Estos son los desafíos de gestionar multiactivos en un mundo de rentabilidad escasa

Jenga__madera__equilibrio__mixto__multiactivo__asset_allocation
Joel Filipe (Unsplash)

Los multiactivos son uno de los segmentos del mercado – con permiso de los fondos alternativos- que están captando flujos de entrada en este complicado 2016. Tal y como hace notar desde Deutsche AM Christian Hille, responsable de multiactivos, los gestores de esta clase de fondos deben estar preparados para sortear numerosos riesgos, empezando por el débil crecimiento y las crecientes preocupaciones en torno a las implicaciones en el largo plazo de una política monetaria excesivamente acomodaticia.

“En el futuro próximo, deberíamos vivir en una situación en la que la rentabilidad de la deuda soberana core está en mínimos históricos, la rentabilidad de la dueda corporativa está cayendo y la renta variable está en máximos históricos. En resumen, estamos en un ciclo de inversión en el que el movimiento de algunas clases de activos se han desincronizado del crecimiento económico”, sintetiza Hille.

Además de un retorno potencial más bajo, el experto indica que los gestores de multiactivos también deben estar preparados para mayores niveles de volatilidad. En su opinión, la forma más simple de refutar esta afirmación es recurrir al gráfico clásico que refleja la frontera eficiente (cuál es el mayor retorno potencial para un nivel dado de riesgo, y viceversa). Según Hille, esta frontera “se ha movido a la baja a lo largo del tiempo; en otras palabras, para obtener un retorno dado puede que tengas que tomar un nivel mucho más elevado de riesgo que en el pasado”. Así, si un inversor podía conseguir en 2004 un retorno del 4% simplemente con una cartera compuesta en un 85% de renta fija y un 15% de renta variable, ahora será necesario asignar más del 50% de la cartera a renta variable para poder obtener el mismo retorno, “y tu volatilidad esperada se habrá doblado”, detalla el experto.

“La diversificación de la cartera se ha vuelto muy difícil en este ciclo”, declara el responsable de Deutsche AM. Por un lado, constata que los componentes que tradicionalmente habían tenido cualidades diversificadoras de forma natural, como la deuda soberana, ahora ofrecen una rentabilidad cercana al cero y presentan una convexidad negativa. Por otra parte, observa que la correlación entre activos se ha incrementado sustancial y en la actualidad “tiende a incrementarse hacia uno en los eventos de mayor aversión al riesgo”.

El resultado de estas alteraciones en el statu quo es una transformación de la ecuación rentabilidad/riesgo y, en consecuencia, “los inversores en multiactivos necesitarían recalibrar su estrategia”, advierte Hille. En su opinión, “en los últimos 5 a 10 años, una asignación de activos estratégica podría haber apuntado el 80% o más de la rentabilidad de una cartera. Este ya no es el caso”. Ahora, bajo el punto de vista del experto, la construcción de una cartera es muy diferente: “Una asignación de activos efectivamente táctica, selección individual de activos y gestión del riesgo pueden suponer ahora el 50% o más de la rentabilidad. En este mundo nuevo, activo y multiactivo, los conceptos clave incluyen el trading contrarian, la prima de riesgo o la inversión por estilos y una implementación inteligente. La manera en la que son implementados y su importancia relativa cambia con el tiempo”.

Cómo está modelando Deutsche AM sus carteras multiactivos

El responsable está aplicando esta visión a la manera de gestionar carteras multiactivos en Deutsche AM, que describe a grandes rasgos: “Al proceder la mayor contribución al riesgo en general de la cartera de la renta variable, se puede garantizar la toma de un riesgo estratégico inferior al habitual, para permitir que la cartera sea más manejable y también para proporcionar un presupuesto de riesgo suficiente para poder comprar durante grandes correcciones”.

El experto comenta que los estilos pueden añadir valor dentro de la asignación a renta variable: “Los valores que pagan dividendos y las estrategias diseñadas para minimizar la volatilidad pueden ser consideraciones importantes”, indica.

En la parte dedicada a renta fija, el responsable explica que “los activos que capturan carry parecen más interesantes que la renta variable para los dos próximos meses”. Hille enumera la deuda estadounidense de grado de inversión, el high yield europeo y la deuda emergente denominada en divisa fuerte como algunas de sus opciones preferidas. “Este es un entorno que debería requerir diversificación global, lo que incluye exposición a EE.UU. – y no olvide la exposición a divisas gestionada activamente por el riesgo- y un retorno potencial”, concluye el representante de Deutsche AM.