En la actualidad se muestran optimistas con segmentos de mercado como los MBS o los CMBS aunque en términos generales son más defensivos con el crédito corporativo de lo que fueron en el pasado.
"Buscamos una construcción de cartera que proporcione una relativa estabilidad en tiempos de crisis, al tiempo que produzca un alfa razonable", afirma Tad Rivelle, responsable de renta fija de la gestora y gestor del fondo. Y lo hace reconociendo que a veces esa estabilidad les lleva a poder resultar poco emocionantes para un inversor que cada vez está más acostumbrado a ver cómo los fondos de renta fija asumen riesgos a veces sin demasiada medida.
Ellos lo hacen solo cuando ven oportunidades. Sucedió en marzo y abril de 2020 cuando, en plena tensión del mercado de deuda, optaron por sumar más deuda corporativa a su portfolio. Esto, afirma, ha sido e gran acierto del fondo de este año. En la actualidad se muestran optimistas con segmentos de mercado como los MBS o los CMBS aunque en términos generales son más defensivos con el crédito corporativo de lo que fueron en el pasado.
"Gestionamos activamente el presupuesto de riesgo del Fondo durante un periodo de muchos años. Cuando las oportunidades son abundantes y los rendimientos elevados, los presupuestos de riesgo se amplían de modo que se enfatizan las asignaciones a la deuda corporativa de largo plazo, la deuda de alto rendimiento, los valores de mercados emergentes y los valores estructurados subordinados", afirma. Y esa filosofía del fondo les ha dado más resultados positivos que negativos. De hecho, según los datos de Morningstar, este año de fuertes caídas en la renta fija estadounidense el fondo, que cuenta con el Sello FundsPeople 2021 por su clasificación de Consistente, consigue estar prácticamente plano y a tres años logra una rentabilidad anualizada que supera el 5%.