España en la mira: fondos internacionales con mayor exposición a valores españoles

España, como economía consolidada en el panorama europeo, ha experimentado una trayectoria marcada por momentos de crecimiento sólido y periodos de ajuste, adaptándose a las dinámicas del entorno global y regional. Su posición dentro de los principales índices bursátiles y de renta fija ha evolucionado en línea con transformaciones estructurales y ciclos económicos.

Posición destacada

Actualmente, España representa aproximadamente el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de la Unión Europea, situándose como la cuarta mayor economía de la Eurozona y la decimocuarta a nivel global (según proyecciones del FMI para 2024), un rol relevante pero lejos de los niveles de protagonismo alcanzados en décadas pasadas. En 2004, España se situaba como la octava economía más grande del mundo en términos de Producto Interno Bruto (PIB) nominal, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En los mercados de renta variable, el peso de España en índices como el MSCI Europe se sitúa en torno al 3%, cuando en 2014 era en torno al 5%, una proporción reducida en comparación con gigantes europeos como Alemania y Francia, cuyas participaciones son del 14% y 18%, respectivamente.

En el Euro Stoxx 50, índice que agrupa a las mayores compañías de la zona euro, las empresas españolas han pasado de representar cerca del 12% en 2010 a algo más de un 7% en 2024, reflejo de la creciente competencia por capital en el mercado europeo. Por otro lado, el IBEX 35, índice de referencia local, ha demostrado resiliencia y dinamismo, impulsado por sectores clave como el bancario, energético y de renovables. 

En el ámbito de la renta fija, España ha mantenido una presencia destacada. Su deuda soberana, considerada un activo relativamente seguro dentro del contexto europeo, ha captado el interés de inversores internacionales. En 2024, el 25% de la deuda española en circulación está en manos extranjeras, un ligero incremento respecto al 20% registrado en 2015. Además, el mercado de bonos verdes, donde España ha emitido con éxito instrumentos sostenibles en años recientes, refuerza su posición como emisor innovador y comprometido con la transición energética.

En este contexto, es pertinente analizar los diez principales fondos internacionales de renta variable y renta fija con exposición a activos españoles, abarcando tanto valores soberanos como corporativos. Este análisis proporcionará una visión integral de las estrategias de inversión, los sectores preferidos y la distribución geográfica de estos fondos, destacando la relevancia de España en las carteras internacionales.

Principales fondos con exposición a compañías españolas

Fondos de renta variable internacionales con mayor exposición a compañías españolas

Sectores clave:

Son los sectores cíclicos (44%), como servicios financieros y consumo cíclico los más representados en las carteras, seguido de los defensivos (36%), principalmente utilities. Compañías como Iberdrola, Inditex, Santander y BBVA concentran una parte significativa de las inversiones de estos fondos.

Sin embargo, nuevos sectores comienzan a emerger en las carteras internacionales. La tecnología y las energías renovables ganan protagonismo, reflejando una transformación económica hacia la innovación y la sostenibilidad.

Diversificación geográfica:

Aunque los fondos con exposición a España muestran una alta concentración en el mercado local, no dejan de lado la diversificación regional. Estos fondos integran activos de otros países europeos, como Francia e Italia, con el objetivo de balancear riesgos y maximizar retornos. Esta estrategia permite mantener un equilibrio entre la apuesta por el mercado español y la exposición a otros mercados clave en Europa.

Fondos de renta variable internacionales con mayor exposición a compañías españolas

La percepción internacional hacia la deuda soberana española ha cambiado radicalmente en la última década, especialmente tras la crisis financiera y de deuda que afectó a los países denominados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). Durante los años posteriores a 2008, la deuda soberana española era percibida como un activo de alto riesgo, con primas de riesgo disparadas y un clima de incertidumbre que marcaba las decisiones de los inversores internacionales. En 2012, por ejemplo, la prima de riesgo de España alcanzó niveles críticos, superando los 600 puntos básicos.

Hoy en día, la deuda soberana española es considerada un activo mucho más estable dentro de la zona euro. La prima de riesgo se ha mantenido en niveles históricamente bajos, y las recientes emisiones de bonos verdes y sostenibles han consolidado a España como un emisor atractivo para los inversores que buscan alinearse con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza).

Una reforma fiscal que tendrá impacto

La reciente aprobación de una reforma fiscal en España, que afecta principalmente a sectores estratégicos como la energía, los servicios financieros y las telecomunicaciones, plantea nuevos desafíos y oportunidades para los fondos internacionales con exposición a valores españoles.

Es un cambio regulatorio que los gestores activos incluirán en sus valoraciones y que al tiempo impulsará ajustes en las estrategias de inversión de estos fondos internacionales, aunque también un impacto en sectores como las energías renovables, que ya cuenta con un peso creciente en las carteras internacionales.