El Tesoro cobra por primera vez por una emisión de deuda a 10 años: la valoración de los gestores españoles de renta fija

El bono español a 10 años ha registrado un nuevo mínimo histórico y se ha subastado en el mercado primario en negativo por primera vez, situándose en el -0,016%. De esta manera, el Tesoro cobra por primera vez por una emisión a 10 años.

Con este descenso se afianza la reducción de los tipos de interés de la deuda española, que en noviembre registraron nuevos mínimos históricos: el coste de la deuda en circulación se sitúa en el 0,18% y el tipo del stock de deuda se situó en el 1,86%.

Un movimiento que los gestores de fondos españoles explican en las acciones acometidas por el Banco Central Europeo (BCE). A continuación, los gestores de fondos españoles de renta fija valoran este hito histórico para el mercado de deuda en España.

German García Mellado, gestor de Renta Fija, A&G Fondos

German García Mellado, A&G

La actuación de la autoridad monetaria europea ha hecho que se produzca una distorsión importante entre muchos activos financieros y sus fundamentales. Esto, unido a otro hito importante que hemos tenido en 2020, como es el Fondo de Recuperación Europeo, que en cierto modo empieza a mutualizar la deuda de la eurozona, hace que los riesgos de fragmentación de los países miembros sean cada vez más reducidos.

El hecho de que España se financie a tasa negativas a 10 años debe englobarse dentro del comportamiento del resto de bonos de la eurozona, ya que Alemania ofrece el -0,6% a 10 años y otra economía periférica como la portuguesa renta incluso menos que los bonos españoles al mismo plazo(-0,03%).

Creemos que mientras sigan los programas de compras de BCE (APP y PEPP) con los volúmenes que tienen ahora mismo, se mantendrán las rentabilidades de los gobiernos en niveles muy reducidos, lo que permitirá a los estados miembros seguir financiando las políticas fiscales expansivas para reactivar las economías por el efecto de la pandemia.

Rafael Valera, consejero delegado, Buy & Hold

Rafael Valera, Buy Hold

Nosotros en abril estábamos vendidos del bono español. Tan pronto se paralizó el mundo, deshicimos toda la posición previendo que el BCE se pondría a comprar, como finalmente hizo. Es bueno recordar que cuando Lagarde verbalizó que este tema no iba con ella el bono español superó holgadamente el 1% de rentabilidad; a la semana siguiente corrigió su error, y hoy observamos el bono en negativo.

Pensamos que el hecho de que el BCE decida sostener la deuda pública de España en estos niveles es un tema absolutamente político y, como es así, no volveremos a jugar en contra de quien manda en este juego, que es el BCE.

Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión de Mutuactivos

Hoy el bono español ha tocado su mínima rentabilidad histórica, dos puntos básicos, y el portugués ha pasado a territorio negativo. Pero este movimiento no se debe a una buena situación de la economía española, sino a las compras del Banco Central Europeo y a una rentabilidad muy negativa del bono alemán.

La rentabilidad del bono español está formada por la del alemán y la prima de riesgo. El primero está cotizando a los niveles más bajos del año a excepción de marzo. La prima de riesgo española ya estuvo a estos niveles en verano del año pasado. Además, el nivel tan bajo en el que cotiza se debe a las compras que está realizando el BCE y que precisamente hoy 10 de diciembre ha anunciado que continuará realizando hasta, al menos, 2022.

Ignacio Fuertes, director de inversiones de Rentamarkets

ignacio_fuertes Rentamarkets

Al ritmo de compras del BCE, no sería sorprendente ver los bonos periféricos en su tramo a 10 años en negativo. De hecho, antes de la reunión ordinaria que ha celebrado el Consejo de Gobierno del BCE el bono portugués ya estaba a -2 puntos básicos.

El flujo de compras del Banco Central Europeo hace un soporte muy fuerte en los tipos del Tesoro y, por tanto, en las primas de riesgo. Hoy al mediodía se anunciaban incrementos del PEPP en 500 billones adicionales, la extensión del programa hasta marzo de 2022, reinversiones por lo menos hasta final del 2023, la continuación del programa APP a un ritmo de 20 billones al mes y más medidas en torno a los programas de TLTRO. Por tanto, no es un tema mas puntual de una subasta concreta (vía sindicado) o de las ordinarias del Tesoro. El tema tiene un calado más importante por detrás referente a lo que acabamos de comentar.

