El nuevo liderazgo de Alemania se decidirá en las negociaciones: primeras reacciones de las gestoras a las elecciones germanas

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Firma: Moritz Ludtke (Unsplash)

El primer capítulo de las elecciones alemanas se estrenó ayer pero, a la vista del resultado, quedan aún muchos meses para ver el desenlace de estos comicios a los que por primera vez en la historia no se presentaba el canciller en el cargo, en este caso Angela Merkel.

Los resultados preliminares dan una victoria casi pírrica al los socialdemócratas (SPD) de Olaf Schloz con un 25,7% de los votos, seguido de los unionistas (CDU/CSU) de Armin Laschet con un 24,1%. Cifras tan parejas que legitiman que ambos candidatos se postulen como canciller. ¿Quién ganará? Todo depende de la decisión de los otros dos partidos más votados: Los Verdes, de Annalena Baerbock, y los liberales (FDP) en unas negociaciones que tienen toda la pinta que se dilatarán al menos algunas semanas más.

La llave del Gobierno no la tienen los ganadores

"El mayor reto reside en que los Verdes y el FDP superen sus diferencias políticas en cuestiones como el freno de la deuda, las subidas de impuestos y el gasto público. Si bien están de acuerdo en temas principales como la digitalización y la inversión verde, necesitan encontrar un punto medio sobre cómo gasta y financia el gobierno para poder construir un ejecutivo", afirma Stephanie Kelly, Deputy Head of Research Institute, abrdn.

Descartada la posibilidad de una gran coalición, los dos desenlaces que más se repiten son dos. O bien la opción del semáforo (Coalición del SPD, los Verdes y el FDP, con Olaf Scholz como canciller), la que ha descontado el mercado en las últimas semanas según Lale Akoner, estratega sénior de mercado de BNY Mellon IM; o la llamada Jamaica (Coalición CDU/CSU, Verdes y FDP, con Armin Laschet como canciller). Se elimina así la opción que más temía el mercado: la opción rojo, rojo, verde, que implicaba una colación de izquierdas, incluyendo a Die Linke ya que el partido más izquierdista de Alemania se ha quedado fuera del parlamento al no alcanzar el 5% de los votos.

Tranquilidad en los mercados

De ahí que la reacción de los mercados sea de una completa tranquilidad pese a desconocer aún quién sucederá a la canciller Merkel. Así, el Dax alemán sube cerca de un 1% y similares cifras se ven en el resto de índices europeos. Mientras, en el mercado de renta fija se ven ventas moderadas que llevan la rentabilidad del bund a niveles del -0,21%. "El mercado de valores, nacional e internacional, han prestado poca atención a elecciones al Bundestag. Esto no es sorprendente, ya que los problemas son predominantemente de ámbito nacional. Por lo tanto, es difícil esperar efectos mayores o incluso duraderos sobre todo teniendo en cuenta que no puede haber una coalición del SPD, los Verdes y Die Linke", afirma Hans-Jörg Naumer, director global de Mercados de Capitales y Análisis Temático de Allianz GI.

En caso de que tuviera algún impacto a medio plazo, ambas posibilidades resultarían positivas para el mercado de acciones. En concreto, desde BlackRock creen que una coalición SPD con verdes y liberales podría impulsar el gasto público impulsando a las acciones ligadas a ello mientras que la otra posibilidad, la coalición CDS/CDU con los mismos actores, supondría un “impulso a la inversión en tecnología verde, digitalización, ferrocarril… más desregulación y privatización, todo ello positivo para las acciones alemanas y para los bonos verdes a medio plazo”.

Una idea que también defienden desde DWS: "El alivio de evitar opciones más extremas podría tener un impacto positivo en la renta variable alemana, especialmente si hay hay indicios que apuntan a una coalición de Jamaica. Junto con la reciente ampliación del Dax a 40 miembros, esto muy probablemente impulsaría el sentimiento de los inversores".

Aún así, hay que esperar ya que como apunta Gergely Majoros, miembro del Comité de Inversión de Carmignac, "la coalición definitiva podría tardar meses en ser identificada. Hasta ahora, hay poca visibilidad en cuanto a una política fiscal potencialmente más relajada en Alemania de cara al futuro, aunque el gasto relacionado con el cambio climático debería formar parte de las perspectivas en cualquier caso".

Continuidad europeísta...

Los expertos consideran que sea quien sea el nuevo canciller alemán, no implicará grandes cambios en la relación de Alemania con el resto de Europa. Lo recuerda Reto Cueni, economista Jefe de Vontobel AM: "Para un inversor global, las elecciones alemanas no supondrán un gran cambio por dos razones: en primer lugar, es prácticamente imposible que un partido euroescéptico o de la UE forme parte de una coalición de gobierno y, en segundo lugar, lo más probable es que el partido más fuerte de Alemania sea uno de los dos que ya han gobernado el país en los últimos años".

Aun así, sí son varios los cambios que se pueden dar en el nuevo Gobierno alemán en función de cual sea la colación que finalmente se haga con el poder. El economista y estratega europeo senior de Schroders, Azad Zangana, destaca tres aspectos clave: la política medioambiental, la política fiscal y las relaciones con Europa.

...con un parlamento muy fragmentado

Con respecto a esta última, es de esperar que una cierta continuidad del estilo Merkel si finalmente Laschet se hace con la cancillería mientras que "el SPD parece inclinarse más hacia la visión francesa de la necesidad de una mayor expansión e integración de la UE" afirma Zangana. Aunque habrá que ver qué condicionantes ponen Liberales y Verdes en éste y otros aspectos a cambio de su apoyo. De hecho, Gilles Moëc, economista jefe de Axa IM, comenta que "es muy probable que no haya un nuevo canciller antes de que la campaña presidencial francesa esté en pleno apogeo". Y advierte: "Los asuntos de la UE podrían permanecer estancados hasta el próximo verano".

No en vano, según recuerda Stefan Keller, estratega sénior de Candriam, el nuevo parlamento alemán estará mucho más fragmentado que en el pasado ya que aproximadamente tres cuartas partes no pertenecen al partido del canciller,  por lo que el papel de los socios menores es cada vez más importante. "Esta situación es conocida en otros países europeos, como Italia y España, pero representa una evolución importante para Alemania”, explica. No obstante, este experto vaticina que el hecho de que la coalición vaya a crearse con al menos tres partidos derivará en una política centrista y por tanto, en la continuidad de una política financiera económica moderada. Otra cosa será ver cómo se hará el reparto de cromos o, en este caso, de Ministerios.

Y, atención, porque ese reparto puede llevar mucho tiempo. "En 2017, se precisó un récord de 171 días para formar gobierno", recuerda Nadia Gharbi, economista para Europa de Pictet WM. Sin embargo, esta experta confía en que en esta ocasión, haya canciller antes de fin de año para evitar una nueva crisis política.