España es uno de los países de Europa con mayor desigualdad en el ahorro financiero

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Kanijoman, Flickr, Creative Commons

Las dos grandes crisis económicas que hemos vivido en los últimos veinte años, la gran crisis financiera y la crisis del COVID-19 ha dejado muchos titulares en los que la palabra desigualdad era la gran protagonista.

Por ejemplo, ya en 2008 se vio cómo las políticas acomodaticias llevadas a cabo por los bancos centrales desembocaron en una inflación en los precios de los activos financieros, pero no en la inflación común , lo que beneficio a Wall Street pero no a Main Street.

Ahora, con la crisis del COVID se ha dado un paso más ya que estas medidas extraordinarias no solo han venido de la mano de los bancos centrales sino también de los gobiernos en forma de planes de estímulos. Y sin embargo, eso no ha evitado que siga habiendo una gran desconexión entre Main Street y Wall Street. “La desconexión entre la realidad económica y los mercados financieros es cada vez mayor. Los fundamentales parecen perder importancia ante la ausencia de alternativas a la hora de buscar rentabilidad y contar con el apoyo de los bancos centrales. Un apoyo que se ha traducido en un escenario de tipos de interés casi cero distorsionando el precio de los activos financieros”, afirman desde Portocolom AV.

Un ejemplo. La fuerte recesión que ha sufrido el mundo- se espera que el PIB se contraiga un 4,9% a nivel mundial- no ha evitado que la gran parte de los activos vaya a cerrar el año con rentabilidad más que atractivas, como se aprecia en este gráfico publicado por Candriam. Y de ahí que entre las diferentes formas de recuperación económica de las que se habla se haya incluido aquella que se produce en forma de K. La que  implica la continuidad de la política del winner takes it all que ya se vio en la crisis de 2008 .

Mucho dinero en pocas manos

Esa diferencia entre Wall Street y Main Street también ha tenido su repercusión entre la población que sí contaba con ahorro financiero antes de la crisis del COVID y la que no. Y el hecho de que España sea uno de los países con menos ahorro financiero de Europa ha dejado a nuestro país como uno de los que peor seguridad financiera tiene. Así al menos lo afirma el informe La resiliencia / vulnerabilidad de los hogares españoles frente al COVID-19. Disparidades en la distribución y composición del ahorro en el entorno europeo  realizado por la Fundación Mutualidad Abogacía y el Instituto de Empresa y al que se puede acceder aquí

Según sus datos, la cifra de ahorro media en España se situaba antes de que estallara la crisis del COVID en 56.300 euros y la mediana, en torno a los 9.000 euros. Esto llevó al 40% de los hogares en España a quedar por debajo del umbral de seguridad financiera al no poder contar con un ahorro acumulado del 60% de salario medio de tres meses, según explican.

Además, en el mismo estudio han analizado qué grado de desigualdad hay en la distribución del ahorro financiero y no solo en España sino también en otras grandes economías europeas.

Lo hacen calculando la ratio que hay entre el valor medio y el valor mediano del ahorro de los hogares “ La diferencia entre ambos valores medio y mediano (que es lo que mide la ratio propuesta) nos da una idea de la desigualdad en su distribución. A mayor valor de este indicador o ratio, mayor desigualdad”, afirman. En el caso de España, ese valor asciende a 6,3, el doble del que hay en países como Alemania y Bélgica, debido sobre todo a las grandes diferencias que hay en el el valor mediano del ahorro en los hogares españoles es prácticamente la mitad que el de los hogares alemanes.

Tampoco sale España bien parada cuando se mide analiza la diferencia entre los hogares más vulnerables en términos de ahorro con la de aquellos mejor posicionados. “Para ello comparamos los percentiles inferiores (10% y 20%) de la distribución del ahorro familiar en cada país con los superiores (90% y 80%). Es decir, contrastamos el valor de ahorro por debajo del que se sitúa el 10% de los hogares con menor ahorro (percentil 10%), frente al valor por encima del que se sitúa el 10% con mayor ahorro (percentil 90%) a través de la ratio entre ambos”, afirman. Y lo mismo con la comparativa de 20% y 80%. ¿El resultado? Basta con ver el siguiente gráfico.