La Autoridad Europea de Valores y Mercados recomienda que la migración a T+1 se produzca simultáneamente en todos los instrumentos pertinentes y que se logre en el cuarto trimestre de 2027. Colectivos como EFAMA aprueban ese plazo.
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha publicado su informe final en el que se evalúa la reducción del ciclo de liquidación en la Unión Europea (UE). ESMA recomienda que la migración a T+1 se produzca simultáneamente en todos los instrumentos pertinentes y que se logre en el cuarto trimestre de 2027. Es un plazo que ha recibido el visto bueno de la industria de fondos como EFAMA.
Teniendo en cuenta los diferentes elementos evaluados por la ESMA, en particular las dificultades vinculadas a la puesta en marcha de un proyecto de tal envergadura en noviembre y diciembre, y los retos vinculados al primer lunes de octubre (justo después del final de un trimestre), ESMA recomienda el 11 de octubre de 2027 como fecha óptima para la transición a T+1 en la UE. También sugiere seguir un enfoque coordinado con otras jurisdicciones en Europa.
El informe destaca que la mayor eficiencia y resistencia de los procesos post-negociación que debería propiciar el paso a T+1 facilitaría la consecución del objetivo de seguir promoviendo la eficiencia de la liquidación en la UE, contribuyendo a la integración de los mercados y a los objetivos de la Unión del Ahorro y la Inversión.
Retos y oportunidades de implementar T+1
En cuanto a la cuantificación de los costes y beneficios, los elementos evaluados por la ESMA sugieren que el impacto de T+1 en términos de reducción del riesgo, ahorro de márgenes y reducción de los costes derivados del desajuste con otras jurisdicciones importantes a escala mundial, representará importantes beneficios para los mercados de capitales de la UE.
Sin embargo, este cambio también implicará algunos retos, como la modificación del Reglamento sobre Depositarios Centrales de Valores (RCDV) y del marco de disciplina de liquidación, con el fin de disponer de seguridad jurídica y fomentar las mejoras necesarias en los procesos post-negociación para pasar con éxito a T+1. “Además, todos los agentes del sistema financiero tendrán que trabajar en la armonización, normalización y modernización para mejorar la eficiencia de la liquidación. Esto requerirá cierto nivel de inversión”, reconocen desde ESMA.
“La complejidad de un entorno de negociación y post-negociación como el de los mercados de capitales de la UE significa que este proyecto requerirá la implantación de una gobernanza específica”, vaticinan. Tras la publicación de este informe, ESMA proseguirá su labor reguladora relacionada con la revisión de las normas sobre la eficiencia de la liquidación, y abordará la gobernanza del T+1 junto con la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE).