Erich Stock (Wellington): “Hemos llegado a España para quedarnos”

Erich Stock y Andrés Pedreño. Foto cedida (Wellington)

Wellington quiere dejar de ser el secreto mejor guardado del mercado nacional. Con 1,2 billones en activos, la firma estadounidense es una de las 20 mayores gestoras del mundo, pero hasta hace escasos meses no contaban con oficina en España. Hasta el año pasado. En mayo de 2022 abrieron oficialmente su oficina de representación en Madrid y lo hicieron de la mano de un equipo experimentado.

La sucursal arrancó con el nombramiento de Álvaro Llavero, gestor de carteras, como representante legal. Y el equipo local de desarrollo de negocio con base en Madrid está formado desde un primer momento por Andrés Pedreño, responsable de ventas para Iberia, y Paula Blanco, que se incorporó al equipo de Marketing en octubre. Ambos trabajan en estrecha colaboración con Erich Stock, responsable de Distribución para el sur de Europa, basado en Milán.

No ha sido un aterrizaje desde cero. Incluso cubriendo la región desde Londres y Milán, la firma estadounidense había logrado hacerse un hueco en las carteras de los inversores españoles, principalmente con productos de renta variable. Antes de desembarcar formalmente, ya tenían más de 1.000 millones en activos en Iberia.

Una relación de confianza

Aun así, la gestora estadounidense consideró necesario tener una oficina local para seguir creciendo. Y es un movimiento estratégico diseñado para el largo plazo, aseguran a FundsPeople. “Hemos llegado a España para quedarnos”, sentencia Erich Stock. El objetivo, afirma el responsable de desarrollo de negocio para el sur de Europa, es más que vender fondos: “Queremos crear relaciones de colaboración con nuestros clientes en España”.

Y es algo que el directivo siente que se valora en el mercado nacional. “Me lo dijo un cliente. Si tiene que elegir entre invertir en un fondo A o un fondo B y hay pocas diferencias entre los productos, siempre apostará por la gestora con la que tenga mejor relación, en quien confíe. Invertirá con alguien con quien le gusta trabajar”, explica.

Una oferta 360

Aunque han tardado en llegar, el plan de ataque de Wellington para el mercado ibérico es poner toda la carne en el asador. No se plantean una primera aproximación tímida. Al contrario. “Tenemos una oferta 360º y es lo que vamos a ofrecer al cliente español”, afirma Andrés Pedreño, responsable de ventas para Iberia. Así, la carta de presentación al inversor español incluye fondos de renta fija, renta variable y, ahora más, inversiones alternativas líquidas e ilíquidas.

En España su buque insignia es el Wellington Global Quality Growth Fund aunque también han captado la atención (y activos) el Wellington Enduring Assets Fund y el Wellington Global Health Care Equity Fund.

Pero aunque en Iberia Wellington es más conocida como una casa de renta variable, el equipo prevé que la balanza se equilibre para asemejarse más al reparto de activos de la casa a nivel global. Es decir, que sus fondos de renta fija aumenten su presencia en el radar de los inversores.

Concretamente, las preguntas de estos días están centradas en crédito. Para esta primera mitad, detectan más demanda por grado de inversión aunque el high yield asoma como gran apuesta para la segunda mitad.

No obstante, siguen notando apetito por renta variable. Aunque con matices. “Los inversores españoles están buscando ideas más en el terreno del value y evitando las partes más growth y, por extensión y sesgo, temáticos”, cuenta Pedreño. Y por último, cree que los alternativos se han hecho un hueco permanente en las carteras. “Los inversores se han dado cuenta de que necesitan contar con nuevas fuentes de alpha”, afirma.

Filosofía Wellington

Uno de los elementos diferenciales que marcan la filosofía de inversión de Wellington es el hecho de que no tienen un director de Inversiones. No hay una visión de la casa. Así, los gestores cuentan con la libertad de construir sus carteras, aunque el ambiente fomenta  la colaboración entre equipos. “Esto también significa que cada equipo gestor es responsable de los resultados que da al inversor”, añade Stock.

Otra de las líneas que marcan el estilo de la estadounidense es su aproximación a la inversión sostenible. Aunque en su mercado natal la ASG se ha convertido en una cuestión casi política, como reconoce Stock, en Europa la convicción de inversor en la ISR es plena. Y Wellington está alineada con esa mentalidad.

“Para nosotros la ASG es una prioridad real”, asegura. Aunque los criterios sostenibles llevan influyendo en su proceso de inversión desde hace años y fueron tempranos en el lanzamiento de fondos de impacto, el directivo reconoce que su aproximación a la regulación ha sido más bien cauta y rigurosa. Solo seis de nuestros 70 fondos están clasificados como Artículo 9 de la SFDR. “Pero es lo que nos ha permitido mantener la reputación y asegurar que nuestros fondos mantienen su calificación como Artículo 9”, sostiene.