Firmino Morgado lleva seis años gestionando renta variable ibérica en la oficina londinense de Fidelity Worldwide Investment y, con la perspectiva que le da su experiencia al frente del fondo Fidelity Funds Iberia, cree que la necesidad de un rescate a España depende más del propio país que del exterior. “Si España hace lo que necesita, y ello viene acompañado de una mejora del entorno macroeconómico en EEUU y en el mundo emergente, puede escapar del rescate, pero necesita tomar medidas muy concretas”, explica. Así las cosas, cuantifica la probabilidad de un rescate en el 50%.
Firmino confiesa, como inversor, que el nuevo Gobierno le decepcionó y se muestra muy crítico. “No tomó las medidas que debería haber tomado, sobre todo en los primeros tiempos. Por ejemplo, subió el IVA seis meses después de llegar al poder, forzado por Europa”, indica. El experto también echó en falta privatizaciones y medidas mucho más contundentes y de largo plazo, pues ve las decisiones tomadas como cortoplacistas. “Había que ser decidido para dar un mensaje a los mercados y no se hizo”, dice, indicando que ahí está la clave de su futuro.
“Los inversores europeos han salido no sólo de los mercados de capitales de España sino también han cesado en la inversión directa y el Gobierno ha hecho muy poco para contrarrestar esta tendencia”, asegura. Y es que, para el gestor, no habrá resolución de la crisis sin volver a contar de nuevo con el capital extranjero, algo para lo que resulta esencial la reforma también del sistema financiero. “Quiero ver a un Gobierno pragmático y capaz de hacer las reformas necesarias para volver a una senda de crecimiento y dar un mensaje serio y creíble que provoque que los mercados le miren de forma distinta”, afirma.
Rally de alivio
Morgado considera que el BCE sólo puede calmar a los mercados a corto plazo y dice que el rally es un “rally de alivio” que ha de venir seguido por la toma de medidas que sustenten esa recuperación. Después de este movimiento, no espera grandes reducciones de la prima de riesgo que lleven a fuertes subidas del Ibex en los próximos meses, pero se muestra “optimista sin dejar de ser realista”. “España no es Argentina y la recuperación es cuestión de tiempo”, dice.
Además, matiza que la última subida ha sido protagonizado por valores de baja calidad, sobre todo del sector financiero y firmas con altos niveles de deuda, de las que no tiene en cartera. “Tenemos algún banco, pues su peso en el Ibex es muy importante, especialmente los dos grandes, de calidad y con exposición fuera de España”, explica.
Y es que en su fondo FF Iberia manda la calidad, traducida a través de empresas con poca deuda, exposición internacional… que permite que en lo que va de año se revalorice más de un 10% (con datos del 7 de septiembre), frente a la caída cercana al 9% en el Ibex. El ejemplo es Inditex, aunque Morgado reconoce que su precio ya refleja la calidad. Aparte de firmas de este tipo, señala la existencia de “piedras preciosas” por descubrir, firmas sin deuda o con un apalancamiento manejable que generan liquidez suficiente para financiar su expansión y crecer en los mercados internacionales, como Grifols (con una fuerte posición en EEUU) o Miquel y Costas. “Es posible encontrarlas pero no es fácil. Los mercados a veces tienen una visión distinta a la mía y yo no compro en rallies como el que estamos viendo”, asegura.
De hecho, esa visión contraria le ha permitido obtener grandes rentabilidades con nombres como Grifols. Entre las peores experiencias que ha tenido, destaca la compra de algunos bancos. Para Morgado, no hay diferencia entre gestionar el mercado ibérico desde Londres o Madrid, pues lo importante es la exposición del negocio de las empresas, no su ubicación. Su fondo también incluye nombres portugueses como Portucel o Jeronimo Martins.
El gestor trata de dar un mensaje a los inversores de la importancia de estar en el mercado. “Hay que retornar al mercado con una perspectiva de medio y largo plazo. Es un periodo difícil pero es posible lograr atractivas rentabilidades y queremos ser partícipes de esas soluciones”, explica, advirtiendo que en unos años puede ser tarde. Su estrategia consiste en la formación de una cartera gestionada de forma activa y en la que la selección de los valores es la clave.