El retroceso del oro no anula el interés de los inversores: los ETF vuelven a registrar suscripciones récord

corona rey
barockschloss, flickr, creative commons

Septiembre no fue un buen mes para el oro, uno de los activos que más alegrías ha dado a los inversores en este complicado 2020. El metal despidió el noveno mes del año con una caída del 4,16%, la peor caída mensual desde noviembre de 2016,  que le dejó por debajo de los 2.000 dólares la onza. Las causas fueron fundamentalmente dos: la cierta recuperación del dólar y las dudas sobre si las políticas monetarias conseguirán ese alza de la inflación que tan bien sienta al oro.

Causas ambas que si bien impactaron en el precio del metal en el mes de septiembre, no anularon el interés que el oro sigue despertando en unos inversores a los que cada vez les quedan menos activos seguros a los que destinar su dinero. De hecho, así lo muestran los datos que acaba de publicar World Gold Council, los ETF de oro (incluyen tanto los que replican el comportamiento del metal como los que invierten en acciones de mineras) cerraron el mes de septiembre con un nuevo record de suscripciones (4.600 millones de dólares) lo que eleva a 55.700 millones de dólares las entradas de dinero acumuladas en este 2020, lo que implica un nuevo record anual y eso que aún faltan tres meses para terminar el año.

A nivel trimestral, las tenencias de oro de los ETF aumentaron un 7% sumando 273 toneladas, 16.400 millones de dólares en activos que estuvieron concentradas en fondos norteamericanos. De hecho, la mitad de estas suscripciones netas se concenyraron en dos únicos productos: SPDR Gold Shares, de la gestora State Street, e Ishares Gold Trust, de la firma Ishares.

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Fuente: World Gold Council. Datos a 30 de septiembre

En cuanto a las perspectivas para el metal, habrá que estar atentos a los tres catalizadores que moverán su precio los próximos meses: la incertidumbre del mercado, la evolución del dólar y las perspectivas de inflación. Con respecto a la primera, desde World Gold Council recalcan que son muchas las incertidumbres que pueden seguir provocando volatilidad en el mercado y por tanto aupar el precio del oro.

“En EE.UU. los analistas del mercado creen que hay una buena posibilidad de que las elecciones presidenciales de EE.UU. sean disputadas y no resueltas durante algún tiempo después del día de las elecciones. Además, la dinámica contenciosa en torno al proyecto de ley de estímulo y la nominación a la Corte Suprema de Justicia ya están azotando a los mercados. En Europa, un escenario Brexit sin acuerdo es posible y podría interrumpir el comercio en la región y a nivel global los casos de COVID-19 están aumentando a medida que avanzamos hacia el otoño, con el Presidente Trump como el más reciente líder mundial infectado”, afirman.

En cuanto al dólar, el consenso estima que pese al leve repunte que ha protagonizado la divisa en las últimas semanas, su tendencia a corto plazo seguirá siendo a la baja. “Opinamos que la caída que hemos presenciado desde marzo es sólo el comienzo. Esperamos una tendencia a la baja del dólar más significativa a medio y largo plazo”, afirma Robbie Boukhoufane, gestor de renta fija de Schroders, basándose en cinco factores clave: financiación, tipos de interés a la baja, la rentabilidad relativa del oro con respecto a  otros activos del mercado, la flexibilización cuantitativa y la desdolarización a largo plazo al calor a medida que surgen nuevas alternativas que pueden actuar como reserva mundial.

Respecto a la inflación, aunque sigue siendo débil, están creciendo las voces que apuntan a un repunte de la misma en el medio plazo y de hecho son varias las gestoras que ya juegan con la idea de una inflación elevada a la hora de componer sus carteras . “En los próximos 12 meses, la debilidad del dólar y el aumento de la inflación serán probablemente los vientos de cola clave detrás del oro, especialmente dado que se espera que la Reserva Federal de los EE.UU. deje que la inflación suba por encima del 2% como parte de su objetivo de inflación promedio”, afirman desde WisdomTree. Y de momento, en EEUU ya se ha visto la cuarta subida de la inflación consecutiva mensual, que implica un repunte anual del 1,4%.