El oro: ¿protección viable en episodios de crisis de deuda europea?

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AliAcnor, Flickr Creative COmmons

El oro llegó a sobrepasar los 1.900 dólares por onza en septiembre del año pasado, coincidiendo con un fuerte recrudecimiento de la crisis de deuda europea, aunque con la relajación de las tensiones bajó hasta situarse por debajo de los 1.600 dólares en mayo de este año. A diferencia de lo ocurrido el pasado otoño, la última crisis vivida en los mercados no ha impulsado en exceso su cotización, que se mantiene en el nivel de los 1.630 dólares. Pero los inversores están volviendo poco a poco a invertir en el metal precioso, que da de nuevo muestras de fortaleza.

Así, los datos de ETF Securities muestran que los ETC sobre oro captaron 95 millones de dólares de flujos en vísperas de las elecciones griegas y la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto estadounidense, por cuarta semana consecutiva, llevando el total de flujos de entrada durante el pasado mes a 550 millones. “Grecia no es la única amenaza para la unidad de la zona euro”, dicen en la firma, mencionando la subida de la deuda española e italiana y el acuerdo de rescate financiero español. Para la firma, la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto está siendo observada muy cuidadosamente para detectar cualquier signo favorable a una nueva expansión monetaria por parte de Bernanke. “Cualquier señal de flexibilización cuantitativa o incertidumbre en los mercados europeos debido a la crisis griega y española conducirán probablemente a la subida del oro”, dicen en la entidad.

De hecho, Marc Garrigasait, gestor de Koala Capital Sicav, cree que una de las razones por las que se ha mantenido estable en los últimos meses ha sido ante la falta de expectativa de nuevas medidas de relajación monetaria por parte de la Fed. Algo que podría cambiar según Saxo Bank, donde Ole S. Hansen, analista de materias primas, asegura que “la confianza en el oro ha aumentado gracias a que las dos últimas retracciones fueron detenidas por compradores bien dispuestos que creen que los bancos centrales proporcionarán un estímulo adicional al continuar la desaceleración de la economía global”, explica. Pero matiza que “para poner fin a la preocupación acerca de una corrección más profunda, sería necesaria una ruptura por encima del nivel más elevado alcanzado recientemente, en 1.640 dólares”.

La otra razón de Garrigasait para explicar su estabilidad es un "ciclo de descanso" dentro de una tendencia alcista que no cree que cambie debido al extremismo de las incertidumbres macroeconómicas y a la continuidad de la demanda, lo que le hace ser positivo, tanto con el oro físico –que recomienda para inversores menos proclives a asumir volatilidad- como a través de renta variable de compañías mineras.

Son estas últimas las que incluye en la cartera de Koala sicav, con un fuerte componente estratégico y un peso del 11,5% distribuido entre acciones de cinco compañías (Yamana Gold, Newmont Mining Corp Nyse, Agnico-Eagle Mines, Gold Fields y Kinross Gold) y un ETF que replica mineras y que, si bien llevó la rentabilidad a la baja en los primeros meses, ahora podrían conducir la recuperación de la cartera. Su gestor explica, como razones, la diversificación que aportan y la capacidad de disminuir el riesgo y funcionar como dique de contención. “No habíamos invertido en oro nunca porque no da rendimiento a largo plazo, pero desde los últimos tres años lo hacemos. Las mineras sí dan rendimiento y tienen un factor de protección relativo, pues su correlación con el resto de la bolsa es baja y contribuyen a limitar el riesgo”, explica. Además, cree que vale la pena porque, ante las condiciones macroeconómicas y de gestión política, el oro se percibe como una divisa de sustitución.

Pero también por su potencial, pues el diferencial entre la cotización del oro, que se ha mantenido estable, y las mineras, que han sufrido grandes caídas en lo que va de año, está en máximos, en niveles de noviembre de 2008, momentos de pánico vendedor.

De la misma opinión es Bernhard Schmidt, fundador de Valoro.net y director de Fortuna Capital Partners, que apuesta por su valor protector, ya sea oro físico o en forma de renta variable. “El oro ha servido como protección y va a seguir sirviendo en el futuro porque todos los factores que lo impulsan -intereses reales mínimos, creación de liquidez alta, peligro de inflación, gran demanda en los países emergentes y caída de la confianza en el papel dinero- siguen intactos”, dice. En su opinión, la mejor manera de utilizar el metal precioso es una combinación de oro físico y acciones de mineras, gestionada de forma flexible. “El oro da más protección pero las empresas de oro están actualmente muy infravaloradas y ofrecen más potencial”, afirma.

Al valorar el papel que está jugando en la crisis de deuda europea defiende que, a pesar de las últimas caídas, su precio en euros está muy cerca de su máximo y defiende su valor frente a otras divisas que ahora están en juego. “Todo sólo son promesas de pago o papel dinero sin ningún respaldo real y por ello han sido posibles los excesos de las últimos décadas. El oro no tiene ninguna culpa por la situación actual pero puede ser parte de una solución en el futuro”, apostilla. El experto formó parte en la concepción del fondo Fortunity Valores Reales del banco Espirito Santo, un fondo para diversificar y buscar protección que invierte tanto en el oro a través de ETF y ETC como a través de acciones de empresas del sector.

¿Mejor protección con renta variable?

Con todo, tras la corrección de los últimos meses, algunos han puesto en duda su capacidad de proteger las carteras. “El oro tiene un alto componente especulativo que no podemos analizar”, explican desde Elcano Sicav, donde no lo utilizan como instrumento de protección. La sicav no tiene oro en cartera (ni ha tenido en el pasado) porque su idea es que la "mejor protección" consiste en comprar negocios líderes, con claras ventajas competitivas, que generen caja y compradas a precios muy bajos. Siempre con visión a largo plazo y paciencia, en línea con la visión de Warren Buffet de que la renta variable es mejor inversión a largo plazo que el oro, que no da rendimientos.

"El oro es un bien no productivo, con carry negativo, manejado por la apuesta especulativa relacionada con la sensación de miedo, movido por la psicología. Para nosotros los negocios que generan riqueza son la mejor protección", dice Juanjo Fernández, gestor de la sicav.