El papel de los temáticos para optimizar el trinomio rentabilidad-riesgo-impacto

De izquierda a derecha, María Rivera (Banca March), Mónica Rueda (Singular Bank), Salomé Bouzas (Tressis) y Elena Armengot (BNP Paribas AM). Fuente: FundsPeople.

El binomio rentabilidad-riesgo ha sido históricamente el concepto fundamental en el que se ha basado el mundo de las inversiones, pero ese tándem se ha convertido ya en un trinomio, al habérsele unido el criterio del impacto recogido en el artículo 9 de la SFDR. La apuesta por inversiones que pretenden generar un impacto social o medioambiental positivo y cuantificable está en auge y los fondos temáticos pueden jugar un papel relevante en la optimización de estos tres criterios, según asegura un grupo de gestoras en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por BNP Paribas AM, en el que también se ha hablado de los temas que están experimentando una mayor demanda y por cuáles apuestan las compañías.

Banca March lleva desde finales del 2019 incluyendo en la ecuación de rentabilidad y riesgo la variable impacto, donde el papel del temático ha sido clave”, según pone de manifiesto María Rivera, responsable de estrategia de temáticos Next Generation del banco, quien matiza que, desde el punto de vista de las inversiones, cualquier fondo de impacto puede clasificarse como fondo temático, pero no todos los temáticos son catalogados como fondos de impacto.

“El lanzamiento de fondos temáticos se ha mas que triplicado en Europa y esto ha facilitado este tipo de inversiones, que antes estaban más orientadas a la inversión ilíquida o través de infraestructuras, señala Rivera. “Poder invertir en cotizadas a través de este tipo de vehículos, con inversiones mucho más nicho y en las que puedes cuantificar el impacto ha supuesto una revolución. El cliente quiere saber dónde deposita el dinero y cuánto bien está haciendo a la sociedad y, a través de este tipo de fondos, la medición es mucho más sencilla”, añade.

Mónica Rueda, directora de Análisis de Fondos de Inversión de Singular Bank, explica que, con las inversiones de impacto que benefician a la sociedad o al medioambiente, las empresas buscan minimizar los riesgos en su actividad y generar un retorno financiero para el accionista o inversor. “La sostenibilidad es la gran apuesta y, en la parte de temáticos, es raro aquel que no tiene ya una alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) salidos del Acuerdo de París. Estas inversiones permiten tener un impacto en la sociedad”, apunta.

Llegar a más nichos

Para Salomé Bouzas, analista de Fondos de Inversión y gestora de carteras de Tressis, los fondos temáticos no difieren mucho de los fondos de renta variable tradicionales en términos de rentabilidad-riesgo. Pero desde el punto de vista del impacto y a la hora de construir una cartera, “te ofrecen la posibilidad de decidir a dónde quieres dirigir el impacto, por ejemplo, hacia el área de los recursos naturales o bien a la parte social. Te brindan ese universo para poder elegir que es lo que realmente quieres impactar”.

“Todos estos fondos, desde su nacimiento, están convencidos del tratamiento de las métricas extrafinancieras que ya muchos clientes piden y que cada vez se tendrán más en cuenta, también por la regulación. Los temáticos nos proporcionan una capacidad para llegar a más nichos de los que podemos alcanzar con fondos más generalistas”, afirma Bouzas.

Los temáticos medioambientales

Elena Armengot, directora de Ventas de BNP Paribas AM, detalla que el crecimiento de los fondos temáticos se ha triplicado en los últimos tres años, con 595.000 millones de dólares en activos bajo gestión, “y la temática que más ha crecido es la medioambiental, fondos que son Artículo 9 en su mayoría”.

BNP Paribas AM cuenta con una metodología clara de medición de impacto y traduce los indicadores ASG a términos comprensibles, explica Armengot. Por ejemplo, en el caso del BNP Paribas Energy Transition, el informe de impacto medioambiental desmenuza las reducciones de gases de efecto invernadero y su equivalencia en coches en carretera, los megalitros de agua que se ahorran o las toneladas de basura reciclada, entre otros.

