El regulador americano amplía la exención a la norma Volcker para ciertos fondos extranjeros

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Dos años más de moratoria. Las principales entidades regulatorias de Estados Unidos han ampliado el plazo de exención de ciertos fondos extranjeros a la normativa Volcker. En 2017 ya aseguraron que no tomarían medidas regulatorias contra dichos fondos ya que interpretaban que debían estar exentos de la norma, pero ante la complejidad del asunto han tomado medidas más explícitas.

La norma Volcker –inspirada en el presidente de la Reserva Federal Paul Volcker- prohíbe a nivel general que los bancos operen en ciertos nichos de actividad con sus propias cuentas y limita sus operaciones con fondos de capital riesgo. El objetivo era proteger a los clientes de los bancos al evitar que cayesen en actividades especulativas que contribuyeron a la crisis financiera de 2008.

¿Qué implicaciones tiene la ley Volcker para los fondos?

En su momento, la implementación generó una importante incertidumbre en la industria de la gestión de activos. Especialmente en el sector del capital riesgo, que vivió un frenazo en 2013. Se temía una reducción de la liquidez en los mercados y un incremento en los costes de transacción, con la consecuente caída en la demanda. 

Según explicábamos en Funds People en su momento, la ley Volcker suponía prohibir a las entidades depositarias y sus filiales participar en operaciones por cuenta propia a corto plazo con determinados valores, derivados, futuros y opciones. Además, imponía limites a las inversiones en 'hedge funds' y en fondos de capital privado, así como a ciertos tipos de relaciones con ellos.

Tras esto, la normativa ha tenido varias revisiones antes de su aprobación final que añadían matices necesarios. Por ejemplo, se distingue entre la especulación de market making (que crea liquidez en los mercados) de la de cobertura (o hedging). “Según la legislación, esta última estaría autorizada porque sirve para que los bancos puedan intervenir en los mercados y así reducir la volatilidad en las cotizaciones de los productos financieros de sus clientes, o para protegerse de las variaciones excesivas en los precios. Sin embargo, distinguir entre ambos tipos de especulación resulta más que difusa”, se analiza en el artículo de 2013.