El potencial de las marcas de lujo

Este año no será muy diferente del año anterior y eso implica que la volatilidad estará presente durante algunos largos períodos de tiempo (el año pasado fue el más volátil desde 1937 para la bolsa norteamericana, superando incluso a 2008), por lo cual la estrategia, nuevamente, es dedicarse a ser muy selectivo o, lo que llaman los especialistas, una estrategia de “sector picking”.

El sector de los bienes de lujo llama mucho la atención de los inversionistas para los próximos años, basándose en algunos hechos particulares que vienen ocurriendo en Asia. A pesar de la leve caída esperada en el crecimiento económico global, Asia seguirá siendo la región más dinámica del planeta, lo que implica que su población, será cada vez más rica. Los patrones de desarrollo han mostrado que en esta etapa, las poblaciones tienden a consumir más bienes de lujo, que incluyen productos como oro y joyería, vehículos de lujo, cosméticos, vestuario (incluyendo carteras, relojes, etc) e, incluso, hasta algunas marcas de alimentos o licores.

El último año da buena cuenta del desalineamiento que tuvieron las acciones de las marcas de lujo, con los índices accionarios agregados a nivel global. Mientras los índices han estado anémicos, las acciones de Hermes y Bulgary crecieron un 80% y 61% (en moneda original), respectivamente. Igual sucedió con otras marcas, siendo Richemont una de las menos dinámicas. Sin embargo, lo que vienen siendo los crecimientos reportados en ventas de algunas de estas marcas, son sorprendentes: Richemont registró en el último trimestre del año pasado, un crecimiento de sus ventas del 24%, que no deja de ser considerable en un mundo en desaceleración. Para esta marca no sólo creció Asia (que fue la región de mayor dinamismo), sino que también lo hicieron las ventas en Europa y Américas.

Ahora bien, entre los factores que los analistas quieren destacar para aprovechar los bienes de lujo, se encuentran no solo el crecimiento de la clase media en China, sino la perspectiva de que el gobierno chino disminuirá los impuestos que carga a este tipo de productos, lo cual puede impulsar su consumo, especialmente entre las clases que no pueden comprar estos bienes en ninguna otra parte del mundo. Una explicación sencilla: la población más rica de China viaja a otras regiones del mundo a comprar bienes de lujo (especialmente Hong Kong y Europa), pues a pesar del costo de transporte, a gran escala es más barato comprar allá que en una tienda de Beijing, Shangai u otra de las ciudades chinas donde están en crecimiento las tiendas de marca.

De manera menos “científica”, los periódicos argumentan que existe un potencial de corto plazo en las ventas de artículos como vestuario y accesorios, pues es bien sabido que los bonos anuales (generalmente correspondientes a un mes de salario adicional) de personas de posiciones de rango medio con ingresos entre RMB 4.000 a RMB 6.000 (USD 633 a 950) mensuales, terminan en lujosas carteras, maletines, chaquetas y otros artículos dentro de esta categoría.

Obvio que no se puede olvidar a la población de alta riqueza, pues son un factor fundamental en toda la cadena de lujo en China. Unos pocos datos nos dan idea del potencial que los bienes de lujo tienen en China: se estima que en la actualidad en China existen 5.000 individuos con fortuna superior a 50 millones de dólares, la segunda población en el mundo luego de Estados Unidos. Además, se estima que en 2015 China será el mayor mercado de bienes de lujo, superando a Japón que tiene dicho estatus en la actualidad. Y, por si fuera poco, un reporte de JP Morgan tiene cifras sorprendentes respecto a vehículos de alta gama: en 2007, se vendieron en China 237 mil vehículos, el año pasado se estima que fueron algo más de 1 millón, y en 2015 (dentro de sólo 3 años), esa cantidad se habrá más que doblado, alcanzado los 2,3 millones de vehículos de lujo vendidos en China.

Para finalizar, también es importante destacar el incremento registrado en la venta de oro y joyería durante la temporada de Año Nuevo Chino en ciudades como Beijing, Tianjin y Shangai, que dieron un incremento del 57,6%, 66.7% y 61,8% respectivamente. El consumo en China no da señales de aflojar y el de bienes de lujo menos, razón más que suficiente para pensar que la perspectiva del sector puede ser ampliamente positiva de cara a los próximos años.