Estas son las tendencias que van a dominar la renta fija en el corto-medio plazo

Charles McKenzie
Fidelity

Los inversores que estén dispuestos a navegar por las procelosas aguas de la renta fija en los próximos meses deberán fijarse en tres grandes tendencias. Al menos, eso es lo que cree Charles McKenzie, director global de inversiones de renta fija de Fidelity. McKenzie se refiere concretamente al impacto del riesgo político y de las políticas monetarias, la duda de si el mercado de crédito presenta indicios de burbuja o si se comporta más bien como un activo refugio, y el debate entre seguridad y rentas a la hora de determinar el posicionamiento en duración. McKenzie expuso recientemente sus puntos de vista macro en una conferencia para prensa europea organizada en la sede londinense de Fidelity.

#1 Política

“La política afecta a la renta fija, porque en los periodos risk on/ risk off afecta a los precios”, recuerda McKenzie. Pone como ejemplo reciente de este comportamiento la volatilidad vista en la prima de riesgo de la deuda francesa antes de la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Dicho esto, el experto recuerda que es necesario prestar mucha atención a la economía para obtener una fotografía más detallada del conjunto. En EE.UU., observa que “si bien algunos datos progresaron después de la elección de Trump, como la mejora de la confianza del consumidor, los datos más relevantes – los que se refieren a la economía real- han sido decepcionantes, como por ejemplo el pinchazo de la historia de la reflación”.

Esta observación da pie al experto para preguntarse si la Fed se ha quedado rezagada en la normalización de su política monetaria. McKenzie recuerda que el banco central está dotado de un doble mandato, la mejoría del mercado laboral y la estabilidad de los precios. “Han hecho un trabajo muy bueno con el primero, y ya se están observando signos de inflación salarial”, observa el experto. El segundo punto, no obstante, es más controvertido: “La inflación general se ha comportado bien, está repuntando, pero la inflación subyacente no está siendo muy bien controlada. Esperamos que ambas converjan en algún punto”. En este contexto, por primera vez en mucho tiempo “las expectativas de subidas de tipos de la Fed están alineadas con el mercado: el gráfico de los puntos de la Fed apunta a dos subidas, mientras que el consenso está poniendo en precio dos subidas y media”, detalla McKenzie.

La inflación es todavía más relevante para el caso del BCE, dado que el control de la estabilidad de precios supone su único mandato. Cabe recordar que los niveles de inflación – especialmente la general- han mejorado a lo largo de los últimos meses, en gran parte reflejando el efecto base de la subida del precio de las materias primas visto a lo largo del año pasado. Los otros frentes macro ofrecen una imagen agridulce: “El crecimiento está aumentando y es sincronizado, y se está reduciendo el desempleo en la eurozona, pero el crecimiento de los salarios sigue siendo bajo. Por tanto, no esperamos que el BCE empiece a retirar sus estímulos hasta que no se observen indicios claros de inflación salarial”.

No es el único problema con el que tiene que lidiar la institución que preside Mario Draghi. El experto de Fidelity afirma que “la renta fija europea presenta una extraña dinámica de oferta y demanda: la oferta es negativa en 486.000 millones de euros, lo que supone un enorme factor técnico; por otra parte, el 40% de las emisiones realizadas en el año son de larga duración”. De hecho, McKenzie denuncia que “la cantidad actual de deuda viva es asombrosa, se han alcanzado niveles récord”.

A esto confronta el hecho de que “existen factores estructurales que van a soportar el incremento de la demanda de bonos”, a saber: el envejecimiento de la población – y la consecuente reducción de la población activa, y que “se producirá una rotación de renta variable a renta fija con el objetivo de obtener rentas para la jubilación”. El cruce de estas dinámicas da como resultado a ojos de McKenzie que “los tipos seguirán bajos por algún tiempo”.

#2 Crédito: ¿caro o barato?

El experto indica que la principal pregunta que deben plantearse los inversores antes de invertir en crédito es si esta deuda está ofreciendo compensación suficiente por asumir riesgo de impago. La respuesta a esta pregunta va a determinar, en su opinión, qué títulos seleccionar: “Actualmente sí vemos compensación por invertir en deuda con grado de inversión. Sin embargo, en high yield los bonos están caros. La lección que extraemos es que la selección de bonos va a ser absolutamente clave de aquí en adelante”.

De hecho, el activo de renta fija donde ahora están constructivos los expertos de Fidelity – McKenzie incluido- es en crédito con grado de inversión: “Nos gusta el crédito, sus fundamentales subyacentes son fuertes y los diferenciales tienen margen para una mayor compresión”, resume.

#3 Diversificación vs rentas

A pesar de la preferencia por el crédito, el experto aclara que está sobreponderado en riesgo de crédito pero con baja duración, “no porque sea mejor, sino porque el posicionamiento en duración es clave: si te pones demasiado corto, pierdes mucha rentabilidad e incrementas la correlación positiva con la renta variable”. Por tanto, es el posicionamiento en duración lo que plantea al experto el dilema sobre cómo conseguir un equilibrio adecuado entre el componente de rentas del bono y su componente de protección (entendida como baja correlación con renta variable).

McKenzie proporciona tres posibles soluciones a este dilema. La primera consiste en “adoptar un enfoque global para obtener exposición a distintos ciclos de crédito”. La segunda recomendación es “no depender solo de la deuda soberana, sino invertir también en crédito”. Además, aconseja utilizar bonos ligados a la inflación, porque “son buenos diversificadores”. Y, finalmente, “analizar la duración en el contexto de una cartera diversificada”.

Conclusión

A pesar de este rápido repaso al universo de renta fija, el representante de Fidelity terminó su análisis con un mensaje tranquilizador: “Pensamos que la renta fija está bien, no en un estado de pesimismo y desolación. Los tipos seguirán bajos por algún tiempo. El sweet spot está en la deuda con grado de inversión, mientras que la deuda soberana y el high yield están caros. Y un último consejo: no se rindan con la duración”.