Especial Pensiones (I): ¿Cómo puede mejorar el ahorro a largo plazo en España?

leoncongresodiputados
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¿Será en esta legislatura cuando se revise realmente el Pacto de Toledo sobre las pensiones? Fátima Báñez, ministra de Empleo, se reunirá mañana con los dirigentes sindicales y empresariales para debatir el futuro del sistema actual de pensiones español. En Funds People se ha consultado a las gestoras internacionales sobre las formas en que podría mejorarse el ahorro a largo plazo en España.

#1 Reformar el sistema público de pensiones

Uno de los mensajes sobre los que más han insistido las gestoras internacionales en los últimos años es en la necesidad de que los españoles empiecen a ahorrar por su cuenta de cara a su jubilación. “España se enfrenta a la compleja realidad de que habrá menos trabajadores sosteniendo a más pensionistas. Corresponde a las autoridades, a las empresas y a la industria de la inversión encontrar soluciones innovadoras para que los trabajadores puedan tener a su disposición las herramientas y los incentivos necesarios para ahorrar lo suficiente para la jubilación”, declara Sophie Del Campo, directora general de Natixis Global Asset Management para Iberia, Latinoamérica y Offshore.

La fiscalidad de los vehículos de inversión es uno de los frentes donde se percibe mayor margen de mejoría. Sebastián Velasco, Director General de Fidelity para España y Portugal, aporta tres ejemplos de cómo mejorarla. El primero, “mediante coeficientes reductores en función del plazo de inversión”. El segundo, “con sistemas mixtos de aportación como los que existen en otros países en los que el empleador aporta (con un límite) una cantidad idéntica a la que aporta el empleado, deduciéndola de su salario y sin que esa parte tribute”.

El tercero sería mediante “cuentas individuales de jubilación en las que el ahorrador puede incluir diversos tipos de productos de ahorro/inversión con una única y favorable fiscalidad para el largo plazo, que permita diferir el pago de impuestos (como las cuentas IRA de países anglosajones)”. “Son alternativas cuya adaptación para implantarlas en nuestro país deberían ser como mínimo debatidas en el Parlamento”, declara Velasco.

Sasha Evers, Director general de BNY Mellon IM para Iberia, se fija en que “en el sistema español, la cantidad mínima para invertir en jubilación es muy baja y además la han bajado recientemente. Consideramos que no tiene sentido, en cuanto que actualmente los españoles tienen que ahorrar más de cara a su jubilación”. Evers cree que debería trabajarse a favor de un cambio de mentalidad: “El Gobierno debe incentivar fiscalmente a los ahorradores para reducir ese gasto. Tiene que entender que el ahorro privado debería aliviar la carga del Estado, especialmente teniendo en cuenta el mal perfil demográfico de la población española". 

Mariano Arenillas, responsable de ventas de Deutsche AM en Iberia, coincide en que “podría favorecerse o potenciarse más la vertiente fiscal para promover el ahorro finalista de jubilación, haciendo más atractivo su uso en España y por ende incrementando sus volúmenes y haciendo menos dependiente al ciudadano español de las pensiones públicas a futuro”.

Nuria Trio, directora general adjunta de Amundi en España, considera que es igualmente necesario “mencionar el desarrollo de los planes privados de empleo, buscando que las empresas contribuyan también al ahorro privado, algo que en España no está tan desarrollado por el momento como en otros países europeos”.

Almudena Mendaza, directora de ventas de Pioneer Investments para Iberia, añade que el debate debería elevarse a nivel europeo: “Desde Europa, se debería replantear con una pirámide poblacional más envejecida el fomento del ahorro a largo plazo y mejorar la fiscalidad de algunos productos financieros. Esto supondría algún cambio en alguna directiva, que luego se podría trasponer en cada estado miembro”.

#2 Redefinir objetivos de inversión

“En España partimos de un patrón de ahorro muy centrado en la inversión inmobiliaria, que es y seguirá siendo cultural. Además, típicamente el ahorrador ha canalizado su ahorro en pensiones donde creía no podía perder valor o había pocas posibilidades de ello. Pero la mayoría de fondos de pensiones en España es de perfil conservador, principalmente en renta fija de gobiernos y algo de crédito de alta calidad de empresas, cuyas rentabilidades están en mínimos históricos, con precios en máximos”, detalla Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latinoamérica.

En este contexto, Rengifo cuestiona la efectividad del incremento del riesgo para alcanzar mayores rentabilidades. “Entendemos debe hacerse al revés. El ahorrador conservador debe redefinir su nivel de tolerancia al riesgo, plazo y rentabilidades/pérdidas esperadas y decidir los activos con su asesor”, sentencia.

