Elecciones italianas: resultados, posibles escenarios, riesgos inherentes y cómo pueden afectar a los mercados

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Simone Ramella, Flickr, Creative Commons

El consenso de mercado esperaba un resultado electoral fragmentado y con margen para sorpresas en las elecciones generales italianas, y lo cierto es que esta expectativa se ha cumplido con creces: el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) ha sido la fuerza más votada al obtener casi el 32% de los votos, frente al 28% calculado por los últimos sondeos; la Liga Norte (LN) ha obtenido el mejor resultado de su historia, con un 18% de los votos, mientras que el gobernante Partido Democrático (PD) sólo captó un 19% de los votos y Forza Italia (FI), la formación de Silvio Berlusconi, un 13,88%. El último giro en esta trama política se ha producido con la renuncia de Matteo Renzi y el anuncio de que el PD engrosará las filas de la oposición. En resumen, los mercados acertaron al esperar un escenario de coalición… pero se equivocaron al calcular el peso de las fuerzas que podrían intervenir en ella.

Según Claudio Ferrarese, gestor de Fidelity, “los menguantes partidos tradicionales están en una posición de debilidad y tendrán que alcanzar un acuerdo con el M5S o la Liga Norte”. Afirma que, aunque ambas fuerzas antisistema tendrán más voz en la agenda política, “los postulados más extremos de cada partido probablemente se atemperen cuando lleguen al poder”. El gestor recuerda que, de hecho, la retórica antieuropea de ambas formaciones se ha atemperado en los últimos meses, aunque vaticina que “harán más hincapié en las políticas expansivas y tendrán una actitud más beligerante ante sus socios europeos”.

El pronóstico del gestor es que “la reacción concreta del mercado dependerá de lo diluido que esté el M5S en dicha coalición: cuanto más suavicen sus posturas a medida que negocien con otros partidos, mejor será para los bonos, al menos inicialmente”.

Philippe Waechter, economista jefe de NAM (Natixis IM), plantea un escenario adicional, en el que se forme “un gobierno tecnócrata con una agenda para reformar la ley electoral y alcanzar estabilidad política”. Con esta solución, el experto cree que “la llegada de un gobierno populista podría posponerse como mucho entre seis y doce meses”.

Con independencia del formato de la coalición resultante, Vincent Reinhart, economista jefe de Standish (BNY Mellon) señala entre sus obligaciones futuras “modular las expectativas de los ciudadanos con respecto a las rebajas fiscales y el aumento de las subvenciones, puesto que el cumplimiento de las exageradas promesas realizadas por los grandes partidos durante la campaña electoral comprometería aún más la difícil posición fiscal del país”. Además, el nuevo ejecutivo deberá “reiterar ante las autoridades europeas su compromiso con la reforma del sector bancario”.

Riesgos

Azad Zangana, economista sénior de Europa de Schroders, declara que el resultado electoral “es muy importante para los inversores internacionales, en particular debido a la envergadura de la economía italiana”. Dicho esto, aclara que, a pesar del auge de los partidos euroescépticos, “el riesgo de que se produzca la salida del euro y de la UE es reducido”, porque la constitución italiana no permite una votación de este tipo, y para reformarla sería necesario el apoyo de dos tercios de la cámara, “una mayoría con la que no cuentan los euroescépticos”.

Así pues, para Zangana el mayor riesgo que levanta este escenario reside en el posible desvío de los presupuestos, o incluso la reversión de las reformas emprendidas en los últimos años: “Esta situación llevaría a Italia a un choque con la UE, y puede que incluso provocase ventas masivas de los bonos”. Zangana alerta de que un gobierno liderado por partidos extremistas “podría provocar que los inversores internacionales se deshiciesen de los bonos del Gobierno italiano, lo que causaría un drástico aumento de los rendimientos de la enorme deuda pública, con un valor de unos 2,2 billones de euros, o el equivalente al 133% del PIB de 2017”. Aunque aclara que la acción compradora del BCE aportará tranquilidad a los mercados, se prevé que la autoridad monetaria finalice su QE a final de año, “lo que colocaría a Italia en una posición más vulnerable”.

Desde Amundi, el economista sénior Andrea Brasili muestra su preocupación por el rumbo del proyecto europeo con fuerzas euroescépticas en el gobierno italiano, así como por las políticas futuras en torno a un tema extremadamente delicado para el país, las políticas de inmigración. Paralelamente, Brasili destaca que este lunes Alemania ha anunciado la reedición de la Gran Coalición entre UCD y SPD, tras seis meses de negociaciones: “Esto dará ímpetu a las acciones para realzar y reforzar la integración europea en las líneas impulsadas por el presidente Macron”. Por esta razón, descarta “un incremento material del riesgo político en Europa, pero Italia tendrá que redefinir su rol dentro de la arquitectura europea”.  

Reacción de los mercados

El FTSE Mib italiano reaccionó en la apertura de la sesión del lunes con una caída del 2%, que se moderó hasta el -0,42% en el cierre. Entre tanto, la deuda soberana italiana mostró una reacción moderada, al subir apenas 4 puntos el bono a diez años, hasta rozar el 2%. Según los expertos de Goldman Sachs AM, esto podría explicarse en parte porque los mercados ya habían puesto gran parte de la incertidumbre en precio. Sin embargo, alertan de que, si la coalición resultante plantea dudas a la viabilidad del proyecto europeo, “podría llevar a un comportamiento de los bonos soberanos italianos inferior al mercado y a una debilidad general de los activos de riesgo europeo”.

Según Adrian Hilton, director de carteras de renta fija en Columbia Threadneedle, el escenario más probable para los mercados en los próximos meses estará marcado “por el regateo y la incertidumbre, mientras se resuelve la parálisis del parlamento”. Bajo su punto de vista, “en el peor de los casos, Italia convocará elecciones otra vez en unos meses”. Teniendo en cuenta el buen momento económico en la eurozona, el experto sentencia que “los diferenciales de la deuda soberana periférica pueden seguir convergiendo hacia los niveles de la deuda core”.

Los expertos de Amundi calculan un ensanchamiento de los diferenciales de la deuda italiana de entre 170 y 190 puntos básicos en el corto plazo, al poner los mercados en precio un escenario más benigno. Para la bolsa, calculan “un incremento de la volatilidad que afectará no sólo al sector financiero, sino al índice FTSE Mib en general, que ha estado batiendo al EuroStoxx 600 en casi un 6%”. Finalmente, ven un debilitamiento temporal del euro frente al dólar.

Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, comenta que, aunque sería probable esperar un repunte de la volatilidad en el corto plazo – los mercados habían puesto en precio una gran coalición entre el PD y FI-, en el medio plazo “la atención del mercado se desplazará desde la política de vuelta a los fundamentales”. Dwane recuerda que Italia creció un 1,5% en 2017, mientras que el déficit cayó hasta el 1,9%. Además, afirma que “parece que el sector bancario ha dejado sus penas atrás y los bancos han empezado otra vez a prestar”.