Tasas reales por encima del 3%, la ratio de deuda distressed o el descuento de los bonos inmobiliarios chinos. ¿Qué mensajes nos está dando el mercado de renta fija sobre la economía mundial?
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Estamos en los coletazos finales del ciclo de subidas de tipos más agresivo de toda la historia. Un endurecimiento monetario sin precedentes que nace como respuesta a una inflación igual de histórica. Y, a pesar de todo, la economía global sigue mostrando síntomas de buena salud. “Lo cierto es que la economía está aguantando de manera bastante sorprendente. En realidad, si el consumo y la tasa de empleo están en niveles altos es comprensible que el PIB no se resienta”, reconoce Pilar Arroyo, directora de inversiones del área de renta fija de M&G.
Sorprende tanto la resiliencia de la economía global porque lograr ese soft landing, es decir, subir los tipos agresivamente sin romper algo en la macro, históricamente nunca ha salido bien. Pero según el consenso, con quien coinciden desde M&G, por el momento parece ser el escenario más probable.
La importancia de los tipos reales al 3%
Dicho lo anterior, nos acercamos a la fase final del endurecimiento monetario por lo que ahora cada movimiento pequeño puede mover la balanza. Un ejemplo de esto lo podemos ver en los tipos de interés reales (tipo de interés nominal menos la inflación). Como bien señala Arroyo, es un indicador muy seguido por el mercado porque, históricamente, siempre que ha tocado el 3% ha coincidido con un periodo de recesión. “Esto se debe a que un tipo de interés real del 3% es bastante restrictivo”, explica la experta.
A ese 3% se puede cuando suben los tipos, pero también si baja la inflación. La gran pregunta en el aire es cuál de los dos factores se va a mover y en qué dirección. Por eso, para Arroyo, no se puede descartar del todo el riesgo de un sobreenfriamiento de la economía.
Cuánto más pueden aguantar las empresas
Y esto nos lleva a la siguiente pregunta: cuánto más pueden aguantar las empresas con unas condiciones de financiación tan restrictivas. Es decir, ¿hay riesgo de que veamos pronto una ola de impagos como en la gran crisis financiera? A día de hoy, según los datos que han analizado desde M&G, lo cierto es que no saltan señales de alarma.
Si bien las tasas de default son el indicador más utilizado para detectar problemas en el mercado de renta fija, Ana Gil, directora de inversiones del área de renta fija de M&G, prefiere guiarse por la tasa de deuda distressed en el mercado de high yield, que es más adelantado.
Esta tasa mide el porcentaje de emisores que cotizan con un diferencial de crédito superior a 1.000 puntos básicos. Teniendo en cuenta que la media del mercado de high yield se mueve sobre los 400 puntos básicos, es una buena señal de si hay preocupación entre los inversores. Como vemos en el gráfico anterior que comparten desde M&G, por ahora los niveles siguen contenidos.
Si bien Gil prevé una tasa de impago a 12 meses del 3-4% en Europa, es un nivel muy lejos de lo que podríamos definir como un escenario de riesgo. Dicho esto, si tuviera que señalar algún punto de preocupación en el horizonte cercano, la experta estará atenta a las condiciones de refinanciación que habrá en 2025-2026, que es cuando vence una cantidad importante de deuda, la última que logró sellar las condiciones laxas que había hasta 2020.
¿Qué nos dice el inmobiliario chino?
Esto contrasta muy fuerte con lo que se está descontando en el mercado de bonos high yield inmobiliarios de China. Como vemos en el gráfico que aporta Arroyo, el 87% del segmento cotiza por debajo de 20. Estos son niveles de cotización distressed, poniendo en precio de los bonos una posibilidad de quiebra. Y es un escenario nada desdeñable, teniendo en cuenta el gran peso del sector inmobiliario en el PIB chino (un 20-25% de su economía).
“Los datos han generado ciertos nervios en agosto, pero no un contagio o un nerviosismo excesivo, lo que de momento sigue sin cambiar un escenario base de soft-landing en la economía global -si empeoran los datos analizaríamos de nuevo la situación dada la relevancia de China en el mercado global”, reconoce Arroyo.