Los inversores aún se resisten al cruce de estrategias
Aunque la crisis aceleró la convergencia entre gestores tradicionales, con portfolios long-only, y profesionales de hedge funds, ésta es aún una tendencia emergente, según el estudio Breaking Down the Walls, elaborado por BNY Mellon y Greenwich Associates a partir de 71 entrevistas con gestores de ambos tipos de productos (30 tradicionales y 23 hedge) e inversores institucionales (18) de EEUU. Así, y mientras los gestores no reconocen la tendencia como un proceso de convergencia en sí, los inversores se muestran reticentes a cruzar las estrategias.
Según publica Trading Markets.com, tras años de deliberación en el seno de la industria de fondos, la convergencia está aún en sus comienzos. Así, el 52% de los hedge funds y el 46% de los profesionales tradicionales que participaron en el estudio afirman que han dado varios pasos hacia la convergencia (lanzando fondos long-only o híbridos en el primer caso o lanzando productos similares a los hedge para captar la demanda institucional en el segundo), pero no reconocen la convergencia como tendencia en sí e infravaloran esta idea.
Algunos han ofrecido productos cruzados durante más de una década, y la mayoría de hedge funds ven los cambios que están haciendo en sus productos no como parte de un proceso de convergencia, sino como una progresión natural de su propio negocio y modelo de inversión, gracias a su flexibilidad para adoptar las estrategias que mejor se adapten a las necesidades de los clientes y ofrezcan mejores resultados. De hecho, muchos gestores hedge piensan que tendrían que hacer pocos cambios en su estructura operacional para lanzar un fondo long-only, regulado o híbrido. El área en el que ven una mayor necesidad de cambios es en la transparencia, pues casi el 60% cree que las políticas en este sentido deberían mejorar si fueran a dar el paso hacia los fondos tradicionales.
Resistencia de los inversores
En cuanto a los inversores, sólo un pequeño número se muestra favorable. El 57% no es receptivo a recurrir a gestores alternativos para aplicar estrategias tradicionales, mientras un 60% de los mismos asegura que no utilizaría a un profesional tradicional para desarrollar estrategias propias del mundo hedge. Si bien perciben ventajas derivadas de la adopción de estrategias hedge por parte de gestores tradicionales, reconocen que los productos de inversión alternativa mantienen ciertas ventajas competitivas cuando gestionan estrategias long-only.
Los inversores afirman que estarían más dispuestos a aceptar este cruce si el gestor recurre a personal con experiencia suficiente o el fondo ofrece suficiente transparencia. Así, el éxito de la convergencia requerirá gestores que desarrollen nuevas capacidades de distribución, que provean mayor transparencia, claros mensajes al hablar de alfa o riesgo y estructuras revisadas de comisiones. Y es que la convergencia también ejercería presión para algunos hedge con respecto a estas últimas, según el informe.
Ventajas cruzadas
Con todo, el conocimiento que tienen los profesionales de un grupo con respecto al otro ofrecería varias ventajas al cruzar la frontera hacia nuevas estrategias. Así, los inversores creen que los gestores hedge ofrecerían una mejor gestión del riesgo y experiencia en generar rentabilidades superiores, mientras los tradicionales tendrían una mejor sensibilidad hacia las necesidades de los clientes y serían más transparentes.
Para Andrew McCollum, de Greenwich Associates, los resultados sugieren que los gestores “de todo tipo deberían estar abiertos a las mejores prácticas que ofrece el conjunto de la industria. Así, los gestores hedge deberían emular las fortalezas de los tradicionales, como sus poderosas marcas y procesos de transpariencia, mientras estos últimos deberían poner atención en estrategias hedge para mejorar su habilidad de reaccionar a los cambios del mercado y convertirlos en oportunidades”.
Con respecto al impacto de la regulación, menos de la mitad de los inversores encuestados afirmaron que acelerará la convergencia, frente al 33% de los gestores hedge y el 30% de los tradicionales.
Según Jim Palermo, co-CEO de BNY Mellon Asset Servicing, los cambios hacia estructuras hedge están empezando a erosionar algunas de las distinciones entre fondos hedge y long-only. Como ejemplo, el cambio de la industria hacia productos más transparentes en el ambiente “post-crisis, como respuesta a las demandas de los clientes, que obliga a hacer esfuerzos hacia una forma diferente de gestionar los riesgos”.