El oro sufre la mayor caída trimestral en 100 años

La renta variable cada resulta más atractiva para los inversionistas a nivel global. Y esto ha supuesto un descenso paulatino de la demanda financiera del oro. La demanda física no compensa la caída y ya ha perdido los 1.200 dólares tras varias jornadas de severos descensos en Nueva York.

En los últimos tres meses la pérdida ya es de más del 25%, mientras que desde su máximo en septiembre de 2011 por encima de los 1.900 dólares, la variación negativa es de cerca del 38%. En aquel momento, hace casi dos años, los bancos centrales llevaron a cabo medidas agresivas y había temores de inflación. Sin embargo, ya se han disipado estos últimos miedos, más aún con el fin de la política expansiva de la Reserva Federal y la estabilización de la zona euro.

Las bolsas de las economías desarrolladas se han recuperado en 2013 y los inversionistas privados e institucionales prefieren optar por esta vía. “La gente busca riesgo y el oro se ve como una fuente de efectivo y no un refugio”, explicó Simon Weeks, jefe de metales preciosos de Bank of Nova Scotia, a Reuters.

Las perspectivas no son positivas para el metal. La mayoría de grandes firmas han reducido sus proyecciones, las últimas en Morgan Stanley, Credit Suisse, HSBC y Goldman Sachs.

En los últimos tres meses llueve sobre mojado, porque ya en el primer trimestre del presente año la demanda de oro cayó un 13%. Principalmente por la desinversión de ETFs, ya que la demanda física aumentó gracias al apetito por la joyería en China e India.

Misma tendencia en otros metales
La suerte del resto de metales suele ser la misma que en el caso del oro. Así, la plata no ha vivido una evolución muy diferente. Su cotización está en mínimos en tres años, y su caída trimestral supera el 30%. En este caso hay que ir a 1980 para encontrar un descenso mayor. El precio está en menos de 19 dólares la onza cuando llegó a estar por encima de los 50.

"La oferta minera generalmente se ha estado incrementando y el consumo industrial creemos que se contraerá este año debido al colapso del sector fotovoltaico en China", afirmó el analista de Citigroup David Wilson al diario El Economista. En un mes, USB prevé que caiga hasta 17,5 dólares la onza.

Por otra lado, el cobre, metal fundamental en la economía chilena y que tiene gran correlación con el tipo de cambio del peso chileno y con el IPSA, principal índice de Santiago, tampoco vive un buen año. En este caso la demanda financiera tiene mucho menor peso, y la explicación se encuentra en la economía real a miles de kilómetros. Y es que los datos económicos de China en 2013 están reduciendo el precio del cobre este año. En Londres cotiza cerca de los tres dólares por libra.