En las últimas décadas, los países y economías desarrolladas y emergentes se han preocupado cada vez más por el nivel de cultura financiera de sus ciudadanos, especialmente entre los jóvenes. Esto se debe a la creciente sofisticación y expansión de los servicios financieros, lo que significa que muchas más personas deben tomar decisiones financieras y afrontar riesgos financieros que en generaciones anteriores.
Alrededor de seis de cada diez estudiantes de 15 años tienen una cuenta bancaria y/o una tarjeta de crédito o débito. Sin embargo, los alumnos españoles de esta edad se sitúan por debajo de los estudiantes de la OCDE en competencias financieras. Así lo indica el último informe PISA 2022, publicado este jueves, que recoge la definición y evaluación de los conocimientos financieros de los jóvenes.
Los resultados revelan que España registró peores puntuaciones que en el anterior informe PISA, del año 2018. La competencia financiera de los alumnos españoles se situaba en 492 puntos en 2018 mientras que, en 2022, los españoles registraron un total de 486 puntos. Esto indica una diferencia de seis puntos con respecto al informe anterior y doce menos que el rendimiento promedio de la OCDE, que se sitúa en 498 puntos. Liderando la tabla se encuentra Bélgica, con 527 puntos, y de último se encuentra Malasia, con 406. España se sitúa entre Noruega (489 puntos) e Italia (484 puntos).

Rendimiento por debajo de la media en competencias financieras
La alfabetización financiera está reconocida mundialmente como una competencia vital esencial, una mayor educación financiera se asocia a comportamientos financieros más responsables. Esto incluye a los jóvenes, muchos de los cuales se enfrentan a decisiones financieras desde una edad temprana, y pueden ser objeto de estafas y fraudes financieros.
En este contexto, el informe distingue hasta cinco niveles de rendimiento, siendo el quinto el más alto. Según los datos publicados, el 25% de los estudiantes españoles se sitúa en el nivel cuatro y cinco, mientras que un 58% se encuentra en un nivel medio y un 17% en un nivel bajo. Solo el 5% de los españoles registraron el nivel de conocimiento superior, mientras que en la media de la OCDE el porcentaje es del 11%. Países Bajos (19%) y Bélgica (16%) son los países que tienen más porcentaje de alumnado en el primer nivel de rendimiento.

Cerca de la mitad de los estudiantes españoles afirmaron que les gusta hablar sobre asuntos de dinero en España (51%). De los participantes, el 52% de los españoles pudieron responder correctamente al menos a cinco de las siete preguntas sobre conocimientos financieros, superado por Hungría (75%), Polonia (68%) o Países Bajos (54%). Por debajo están Brasil (26%), Costa Rica y Perú (36%) o Italia (39%).
Sin embargo, los españoles se sitúan ligeramente por debajo del promedio de la OCDE al informar de que conocían los 16 conceptos financieros que se les presentaban, respondiendo correctamente, de media, a siete de ellos. Los conceptos más aprendidos eran sueldo (75%), presupuesto (70%), empresario (68%) y préstamo bancario (66%). Los menos conocidos fueron interés compuesto (21%), tipo de cambio (21%), diversificación (19%), retorno de la inversión (18%), y depreciación (9%).
Exposición a la educación financiera en el hogar y en la escuela
Entre 2012 y 2022 el rendimiento medio de alfabetización financiera ha aumentado y disminuido en diferentes países. En el caso de España, Brasil, Perú y EE.UU, el rendimiento medio mejoró en más de 17 puntos, en comparación con países como Bélgica, donde disminuyó en 14 puntos o Polonia y Portugal, donde el rendimiento descendió entre 11 y 14 puntos. Los estudiantes declararon haber estado expuestos a tareas relacionadas con las finanzas personales en la escuela, sobre todo en las clases de matemáticas, pero también en las de ciencias sociales, ciudadanía, economía o empresariales.
Por otro lado, los estudiantes que declaran hablar de sus propias decisiones de gasto con sus padres semanal o mensualmente obtuvieron 12 puntos más en conocimientos financieros que los que declararon no haber hablado nunca de ello. De media, en los países y economías de la OCDE, el 64% de los estudiantes afirma hablar con sus padres semanal o mensualmente sobre sus propias decisiones de gasto. Los resultados oscilan entre el 52% de los alumnos de Perú y Arabia Saudí y el 71% de los de Noruega.
Los estudiantes españoles hablan con sus progenitores al menos una vez a la semana sobre dinero para compras (49%), la paga (39%), sus ahorros (38%), sus gastos (37%) y las compras por Internet (36%). Sobre este último asunto, el 85% de los españoles realizó compras por Internet en los 12 meses anteriores al estudio, similar a los datos promedios de la OCDE (86%). Un 58% de ellos usó el móvil para pagar, siendo la media de la OCD del 66%.
Situación socioeconómica: un factor que marca la diferencia
La situación económica y social del país también influye directamente en el grado de educación financiera de los jóvenes. Al analizar los resultados en función del nivel socioeconómico y cultural del alumnado, España se ha posicionado como uno de los países donde menos desigualdad existe entre el alumnado desfavorecido y el favorecido. Con una diferencia de 73 puntos, esta es 14 puntos menor que el promedio de la OCDE, y significativamente inferior a países como Estados Unidos (92), Bélgica (104) o Países Bajos (97).
Sobre las diferencias por origen, los estudiantes nativos de la mitad de los países que participaron en el estudio, mostraron mejor rendimiento que los estudiantes inmigrantes. En España, la diferencia es similar a la media de la OCDE, con 30 puntos frente a los 31 registrados en la OCDE. Solo Canadá muestra un comportamiento contrario, donde los alumnos inmigrantes tienen mejor competencia financiera que los estudiantes nativos (-15%).