Los temas que experimentan más demanda

Singular Bank tiene identificadas cinco megatendencias (cambios demográficos, geopolítica, nuevos patrones de consumo, disrupción tecnológica y cambio climático) a las que asigna un porcentaje de peso en su fondo, atendiendo fundamentalmente al entorno macro y a otros factores como la relevancia de los índices globales y el momentum de cada una de ellas, según explica Mónica Rueda.

De este modo, la entidad modula cada megatendencia y desde el año pasado ha ido reduciendo el peso que tenían la disrupción tecnológica y el cambio climático en el fondo, este último porque “la transición energética no será tan rápida como cabría esperar, sobre todo tras la guerra en Ucrania”. Sin embargo, ha elevado la apuesta por otras tendencias más ligadas a los nuevos patrones de consumo, gracias al desarrollo del metaverso y la transformación de la industria del lujo, que son más defensivas.

Respecto a la demanda de los clientes, la directora de Análisis de Fondos de Inversión asegura que tecnología y sostenibilidad son las principales peticiones.

Inversiones cada vez más nicho

Salomé Bouzas (Tressis) asegura que el cliente final demanda a veces temas muy específicos y en ocasiones es complicado satisfacerlos porque “no puedes montar un fondo cuando solo hay tres compañías en el mundo dedicadas a ello”. En cualquier caso, se tiende a las inversiones cada vez más nicho y hay interés, por ejemplo, en ciberseguridad a colación del conflicto en Ucrania.

Pero sí hay algo por lo que apuesta Tressis es por la sostenibilidad, que ve como una cuestión estratégica desde 2014 a la que ha ido dando más peso desde entonces. “Nuestro fondo de fondos de tendencias es sostenible, pero no estamos sesgadísimos a nada en particular porque la sostenibilidad incluye una gama muy amplia, desde coches eléctricos hasta innovación en el ámbito de la agricultura”, añade.

Banca March también ha identificado aquellas tendencias que están transformando la sociedad y la economía y que representan oportunidades de inversión y las agrupa en tres ejes: revolución 4.0, sostenibilidad y medioambiente, y demografía y estilo de vida. Pero además de estos tres grandes bloques, la entidad “invierte bajo el prisma de los cambios que se están llevando a cabo en el mundo, buscando y seleccionando la temática relacionada. Es una visión de arriba-abajo”, expone María Rivera.

Transición energética y revolución digital

Desde el punto de vista de las inversiones, la responsable de estrategia de temáticos Next Generation de Banca March cree que la principal apuesta es transición energética y revolución digital. “Tras grandes guerras y crisis, la inversión gubernamental se dirige siempre a determinadas áreas y vemos que los esfuerzos públicos apoyarán ahora estos dos temas”. En este sentido, “a la hora de seleccionar las temáticas para las carteras, para nosotros es muy importante que se cumplan dos aspectos. En primer lugar, que la temática perdure en el tiempo. En segundo lugar, que estos cambios estén apoyados por tres grandes fuerzas: la rentabilidad económica, el respaldo social y el apoyo gubernamental”.

La restauración de los ecosistemas

Los temas que han crecido más en Europa han sido el medioambiente, la innovación y la salud, según indica Elena Armengot (BNP Paribas AM), quien destaca que estos temas son “muy amplios” y abarcan muchos sectores más allá de las energías limpias. “Por ejemplo el BNP Paribas Energy Transition cubre un universo muy grande de 2.000 compañías e invierte en compañías muy innovadoras, algo que te obliga a tener a muchos especialistas gestionando”.

Dentro de la temática de medioambiente, BNP Paribas AM considera muy interesante la restauración de ecosistemas. De hecho, lanzó un fondo hace un año, BNP Paribas Ecosystem Restoration, que invierte en empresas dedicadas a la restauración y preservación de los ecosistemas globales y el capital natural, como el control de la contaminación en el agua, tecnologías relacionadas con semillas agrícolas o modos alternativos de transporte.