Emma du Haney (BNY Mellon Emerging Markets Corporate Debt Fund): “Hay una oportunidad estructural en la deuda corporativa emergente”

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Foto cedida

“La deuda corporativa de los mercados emergentes ha atraído más atención de los inversores europeos este año”, asegura Emma du Haney, especialista de producto de la boutique Insight, que forma parte de BNY Mellon IM y gestiona el fondo BNY Mellon Emerging Markets Corporate Debt Fund, que en España cuenta con la calificación de consistente del sello de Funds People.

Ese mayor interés de los inversores europeos se basa en las características de esta clase de activo. “La deuda corporativa de los mercados emergentes ofrece un cupón más alto con una menor duración, pero además tiene un mayor diferencial con un menor nivel de apalancamiento medio, por lo que hay una oportunidad estructural” señala du Haney. Esta clase de activo ha alcanzado los dos billones de dólares en emisiones, por lo que ya supera, tanto al mercado americano como al europeo de bonos de alto rendimiento. El 90% de las más de 1000 emisiones vivas de 66 países distintos, son en dólares o euros, aunque fundamentalmente en dólares. Ahora bien, las diferencias entre las regiones y los países hacen que esta clase de activo sea muy heterogénea, lo que implica mucha volatilidad y muchas oportunidades. Puede haber fuertes rotaciones y cambios en los retornos, a medida que los fundamentales van mejorando.

Esa sensibilidad a los cambios en los fundamentales en un mercado que du Haney caracteriza como “imperfecto, mal entendido y con poca cobertura”, hace que en el proceso de construcción de la cartera el primer paso sea la evaluación del riesgo de cada país. Si esa evaluación es negativa, por regla general no se invierte en emisores de ese país. El paso siguiente es la elección del emisor a través de un proceso de análisis bottom up, que combina la evaluación del riesgo de cada compañía, el análisis de sus flujos de caja, su valoración, sus aspectos legales y su liquidez. “En el BNY Mellon Emerging Markets Corporate Debt Fund, sólo invertimos en emisiones superiores a los 300 millones de dólares, la cartera suele estar compuesta por 70 emisores, en la actualidad de 26 países diferentes” apunta du Haney.

El equipo, que lidera Rodica Glavan, hace una distribución de activos dinámica, con una distribución de los pesos en bonos de alto rendimiento y con calificación crediticia que va cambiando. Si en el bechmark, el JPM CEMBI Broad Diversified TR USD hay un 35% de high yield y un 65% de investment grade, el equipo de gestión de Insight es más flexible. En cuanto a la distribución geográfica, “en la actualidad está sobreponderado el mercado latinoamericano, donde Brasil representa una historia de recuperación, Asia está más cara, aunque hay oportunidades en China” señala du Haney. Oriente Medio está infraponderado y el Este de Europa está ligeramente sobreponderado.

Y en un entorno de cambio de sentido en la política monetaria estadounidense, es inevitable preguntarse qué impacto tendría una subida de tipos de la Fed en esta clase de activo. Según cálculos realizados por Insight en junio, una subida de 50 p.b. en los tipos de la curva americana, todavía permitirían una retorno positivo en el segmento con calificación crediticia en los siguientes 12 meses (+0,89%) así como en el segmento de los bonos de alto rendimiento (+4,15%). Las rentabilidades más altas y la menor duración favorecerían a la deuda corporativa emergente, que no obstante sí se vería afectada en el caso de que esa subida de tipos supusiera una ampliación de los diferenciales.