Errores de timing: casos concretos de fondos que los inversores utilizan mal

Reloj
Alan Cleaver, Flickr, Creative Commons

Una cosa es comprar un buen fondo y otra muy distinta es utilizarlo bien. Hay una diferencia sustancial entre ambas cosas. A menudo, los inversores compran buenos fondos. Esto ocurre cada vez más, como demuestra el hecho de que los flujos se estén concentrando en los productos con 4 y 5 estrellas Morningstar. Sin embargo, los utilizan mal. Acostumbran a comprar rentabilidades pasadas. Es decir, entran cuando el fondo ha subido o registrado unos resultados superiores a los de sus competidores. Y venden cuando ha caído o el producto ha registrado un peor comportamiento que sus rivales. Esto, al final, tiene un impacto muy importante en la rentabilidad final obtenida por los partícipes, que no siempre casa con la generada por los gestores y, por lo tanto, con la que aparecen en las fichas de los fondos. Es lo que Morningstar denomina behavioral gap.

Existen casos muy ilustrativos que deberían servir al inversor para aprender de la experiencia y no cometer en el futuro los mismos errores. Para ponerle cifras al problema, hemos analizado los resultados generados a cinco años por los gestores de los tres fondos internacionales de renta variable con más patrimonio en España comparándolos con los retornos que, en realidad, han obtenido los inversores. La brecha, en algunos casos, es brutal y evidencia hasta qué punto es importante no tratar de hacer timing a la hora de invertir en fondos de inversión. El Invesco Pan European Equity es el producto internacional de renta variable con más patrimonio en España y también el mejor ejemplo del mal uso que los inversores han hecho de este producto en los últimos cinco años.

La rentabilidad anualizada generada en los últimos años por John Surplice y Martin Walker ha sido del 14,2%. La obtenida en realidad por los inversores una vez analizados los flujos que se produjeron en el fondo en estos cinco años del 5,4%. Es decir: el hachazo en rentabilidad ha sido de 8,8 puntos.

Como dato curioso, que también evidencia hasta qué punto es importante mantener la paciencia y la calma a la hora de invertir en fondos, destaca el hecho de que el 14% de rentabilidad anualizada registrada por el Invesco Pan European Equity en los últimos cinco años es la misma que la generada por el Invesco Pan European Structured, otro fondo superventas en España pero donde la rentabilidad obtenida por los inversores ha sido superior (9%) al haber sido un producto con el que se ha hecho menos market timing. Por tanto, el gap en este producto entre el retorno generado por Michael Fraikin y Thorsten Paarmann se reduce a cinco puntos. Los dos han llegado al mismo puerto. La única diferencia entre ellos es que el primero asumió una mayor volatilidad que el segundo.

Este ejemplo corrobora lo que tantos y tantos gestores recalcan una y otra vez: el inversor no debe ponerse nervioso ante la volatilidad. Es una característica intrínseca al propio mercado. Lo deja muy claro en su libro En Bolsa, invierta en valor Jean-Marie Eveillard, uno de los profesionales más reputados de la industria por el trabajo desempeñado como gestor de los fondos de First Eagle entre 1979 y 2004. "Contrariamente a lo que dicen en las escuelas de negocio y a lo que piensan los inversores, la volatilidad no es el riesgo. Como dijo Warren Buffett, ¿preferirías tener a largo plazo un rendimiento compuesto del 1% que tomara la forma de una línea discontinua o un 10% en línea recta? Por supuesto, la respuesta es obvia. En cualquier caso, si se queda con la segunda opción usted sería como Bernie Madoff...".

Estos fondos de Invesco no son, ni mucho menos, los productos donde el market  timing ha provocado un menoscavo importante en la rentabilidad final obtenida por los inversores. Los dos productos internacionales que siguen al Invesco Pan European Equity por tamaño en el mercado español también experimentan este fenómeno, aunque en un menor grado. Nos referimos al MFS Meridian Europen Value y al Fidelity America. En el fondo de MFS IM que dirigen Benjamin Stone y Steven Gorham, la brecha anualizada entre lo que ha obtenido el gestor y lo que ha recibido el inversor ha sido de tres puntos (14,1% frente al 11,1%). En el caso del fondo de Fidelity que gestiona Ángel Agudo, el retorno anualizado generado por el gestor en los últimos cinco años ha sido del 16,2%, frente al 15% que se ha llevado el partícipe. El gap, por tanto, es de apenas 1,2 puntos.

También se pueden encontrar productos en los que los inversores han acertado con el timing. Siguiendo con la lista de los productos internacionales de renta variable con más patrimonio en España se pueden encontrar productos como el Allianz Europe Equity Growth y el Robeco BP US Premium Equities, donde la rentabilidad anualizada obtenida por el inversor ha sido superior a la generada por el gestor dado que la mayoría de los flujos han entrado cuando el valor liquidativo estaba en mínimos. En estos productos el partícipe ha acertado con el timing. En el fondo de Allianz Global Investors gestionado por Thorsten Winkelmann, su rentabilidad anualizada a cinco años ha sido del 14,8%, frente al 15,1% obtenida por el inversor. En el producto de Robeco de Duilio Ramallo y Moritz Dullinger, el gap es incluso mayor (15% del gestor por 16% del partícipe).

Sin embargo, es importante resaltar que estos casos son muy excepcionales. Lo normal es que el inversor se equivoque al hacer market timing. Un reciente estudio elaborado por Morningstar a nivel europeo pone de manifiesto que cada año los inversores pierden en torno a 34 puntos básicos debido a su incapacidad de entrar y salir de los fondos en el momento correcto. “Estos suelen comprar caro y vender barato, todo lo contrario de lo que sugiere el sentido común”, afirma Fernando Luque, editor financiero en la firma de análisis. Además, el estudio muestra que la diferencia entre la rentabilidad del fondo y la rentabilidad del inversor medio (teniendo en cuenta los flujos de entrada y de salida) es mayor en fondos muy volátiles, como los fondos de acciones de mercados emergentes o los fondos sectoriales.