros desde Valencia, una región muy vinculada a empresas españolas de primer nivel en energías renovables, estamos muy sensibilizados y apoyamos este desarrollo con bonos de proyectos regulados, aprovechando este tirón para respaldar a nuestros empresarios y que puedan competir con las grandes compañías internacionales que están viniendo a nuestro país”, añade.

No obstante, también lanza un aviso sobre el desarrollo de las energías sostenibles y la transición energética: “Habrá que tener mucho cuidado porque habrá nuevos proyectos que van a necesitar muchísimo capital y endeudamiento. Serán muy atractivos, pero montar ahora un parque que estuviera diseñado o proyectado hace dos años tendrá sobrecostes por la subida de materiales como el hierro”.

El impacto en el mercado inmobiliario

La pandemia también ha trastocado la inversión en activos inmobiliarios, tan presentes en las carteras de inversión. “El COVID ha impactado de forma especial en la inversión inmobiliaria. Activos que se presentaban como incontestables desde el punto de vista del riesgo (como activos o inquilinos prime, con rentas que se creían seguras), ya no lo son tanto”, afirma Javier Gómez Ortí (AndBank). “Parecía que en 2019 el que no tenía alquileres de rotación o apartamentos turísticos se estaba perdiendo algo importante, llegó la regulación y lo frenó, pero luego el COVID ha dado un golpe importante al sector”, añade.

Explica también que “en el mundo logístico han cambiado de forma drástica las necesidades de los usuarios. Antes hablábamos de metros cuadrados alquilables y ahora esa métrica no tiene sentido. La cualificación o personalización del activo es lo que marca el valor. Además, hemos visto los centros comerciales cerrados y los hoteles. Y ello ha tenido un impacto importante sobre los activos inmobiliarios presentes en el patrimonio de los inversores de forma directa o indirecta”. En este sentido, asegura que el nuevo contexto “obliga a repensar la estrategia y a cuestionar activos que estaban fijos en el patrimonio. Esto provoca oferta en el mercado y demanda de activos diferentes. Es una oportunidad porque dinamiza y libera recursos hacia inversiones que son mucho más productivas, como el capital riesgo o la gestión profesionalizada del patrimonio financiero”.  

Un cambio de aproximación

Para Gustavo López Bernal (CaixaBank), “ha cambiado la manera en la que los clientes se están aproximando a este activo. Hace unos años, un cliente de banca privada, en general, no tenía demasiado inconveniente en situar el 15% de su patrimonio en un activo inmobiliario, algo que no haría con otros activos, como pueden ser acciones de una determinada compañía. Pero ahora estamos notando que muchos prefieren tener un fondo de capital riesgo que, por ejemplo, tenga dentro 300 inmuebles”. “Aún es pronto para saber si este cambio de enfoque es una tendencia o una moda momentánea. Pero, como siempre, lo que se ha demostrado que funciona es la diversificación y la profesionalización a la hora de gestionar”, añade.

 “Nosotros no hemos notado ninguna reducción del apetito por el inmobiliario en su conjunto”, afirma Mariano García Cobaleda (Santander Private Banking). “A las bancas privadas lo que les gustaría es que los clientes tuvieran el mayor porcentaje de su patrimonio en inversiones financieras, pero en Valencia el inmobiliario es un grandísimo competidor. Creemos que el apetito sigue y hace repensar nuestras inversiones. Así, el private equity en infraestructuras nos está ayudando a dar solución a determinadas necesidades de un porcentaje reducido de nuestros clientes”, apunta.

En cualquier caso, señala que “con el COVID, cuando una oportunidad cae, otra se levanta. Los apartamentos turísticos cayeron, pero el sector de la distribución ha subido”.

Los retos a los que se enfrenta el sector

Los participantes en este Insights de Banca Privada acabaron el debate con una reflexión sobre el futuro del sector y los desafíos que tiene por delante. Estas son algunas de las conclusiones:

  • Concentración en el sector. Para Javier Gómez Ortí (AndBank) el proceso de concentración continuará en el segmento de Banca Privada, ya que el estrechamiento de márgenes y la regulación imponen a las entidades buscar mayor eficiencia en sus estructuras y en la prestación del servicio. Respecto a los mercados, confiamos en mantener el escenario de recuperación porque se espera seguir contando con vientos de cola, aunque pueda haber vaivenes. Ahora bien, "es importante que estemos en alerta porque nos encontramos en un escenario de excesiva complacencia y es posible que en un momento dado, el mercado nos quite la tranquilidad y lo haga con correcciones bruscas". Por tanto, "dado que lo más importante es la preservación del patrimonio, hay que ir modulando las expectativas de rentabilidad y la exposición a riesgos, de forma que no nos pille con el pie cambiado".
  • Tipos de interés y liquidez. "Los vientos de cola, los apoyos de los bancos centrales y Estados van a estar ahí y mientras ocurra podemos estar algo más tranquilos", señala Luis Capilla (Mirabaud), quien añade que el escenario de tipos de interés y la liquidez serán dos criterios fundamentales a lo largo de los próximos meses y años. "Hay que intentar aprovechar las oportunidades que vengan, que vendrán. 2020 ha sido un buen año, en comparación con la economía real, y 2021 ha comenzado de manera positiva. Veo que nuestro sector va a seguir creciendo, probablemente con más concentraciones en España", apunta.
  • Ayudar al banquero y al cliente. César Ozaeta (Nordea) destaca que las gestoras internacionales cada vez están más presentes en las carteras de la banca privada y su principal reto es "ser capaces de ayudar al banquero y al cliente, acercar nuestras capacidades de gestión y generar valor añadido y que las entidades lo perciban".
  • Datos para poner en valor la sostenibilidad. Blanca Comín (Amundi) cree que es importante que se destaque y traslade a los clientes que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado con las sostenibilidad (cuando se creía que era un coste desde el punto de vista de la rentabilidad), ahora esta crisis ha demostrado que es una fuente de alfa. "Al contrario de lo que se pensaba, añadir al análisis de riesgos financieros los extrafinancieros a través de la gobernanza, el medioambiente y temas sociales está añadiendo valor a las carteras. También hay que ser capaces de ofrecer cifras que demuestren que incorporar este tipo de criterios de sostenibilidad está creando valor hacia la sociedad", asegura. A su juicio, "el gran reto que tenemos las gestoras que apostamos por la sostenibilidad es ayudar a asesores y distribuidores a trasladar este mensaje y acompañarlos en el camino".
  • Cambio climático y China. Elena Armengot Paradinas (BNP Paribas AM) cree que el año se moverá en torno a dos ejes. Por un lado, el cambio climático, "porque habrá muchas oportunidades y también riesgos, sobre todo para empresas como las grandes compañías petroleras. Si no cambian sus políticas medioambientales, les obligarán a cambiar, ya sea mediante la regulación o por la presión de los propios accionistas, que cada vez tendrán más poder". Por otro lado, China. "Estamos empezando a ver cómo se incorpora al gigante asiático en las carteras. Hasta ahora el peso es muy pequeño, pero cada vez hay más interés, tanto en renta variable como fija. Este año vamos a oír mucho hablar de China", asegura.