Hace ya varios años que empezamos a explorar el terreno de los tipos negativos. De hecho fue a comienzos de 2015 cuando los Euribor entraron en terreno negativo y ahí se están manteniendo hasta la fecha de hoy, donde lógicamente cotizan a niveles muy similares a la facilidad marginal de depósito del Banco Central. Por tanto, no es algo nuevo, sino algo a lo que los gestores de renta fija se están enfrentando desde hace ya varios años.

Con el apoyo de la política monetaria actual, los tipos de financiación de los gobiernos permanecerán extremadamente bajos durante bastante tiempo. El incremento de los déficit primarios a los que se van a tener que hacer frente con motivo de la pandemia solo puede tener sentido a un tipo cuasi cero, o incluso negativo dependiendo del país, por lo que el Banco Central va a facilitar el camino para que esto sea posible

Ander Arcaraz y Mikel Ochagavia, gestores Acacia Inversión

Como inversores tenemos claro que no queremos prestar dinero para recibir menos a cambio. No tiene sentido sellar una pérdida nominal y una aún mayor pérdida real (por el efecto de la inflación) a 10 años y además renunciar al cupón (activo sin carry). Además, comprando deuda a largo plazo con interés negativo, estamos incurriendo en un riesgo asimétrico, ya que el recorrido a la baja es muy limitado, mientras que una vuelta al crecimiento y/o inflación podría devolver rápidamente a los tipos al terreno positivo, generando fuertes pérdidas a los tenedores de bonos.

Llevamos opinando lo mismo desde 2016, cuando empezaron los tipos negativos en Alemania, si bien el mercado no nos está dando la razón, de momento.

El culpable de esta anómala situación es el Banco Central Europeo, que con sus programas de compras de bonos soberanos (incluidos los de los países periféricos como España) quiere evitar lo que Draghi denomina riesgo de convertibilidad, además del reciente acuerdo de mutualización de la deuda europeo instrumentalizado a través del Fondo de Recuperación anti-Covid.

Ascensión Gómez, directora de Renta Fija, TREA

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La rentabilidad negativa del bono español a 10 años no se debe, en mi opinión, a la confianza de los inversores en la economía española sino a las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo que con su super programa de compras de bonos ( PEPP) ha llevado las rentabilidades a mínimos nunca vistos en la deuda de todos los países europeos.

El bono portugués a 10 años con una calificación crediticia inferior a España y un nivel de deuda mayor cotiza con una rentabilidad más negativa que el bono español.

La continuidad de estos niveles de rentabilidad tan bajos es lo más probable de cara al próximo año puesto que el Banco Central Europeo ha confirmado que continuará con el programa de compras hasta 2022.

María Morales, responsable de Gestión de Renta Fija de GVC Gaesco

GVC Gaesco María Morales

La subasta en negativo del bono a 10 años español es un paso más dentro de un proceso de homogeneización de los países que conforman la zona euro y los estímulos masivos de la política monetaria del BCE que han deprimido los tipos hasta los niveles actuales.

También ayuda el buen rating de España que hace su deuda atractiva a países de todo el mundo. Este panorama no debe cambiar mucho en tanto en cuanto el proceso integrador del proyecto europeo está permitiendo cierta mutualización de las deudas. Hemos ligado nuestro devenir a Europa para lo bueno y para lo malo; por tanto salvo casos esporádicos de episodios que se puedan producir de riesgo país muy concretos, nuestros tipos de financiación estarán muy alineados con Europa.

Borja León-Sotelo, gestor de Renta Fija, Andbank Wealth Management

Si años atrás nos dijeran que veríamos a la deuda española con tipos negativos a 10 años nadie se lo creería pero esto es el resultado de la política acomodaticia del BCE, donde ha inundado de liquidez el mercado y el cual compra casi toda la deuda que emiten los países de la zona euro. Además, la situación económica en España no se ve reflejada en su rentabilidad a 10 años, donde nos encontramos con una tasa de desempleo del 16% y una deuda sobre PIB del 114%, pero las medidas y el respaldo del BCE contrarrestan estos datos macroeconómicos.

La perspectiva de la deuda soberana española va a continuar por la senda tires a la baja, donde podremos ver incluso tipos más bajo si el BCE continua con su programa de compras y su política de tipos bajos, hasta que no haya una situación de recuperación de las economías a los niveles pre-Covid y un cierto repunte de la inflación cercana al 2% no veremos cierto repunto de las tires gubernamentales al alza.