Mario González y Álvaro Fernández Arrieta, directores de distribución para Iberia en Capital Group, aportan tres criterios que pueden ayudar a los inversores a tomar decisiones de inversión sobre fondos: sencillez,  historial de rendimiento probado y consistencia. “Lo primero y primordial es la sencillez. Ningún inversor debería incluir en su cartera un producto que no sea capaz de comprender”, afirman.

El segundo criterio tiene que ver con la experiencia. “Elegir un producto que ya ha sido testado en diferentes condiciones de mercado y en particular en mercados agitados como en 2008 o en 2012, porque esto permitirá al inversor hacerse una idea más clara sobre el grado de protección que ofrece el fondo y el equipo gestor en este tipo de entornos más volátiles”.  En cuanto a los rendimientos, el dúo explica que “dado que una inversión orientada a largo plazo ocupa la parte central de las carteras, las rentabilidades buscadas también han de ser consistentes en el largo plazo, en plazos de 3, 5 y 10 años y más si es posible”.

Esta última explicación está en línea con el consejo de Íñigo Escudero, director de ventas para Iberia y Latinoamérica de Invesco: “Para ahorrar de cara a la jubilación, a muy largo plazo (30 años), lo ideal es invertir en fondos de renta variable muy consistentes”. Para ahorradores que estén más cerca de su jubilación o que sean muy adversos al riesgo, “lo ideal es invertir en fondos multiactivos con un objetivo de rentabilidad atractivo y que hayan demostrado su eficacia en cualquier situación de mercado”.

“A la hora de invertir a largo plazo ha de primar más la foto macroeconómica y las tendencias estructurales que encontramos en las distintas regiones / sectores que los movimientos de corto plazo”, añade Ana Guzmán, responsable de desarrollo de negocio de Aberdeen para Iberia. Ésta también considera oportuno “ir efectuando aportaciones sistemáticas y continuas en lugar de efectuar toda la inversión en un solo momento”.

Guzmán también se fija en la liquidez: “Tenemos interiorizado que la liquidez inmediata es garantía de un menor riesgo cuando no siempre es así, y menos en activos con unas perspectivas de rentabilidad superiores. Una estrategia muy acertada es combinar en las posiciones activos más líquidos, de los que se pueda disponer con mayor rapidez, con otros cerrados o con ventanas de liquidez menos periódicas para beneficiarnos de todo el ciclo de generación de rentabilidad de los activos incluidos en estas estrategias”.

La recomendación de Javier Dorado, director general para España y Portugal de J.P.Morgan AM, es la elección de fondos multiactivos, como “una forma muy eficaz de adquirir exposición a la mayor rentabilidad potencial de los mercados financieros mundiales”, o bien invertir en fondos con objetivo de rentas.Cada inversor debe valorar qué fondo es más apropiado para ayudarle a conseguir sus objetivos, pero lo que siempre es importante recordar es que únicamente las gestoras que cuentan con recursos globales y experiencia en una amplia gama de mercados y clases de activo pueden ofrecer soluciones de inversión multiactivo verdaderamente diversificadas y flexibles”, concluye Dorado.  

#3 Solicitar asesoramiento

A pesar de estos consejos prácticos, lo cierto es que la oferta de fondos es tan basta que resulta difícil para inversores no profesionales una correcta selección de producto. En este sentido, “confiar en un profesional, dotado con la experiencia y los recursos necesarios, que nos asesore en nuestras decisiones de inversión y que controle el riesgo presente resulta clave para poder construir una exitosa cartera enfocada en el largo plazo”, afirma Sébastien Senegas, Director General de Edmond de Rothschild en España.

Es una opinión con la que coincide Sasha Evers: "Yo recomendaría recurrir a consejo profesional por parte de un asesor que puede definir el perfil de riesgo teniendo en cuenta los ingresos del ahorrador y sus objetivos, para así diseñar una cartera que vaya cambiando a medida que pasa el tiempo”. “No es imprescindible recurrir a un producto de ciclo de vida, pero sí diseñar una cartera y actualizarla", concluye.

“El asesoramiento financiero fiscal es importante para ver en cada momento de la vida las opciones de ahorro más interesantes desde un punto de vista financiero – fiscal y las soluciones más acordes al perfil de riesgo de cada persona”, añade Almudena Mendaza.

“Los ciudadanos españoles deben asumir una mayor responsabilidad en lo que respecta a la seguridad de su jubilación”, reflexiona Sophie del Campo. La experta afirma que “el papel de los asesores financieros es más crucial que nunca para ayudarles a definir objetivos y guiarles para que mantengan su enfoque de inversión a largo plazo”. “Estamos convencidos de que la industria de la gestión de activos desempeñará un papel importante a la hora de ayudar a los inversores a abordar este desafío”, concluye.