Philip Max Meier, gestor de crédito de mercados emergentes de DWS Investments
A pesar del sentimiento de aversión al riesgo actual, las gestoras no pasan por alto el potencial de los mercados emergentes, tanto derivado de la rentabilidad de los mercados de bolsa y renta fija, como de las divisas. Para Philip Max Meier, gestor de crédito de mercados emergentes de DWS Investments y co-gestor del fondo DWS Invest China Bonds, el renminbi offshore –es decir, el hongkonés o CNH- es la divisa más infravalorada del mundo frente al dólar, según el llamado índice Big Mac. Una infravaloración que llega hasta el 50% y que se podría corregir en una década.
“El renminbi se apreciará un 5% de forma anual frente al dólar en los próximos 5 años”, dice el experto. Una subida gradual que se desglosa en distintas partes: así, la divisa se apreciaría un 3% al año en condiciones normales de mercado, porcentaje al que se sumaría un 2% adicional derivado de dos fuentes. En primer lugar, el uso de la política cambiaria para combatir la inflación –aunque la inflación general ya ha tocado techo debido al encarecimiento de los alimentos y la energía, en los próximos años se producirá un alza en la inflación subyacente, es decir, en los salarios, según sus perspectivas- y en segundo término, del compromiso político de internacionalizar la divisa y desarrollar su mercado.
“El Gobierno chino está impulsando la fijación del comercio en CNH, no en dólares”, dice el gestor, que considera que la apertura del renminbi onshore tardará en producirse al menos 5 años. “China aúna el 12% de las exportaciones y el 10% de las importaciones, lo que significa que participa en el 20% del comercio mundial, y sólo en un año el 6,2% de las transacciones se han fijado en renminbis”, afirma. De hecho, la divisa se revaloriza en lo que va de año a pesar de la aversión al riesgo de los mercados, gracias a la continua entrada de capitales. “Aunque se están vendiendo activos emergentes, este mercado tiene muy buen soporte de flujos y mientras haya demanda, habrá apreciación”, dice, considerando que los inversores occidentales y asiáticos aún han de llegar mucho más, aunque han de ser educados en el activo.
El fondo que gestiona, DWS Invest China Bonds, ofrece a los inversores una exposición prudente a la historia de crecimiento económico chino y sobre todo a la apreciación del renminbi a través del mercado Dim Sum, es decir, el mercado de bonos denominados en CNH y establecido en Hong Kong. De hecho, el fondo toma muy poco riesgo de crédito, diversificado a través del rechazo de excesivas apuestas sectoriales o individuales, y se centra en el riesgo divisa. Así, pretende ofrecer rendimientos anuales de en torno al 7,5% (el 5% derivado de la divisa y el 2,5% de la rentabilidad de los bonos).
Por esta razón, el fondo -lanzado en agosto y registrado en Luxemburgo bajo la normativa UCITS IV-, también evita los bonos de compañías financieras chinas, centrando su inversión en otras empresas locales –sobre todo bonos denominados en renminbis pero también en dólares cubiertos a CNH- y también en emisiones de bonos en CNH de firmas internacionales, además de depósitos en divisa local. Para seleccionar los nombres chinos que tiene en cartera –compuesta actualmente por 32, y que pueden oscilar entre 25 y 50-, DWS cuenta con un aliado local, la gestora Harvest –de gran importancia teniendo en cuenta que la mayoría no tienen rating-, y para elegir los de las multinacionales que emiten bonos en CHN, con la experiencia de DWS.
Los bonos tienen un rating medio de grado de inversión, con una exposición a high yield de hasta el 30% y una duración media de 3 años.
Perspectivas de crecimiento
El mercado, que actualmente tiene un tamaño cercano a los 30.000 millones de dólares o 188.000 millones de renminbis, ha venido creciendo exponencialmente, razón por la que Meier confía en que en 2012, en condiciones normales de mercado, podría más que duplicarse y alcanzar los 500.000 millones de renminbis. El gestor considera que tiene sentido la emisión en bonos en esta divisa por parte de empresas extranjeras en la medida en que es convertible a dólares y se puede utilizar para la inversión en capital y también para invertir en productos financieros en Hong Kong. El fondo cuenta con dos clases, una en euros cubierta frente al dólar y otra en dólares para jugar de forma pura la revalorización del CNH frente a la divisa estadounidense.
El gestor considera que el mercado Dim Sum es la mejor forma de acceder a la historia de crecimiento chino y de apreciación de la divisa frente a otras opciones como los NFD (non-deliverable forward) –ya que aprovechan el movimiento de la divisa pero cuentan con carry negativo y tienen el riesgo de contrapartida característico de los derivados- o a través de fondos de renta variable. “La bolsa tiene exposición a la divisa pero ésta no es el principal contribuidor de su retorno y además sufre la volatilidad propia del activo”, apostilla.