Espelosín teoriza: las tensiones en Oriente Medio encarecerían el petróleo y beneficiarían a Rusia

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Camino de terminar el verano, Alberto Espelosín, gestor del Pangea en Abante Asesores, se plantea en su último comentario ‘Abante Pangea Insight’ -publicado en Unience- hasta ocho eventos imprevistos que, en su opinión, se pueden desarrollar en el mercado en un futuro próximo tanto hacia una postura extrema como hacia la contraria y que, paradójicamente, pueden no estar descontados por el mismo.

Entre ellos, analiza algunos muy actuales como “la caída libre del dólar”, “la sorprendente decisión de China” (donde habla del freno en su crecimiento del PIB o su burbuja inmobiliaria), el “tapering” de la Fed y el comportamiento del S&P 500, las dudas existentes sobre el vertiginoso ritmo de crecimiento de Inditex y su respectiva cotización en bolsa o un posible “baile de fusiones en las telecos” europeas, el cual “no hay quien lo pare”. Pero, por encima de todos, destaca dos escenarios muy relacionados entre sí: el final del rango lateral del petróleo y una posible subida del 50% de Rusia.

A juicio de Espelosín, el petróleo abandonaría el amplio rango lateral (entre los 75 y los 115 dólares) en el que lleva inmerso dos años y lo rompería al alza por la escalada de tensiones en Oriente Medio. La ruptura llevaría al petróleo a la zona de los 150 dólares y, por tanto, marcaría un nuevo máximo histórico. Así, “los fantasmas de estancamiento con inflación se acelerarían y las bolsas sufrirían un recorte de más del 20%”, teoriza el gestor de Abante. A esta “difícil situación”, continúa, se uniría una fuerte crisis en los mercados emergentes no productores de petróleo con caídas de más del 30% por la situación de los déficit por cuenta corriente, devaluaciones en cadena y subidas de tipos muy fuertes para que no se dispare la inflación.

De darse este escenario, “las petroleras cuyo comportamiento ha sido muy débil frente al mercado se convierten en el sector estrella durante los próximos seis meses”, cree Espelosín. Nombres como Total, ENI, Galp y Petrobras pasarían a ser opciones de inversión “muy interesantes”.

No obstante, como advierte el gestor en su artículo, cualquiera de estos escenarios puede revertirse hacia la posición contraria. En el caso del petróleo, éste volvería al rango bajo para romper así la tendencia alcista retrocediendo hacia la zona de los 60 dólares, noticia que “sería recibida positivamente al principio” pero que, al tiempo, “haría quebrar a la mayor parte de productores de petróleo de esquistos bituminosos [shale oil]”, explica. De esta forma, “la inflación se hundiría, el fantasma de la deflación aparecería y poco se podría hacer para luchar contra ella ahora que los balances de los bancos centrales se encuentran exhaustos”, termina de conjeturar Espelosín.

Rusia, a la espera

De cómo se comporte el petróleo depende Rusia en exceso, piensa el gestor del Pangea, quien cree que la escapada alcista del crudo y la subida de las petroleras haría que Rusia saliera del “ostracismo en el que ha estado desde que tocó 2.134 puntos en 2011”. Hoy, recuerda, el mercado ruso se encuentra en torno a los 1.324 puntos.