“En una economía cada vez más globalizada, los índices tradicionales han perdido relevancia”

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La geografía de la inversión está cambiando. Según datos del MSCI ACWI Information Technology, Norteamérica aglutina el 73% del sector tecnológico por capitalización de mercado, pero solo el 30% de sus ingresos se generan en esa región. Por el contrario, los mercados emergentes suponen más de un tercio de la demanda mundial pese a que su peso por capitalización en los índices no alcanza el 15%. Otro ejemplo lo encontramos en Japón, cuya industria automovilística representa más del 40% del índice MSCI ACWI Automobiles & Components pero que tan solo genera el 15% de los ingresos mundiales.

Ante esta situación, Capital Group cuestiona la utilidad real de los índices nacionales o regionales. En un white paper publicado recientemente, la inventora del famoso índice MSCI −las iniciales CI hacen referencia a Capital International, antigua denominación de la firma− se plantea si este tipo de índices siguen siendo válidos o si ha llegado el momento de cambiar el enfoque: “En una economía mundial cada vez más integrada, los enfoques de inversión tradicionales que definen mandatos geográficos según el país en el está domiciliada la empresa han perdido relevancia. Hoy en día, la mayoría de las grandes y medianas empresas cuentan con clientes, proveedores y líneas de producción en múltiples países, por lo que el domicilio social de una empresa dice muy poco sobre su potencial de éxito o la evolución de su cotización”.

En la gestora estadounidense consideran que los ingresos son un proxy mucho más eficaz para medir la exposición económica de empresas o carteras, una opinión compartida, entre otros, por MSCI, que ha empezado a generar índices basados en la exposición económica de las empresas a nivel regional y nacional. “Los ingresos son una herramienta muy útil para analizar la exposición económica”, explica Capital Group. “En los tres últimos años, ha sido más relevante conocer el grado de exposición de una cartera a la recesión europea que el porcentaje invertido en empresas domiciliadas en Europa. En 2012, por ejemplo, las empresas con exposición a Estados Unidos se beneficiaron de la recuperación de la demanda en ese país, independientemente de dónde estuviesen domiciliadas”.

Aunque no es un indicador perfecto, los ingresos permiten identificar dónde generan sus ingresos las empresas “lo que nos permite entender mucho mejor los riesgos y oportunidades que presenta una cartera”, apuntan desde Capital Group. “Nuestra estrategia global de crecimiento y renta mantiene una exposición a los mercados emergentes del 24% en términos de ingresos pero de tan solo el 8% en cuanto al domicilio social de las empresas, porque invertimos en empresas de mercados desarrollados que se ven beneficiadas por el rápido crecimiento del consumo en los emergentes”.

Gracias a este enfoque, que la gestora aplica desde hace una década en Estados Unidos y que pronto pondrá en práctica en Europa con el lanzamiento de un nuevo fondo, es posible generar rentabilidades similares a las que se registran en los mercados emergentes con una volatilidad similar a la de los mercados desarrollados.

En opinión de Rob Lovelace, gestor de carteras y nieto del fundador de la firma, “las implicaciones de adoptar este nuevo enfoque son básicamente tres. Primero, es necesario que las empresas modifiquen la forma en que presentan su información financiera para que podamos identificar sus auténticas fuentes de ingresos de forma sistemática y detallada. Este proceso no es difícil pero llevará años. En segundo lugar, debemos replantearnos los filtros que usamos para definir mandatos y preguntarnos, por ejemplo, qué constituye exactamente un fondo o un mandato estadounidense. Por último, gracias a este cambio la industria abandonará la inversión basada en áreas geográficas para volver a centrarse en la inversión basada en objetivos”.