¿Es buen momento para regresar a los países emergentes?

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simmessa, flickr, creative commons

Luke Richdale, gestor de renta variable emergente de J.P.Morgan AM y Soumyanshu Bhattacharya, gestor de renta fija emergente de la firma, se han dado cita en Madrid en un evento sobre mercados emergentes en el que también han participado Javier Dorado, director general de J.P. Morgan AM para Iberia y Manuel Arroyo, director de estrategia para la misma región. 

El evento ha sido organizado con el objetivo de dar respuesta a la pregunta “¿es buen momento para regresar a los países emergentes?”. La respuesta general es que sí, pero los contenidos del evento giran en torno a un nuevo concepto acuñado por los expertos de J.P.Morgan AM, el de “recoupling”. Lo utilizan en contraposición al más conocido concepto de decoupling (descorrelación entre el crecimiento de los países desarrollados y los emergentes), para predecir que en el futuro tanto los países industrializados como los que están en vías de industrialización presentarán tasas de crecimiento similares. Con un matiz que aporta Bhattacharya: “El mundo de la renta fija emergente está muy fragmentado, con elevados niveles de diferenciación, por lo que algunos países están mejor posicionados que otros para el recoupling”. 

Dos visiones sobre el universo

El gestor de renta fija contrapone dos ejemplos para ilustrar qué países están bien posicionados y cuales no: en el primer lugar destaca a México, que en su opinión se ha convertido en “el niño adoptado por las reformas estructurales”. Considera que las reformas emprendidas en ámbitos decisivos para la economía mexicana, como las del sector energético o las de telecomunicaciones, van a dejar al país en una posición ventajosa dentro de un mundo de crecimientos convergentes. Por el contrario, está especialmente negativo en Brasil, donde considera que el déficit por cuenta corriente es una rémora para el país, que sufre de una inflación elevada y de la devaluación del real. 

Soumyanshu Bhattacharya se muestra preocupado particularmente por los países pertenecientes a lo que él denomina “el club de la estanflación”, es decir, naciones que presentan altas tasas de inflación, pero cuyo crecimiento se está ralentizando. Aquí vuelven a aparecer nombres conocidos: Brasil, Rusia, Turquía, Sudáfrica. Por ello, la principal conclusión desde el punto de vista de la renta fija es que el inversor tiene que ser especialmente cuidadoso a la hora de seleccionar emisiones para su cartera de deuda emergente. 

El punto de vista de Richdale es radicalmente contrario. Desde la perspectiva de un inversor en renta variable emergente, considera que “las bolsas ya están descontando las mejoras futuras” en el caso de países donde se han registrado cambios vinculados a un proceso electoral. Por ello, el gestor prefiere fijarse en los países en vías de desarrollo que están más baratos y en este grupo aparecen Brasil, India e Indonesia. En cambio, ha reducido el peso asignado a México porque considera que las buenas noticias ya se han puesto en precio. Ciertamente, la confrontación de ambas visiones demuestra que las perpectivas en el mundo emergente son muy diferentes en función de si el inversor es de renta fija o de renta variable.

Principales riesgos en este entorno

Dos nombres acaparan la inquietud de ambos gestores: China y Rusia. En China son varios los problemas que enumeran: el riesgo de burbuja inmobiliaria, un crecimiento excesivo de la concesión de crédito y la banca en la sombra. No obstante, la postura que defiende Richdale en el cuadrilátero de la renta variable es constructiva: “No se pueden sobreestimar los problemas chinos, porque están intentando reducir la deuda de su economía y cambiar su modelo económico, están liberalizando su sistema financiero y han emprendido una lucha agresiva contra la corrupción y la polución. Están mostrando un fuerte compromiso con las reformas”. 

“China ha disfrutado de largos ciclos de crecimiento, el último ha durado siete años. Ahora que el crecimiento del PIB se desacelera hay que pensar en las valoraciones y en el crecimiento de beneficios. No se puede usar la macroeconomía como una guía de la evolución corporativa”, concluye el gestor de renta variable. Éste también asegura que no ve ni una crisis inmobiliaria ni un crash financiero, y de hecho afirma que “el real estate construido se va a utilizar, porque en China funciona como un mercado donde conseguir efectivo que es más popular que los depósitos”. 

Bhattacharya incide en la difícil posición de Rusia, cuyo crecimiento viene mostrando signos de caída desde el cuarto trimestre de 2013 y cuya inflación está escalando. A esto se le ha de añadir el efecto de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la UE, que están contribuyendo a cerrar la economía. “Rusia necesita tener una economía abierta y tener relaciones comerciales con otros países, por eso tenemos una visión bajista sobre esta economía”, concluye.