Según el informe anual sobre la Riqueza en el Mundo
El buen comportamiento de las bolsas y los bajos tipos de interés han favorecido el crecimiento en el número de grandes patrimonios en España. Según datos del 14º informe anual sobre la Riqueza en el Mundo de Merrill Lynch Global Wealth Management y Capgemini, los españoles con más de un millón de dólares en activos disponibles para la inversión ascendían a cierre de 2009 a 127.143, un 12,5% que el año anterior.
España mantiene el 12º puesto en el ranking de países con mayor número de grandes patrimonios. A ello contribuyen, como explica Lucía Granda, responsable de Merrill Lynch Global Wealth Management Iberia, “el incremento en la capitalización bursátil y los bajos tipos de interés, aunque, en el lado negativo, también se han dejado notar la caída en el PIB y en el precio de los inmuebles”.
El crecimiento en el número de grandes patrimonios españoles se sitúa en línea con el de la media europea, aunque por debajo de la mundial, que asciende al 17,1%. Con datos de 2009, existían diez millones de personas en todo el mundo con más de un millón de dólares, excluida primera vivienda y consumibles. Por otro lado, su volumen patrimonial ascendía a 39 billones de dólares, lo que supone una vuelta a niveles de 2007.
El crecimiento fue especialmente potente en Asia, que se equipara con Europa en cuanto a número de altos patrimonios.
Crece el apetito por el riesgo
Tras la crisis financiera los altos patrimonios han reducido sus posiciones en liquidez, que suponía un 17% de la cartera en 2009 (desde el 21% en 2008), y han incrementado sus inversiones en renta fija, cuyo peso asciende ahora al 31% de los activos totales. “Los HNWI (High Net Worth Individuals) continuaron mostrando predilección por los flujos de caja predecibles”, concluye el informe.
Con todo, las inversiones en renta variable van ganando atractivo. Su peso en la cartera asciende del 25% al 29% y, según prevé el informe, el porcentaje podría aumentar hasta el 35% en 2011, a medida que los inversores recuperen su apetito por el riesgo. En cambio, las inversiones alternativas continúan perdiendo terreno hasta suponer el 6% de la cartera.
Por regiones, los altos patrimonios se decantan cada vez más por la diversificación hacia las economías emergentes, que han pasado de suponer un 34% a un 39% en las carteras. Una tendencia que, según los expertos de Merrill Lynch Global Wealth Management y Capgemini, podría continuar al alza, ya que prevén que en 2011 Asia Pacífico superará a Europa como destino de inversión. Y, según estimaciones del informe, serán los propios europeos los que más disminuirán la asignación de activos en su propia región. Así, el peso de Europa en las carteras locales podría pasar del 59% en 2009 al 48% en 2011.
Cambia el comportamiento de los inversores
Tras la crisis financiera, los inversores de altos patrimonios se han vuelto más cautelosos y conservadores. “Ahora son más sensibles a las pérdidas que a las ganancias y demandan un análisis de escenarios más exhaustivo”, concluye el 14º Informe sobre la Riqueza en el Mundo. Además, sus prioridades han cambiado. La gestión de cartera y riesgos, la transparencia y simplicidad de los productos y un mejor nivel de asesoramiento son ahora los tres factores más relevantes para los clientes de banca privada.
Por otra parte, el informe afirma que los grandes patrimonios han recuperado la confianza en asesores y entidades, pero los organismos reguladores y los mercados financieros continúan generando opiniones negativas entre algunos inversores.
Como indica Jorge Sobrino, vicepresidente de servicios financieros de Capgemini, los altos patrimonios están ahora “mucho más encima de sus inversiones. Se están formando sobre los productos, para entender la información publicada y los riesgos de la inversión”.
Según Sobrino, muchas gestoras de patrimonios están incorporando la Psicología Financiera en su proceso de asesoramiento para entender mejor los desencadenantes emocionales de sus clientes. “Ya no basta con dividir los perfiles de riesgos entre conservadores y agresivos, sino que se incorporan factores psicológicos e intelectuales”, comenta.
Por tanto, las firmas de asesoramiento financiero recurren en mayor medida a especialistas de productos y de riesgos para que participen en reuniones y análisis de negocio y, paralelamente, la gama de producto se desarrolla, cada vez más, a instancias del cliente.