El otro gran cambio en el test de idoneidad que más se comenta en el sector financiero, además del de la sostenibilidad

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Firma: Nick Fewings (Unsplash)

El 2 de agosto entra en vigor una modificación de MiFID II que obliga a incluir criterios de inversión sostenible en los test de idoneidad que las entidades financieras realizan a sus clientes para evaluar su perfil de riesgo antes de la contratación de un producto financiero.

Son muchas las dudas que sigue generando esta modificación ya que se producirá sin que muchas directrices para medir esa sostenibilidad de una inversión, como las RTS, estén disponibles, como tampoco lo está del todo la taxonomía. Y a eso hay que unir que faltan unas directrices claras sobre cómo preguntar a los clientes de una forma sencilla que no entre en demasiados tecnicismos que pueden acabar desincentivando precisamente esa inversión sostenible que se quiere conseguir.

Pero es que además, en el sector financiero, también se muestran preocupados por si todos esos esfuerzos que ahora han de hacer para adaptarse a la conocida como Green MiFID II tendrán validez en el tiempo ya que preocupa una consulta lanzada por la Comisión Europea que implicaría radicales cambios precisamente en los test de idoneidad.

Se está pensando en una especie de carnet del inversor

"Se trata de una consulta que dice que quizá la conveniencia e idoneidad no se realicen en cada asesoramiento de un profesional sino en relación a la persona. Que las personas tengan un sello de idoneidad donde se incluyan sus características como inversor", explicaba recientemente Josep Soler, consejero de EFPA Europa y delegado ejecutivo de EFPA España, en una entrevista con FundsPeople. En concreto se refiere a esta consulta lanzada en marzo de este mismo año y ya cerrada en la que lo que se propone es analizar la viabilidad de una especie de carnet de inversor individual homogeneizado que sirva para contratar un producto financiero en cualquier entidad.

"Modificar los actuales test de idoneidad y conveniencia de MiFID II y MiFIR conllevaría unificar los servicios de inversión ofrecidos a minoristas, ajustar el enfoque actual de evaluación por producto, con uno nuevo de evaluación global del cliente que tenga como resultado una asignación de activos personalizada", explicaban desde FinReg360 tras conocerse la consulta. La consultora además avisaba de que “en el caso de salir adelante, requerirá una revisión profunda de la normativa MiFID y el efecto en las entidades puede llegar a ser muy relevante, puesto que supondría revisar todos los procesos definidos para la prestación de los servicios de inversión".

Un cambio radical que genera muchas dudas

La consulta, que se dirigía a todas las partes interesadas, incluidas las organizaciones de consumidores o inversores minoristas, entidades de crédito o brokers, finalizó su periodo de respuesta a finales de marzo por lo que aún no hay conclusiones. Pero distintas fuentes del sector han mostrado sus dudas sobre la idoneidad de un carnet de inversor teniendo en cuenta que un mismo inversor puede tener carteras para diferentes objetivos financieros o puede modificar su perfil de riesgo en función de distintas circunstancias, solo por citar dos ejemplos. Además, se preguntan cada cuanto tiempo se debería actualizar ese carnet.

En todo caso, tanto si la consulta acaba en normativa o no, ésta es solo una prueba más del tsunami regulatorio al que se enfrenta el sector financiero, que no tiene visos de relajarse.  "Con MiFID siempre está todo en revisión", afirma Sara Gutierrez Campiña, socia de FinReg360. Algo de lo que la industria se ha quejado en muchas ocasiones. "Lo que pedimos desde el sector es no vivir en una permanente adaptación a la normativa. Este año 130 proyectos normativos y creemos que la adaptación debería ser puntual pero no puede convertirse en una forma de vida ya que son recursos que no destinamos a explotar la creatividad en el sector", afirmaba recientemente Elisa Ricón, directora general de Inverco.