¿Está Estados Unidos en una recesión?: análisis de los factores técnicos en tres gráficos

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Foto: Luke Michael (Unsplash).

La gran pregunta del momento: ¿Entrará Estados Unidos en una recesión? O quizás la pregunta más acertada sea: ¿Está ya Estados Unidos en una recesión? Con la cifra publicada a finales de julio, el PIB estadounidense encadena dos trimestres consecutivos de contracción. ¿Con esto basta para hacer oficial la recesión? ¿Qué dicen otros puntos de la macroeconomía?

Empecemos por el principio: ¿Está clara la recesión en Estados Unidos? Como bien contestan desde Capital Group, a nivel oficial aún no. El árbitro oficial de las recesiones en EE. UU., la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), se demora en dar su opinión. Este grupo sin ánimo de lucro tiene en cuenta múltiples factores además del PIB, como los niveles de empleo, la renta de los hogares y la producción industrial. “Habida cuenta de que la NBER no suele revelar sus conclusiones hasta seis o nueve meses después de que haya comenzado la recesión, probablemente no se produzca un anuncio oficial hasta el año que viene”, advierten desde la gestora.

Fuentes: Capital Group, Oficina de Análisis Económico, Oficina Nacional de Estudios Económicos, Departamento de Comercio estadounidense. El eje Y tiene un rango limitado de -10% a +10% para representar un rango normalizado, pero el 2T20 y el 3T20 superan dicho rango (con un -35,7% y un +30,2%) debido en gran parte a la pandemia. Información a 30 de junio de 2022.

Y es que ese es uno de los problemas con los indicadores, que a veces nos muestran una imagen del pasado. “Lo cierto es que, probablemente, a la mayoría de los consumidores no les interesa lo que opine la NBER”, opina Jared Franz, economista de Capital Group. “Son testigos de una inflación superior al 9%, de la subida de los precios de la energía y del descenso de las ventas de viviendas. Perciben el impacto de esos datos. El mercado laboral es el único dato que no indica una recesión en estos momentos”.

El mercado laboral como faro

Precisamente es la solidez del dato empleo el que frena al NBER  de hacer oficial la recesión. En junio, se crearon 372.000 puestos de trabajo en EE. UU., más de lo que preveían la mayoría de los economistas. La tasa de desempleo se mantuvo estable en el 3,6%, cerca de un mínimo histórico. Sin embargo, como señala Franz, este dato refleja un desajuste entre la oferta y la demanda en una economía que aún no se ha recuperado plenamente tras la pandemia. De cara a los próximos meses, estima que el número de solicitantes de empleo aumentará. La tasa de desempleo debería aumentar a medida que las empresas reduzcan la contratación.

Fuentes: Capital Group, Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), Departamento de Trabajo estadounidense. Información a junio de 2022.

Y de la mano del empleo irá el consumo. De nuevo, es un indicador que aún no ha demostrado debilidad. Aún siendo la palabra clave. El gasto de los consumidores, por su parte, aumentó un 1,1% en junio. A priori, se trata de un dato elevado, pero, una vez ajustado a la inflación, se mantiene prácticamente estable, comenta Franz. En su visión refleja el aumento del gasto en necesidades como la sanidad y la vivienda, que oculta el descenso de categorías discrecionales como las prendas de vestir y el ocio.

Como resalta el experto, este cambio en el gasto quedó patente recientemente, cuando los minoristas Walmart y Best Buy publicaron revisiones a la baja de las previsiones de beneficios, señalando que el aumento de los precios de los alimentos y la energía estaba mermando las ventas de artículos discrecionales. “No hemos observado todavía un descenso del gasto de los consumidores, en general, ni de los niveles de empleo”, afirma Franz, “pero en mi opinión es solo cuestión de tiempo”.

¿Qué nos dice la vivienda?

Por otro lado, un indicio preocupante es el rápido descenso de las ventas de viviendas nuevas. Ante la agresiva subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EE. UU. para luchar contra la inflación, los tipos hipotecarios se han disparado en los últimos meses, provocando una fuerte reacción en el mercado inmobiliario.

En esa línea, las compras de viviendas unifamiliares nuevas disminuyeron el mes pasado un 8,1%, la mayor caída en más de dos años. Las ventas de viviendas de segunda mano cayeron un 5,4%, por quinto mes consecutivo. Por otra parte, el drástico aumento de los precios de la vivienda durante la pandemia hace temer que se produzca una severa corrección.

Fuentes: Capital Group, Oficina Nacional de Estudios Económicos, Oficina del Censo de Estados Unidos. Información a junio de 2022.

¿Cuál es la conclusión, entonces? Franz contesta a la gallega: “Depende a quien se pregunte”. Ante el aumento de los precios de los alimentos, la energía y la vivienda a un ritmo superior al de los salarios, el consumidor medio estadounidense probablemente diría que sí. En su opinión, nos encontramos al borde de una recesión o estamos entrando en la misma.