Estos son los interrogantes que Jay Powell deberá responder en su primera reunión al frente de la Fed

Jerome Powell
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La Reserva Federal encara la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) del mes de marzocon una certeza, una novedad y varios interrogantes. La certeza es que habrá subida de tipos: así lo lleva comunicando la Fed desde hace tiempo, y la probabilidad ya está en precio. Esto nos lleva a la novedad: será la primera reunión presidida por Jerome Powell, y, por tanto, podría estrenar mandato con una subida de tipos. La última vez que esto sucedió fue con la llegada a la Fed de Ben Bernanke en 2006.  

“En el espectro dovish-hawkish, Powell se encuentra justo en el medio, etiquetado como neutral. Esto lo convierte en un presidente ligeramente más agresivo que su predecesora, que era conservadora”, explica Yves Longchamp, responsable de análisis de ETHENEA. Éste comenta que “el pasado de Powell como banquero de inversión y abogado hace que sea bastante diferente de Yellen, que tenía un contexto económico y había trabajado como economista jefe toda su vida, así como profesora, en la Fed o en la Casa Blanca”. Dicho esto, Longchamp recuerda que, la última vez que la Fed tomó una decisión de política monetaria (la subida de tipos de diciembre), Powell votó en la misma línea que Yellen, por lo que Powell “debería simbolizar continuidad más que cambio”.

La clave, continúa el responsable, es cómo afrontará Powell la rueda de prensa posterior a la reunión del FOMC. “La gran cuestión es si Powell comenzará a contestar este miércoles cómo de progresiva serán las condiciones de endurecimiento monetario asegurando la estabilidad de los precios, la continuación del crecimiento económico, y una buena evolución de los mercados financieros”.

En cambio, los analistas de Twentyfour (boutique perteneciente a Vontobel AM) piensan que la rueda de prensa será clave, pero para saber “si el FOMC discutió  la interpretación de su mandato de la inflación en el 2%”, ya que en enero se especuló con un posible cambio en el objetivo de inflación, del 2% a un rango de entre el 1,5% y el 2,5%”. Los expertos añaden que la aprobación de esta medida podría tener consecuencias nefastas: “Si los inversores sienten que es probable que se permitiera que la inflación llegara hasta el 2,5%, sería muy negativo para los mercados de tipos”.

Incógnitas

Son varios los interrogantes que podría resolver la Fed –o, al menos, dar algunas pistas- en esta reunión. Franck Dixmier, Director Global de Renta Fija en Allianz GIobal Investors, recuerda que está prevista la publicación de la actualización de las perspectivas de crecimiento e inflación de la Fed para EE.UU. Esta revisión podría ser al alza, ante la fortaleza de los últimos datos macro publicados: “Los datos sobre las nóminas se han acelerado, con más de 550.000 nuevos empleos creados durante los dos primeros meses de 2018. Sin embargo, los aumentos salariales interanuales se han mantenido moderados, subiendo brevemente al 2,9% en enero antes de volver al 2,6% un mes después”, detalla Dixmier, para sentenciar que “una postura más dura de la Fed estaría justificada”.

Otro de los platos fuertes de la reunión es la publicación de la revisión del gráfico de los puntos, que recoge las previsiones sobre tipos de los miembros del FOMC. Dixmier estará atento por si se registra una dispersión en los puntos, que reflejaría opiniones divergentes entre los miembros del FOMC.

“Los miembros de la Fed deberían ser más optimistas respecto a la economía, con un balance de riesgos más sesgado al alza” afirma Hervé Chatot, gestor de Cross Asset de La Française. Éste constata que todos los datos económicos publicados desde la reunión de diciembre “apuntan a una mayor recuperación y a que las perspectivas han mejorado”, y cree que la aprobación de estímulos fiscales “probablemente llevarán a los miembros de la Fed a realizar unas previsiones más constructivas sobre la economía americana”.

Chatot calcula que la Fed revisará el PIB estadounidense al alza tanto para 2018 como para 2019, “a un rango de entre el 2,5% y el 2,9%”. También cree que “revisará ligeramente al alza la senda de la inflación para los próximos años y reducirá la tasa de desempleo, dado que el mercado laboral se mantiene fuerte”.

“La confianza de los consumidores todavía es fuerte y el panorama para la inversión ha estado mejorando de acuerdo a varios indicadores adelantados”, añade Hans Bevers, economista de Degroof Petercam. También espera una recuperación de la inflación subyacente, al acercarse el mercado laboral al pleno empleo. Sin embargo, el experto alerta de tres luces rojas: “La baja tasa de ahorros de los hogares en combinación con un mercado de renta variable caro y un aumento de los precios inmobiliarios”.

Más subidas de tipos

La conclusión general de los expertos es que los inversores deberían prepararse para más subidas de las comunicadas por la Fed (tres en 2018 y una para 2019). Por ejemplo, en Allianz Global Investors esperan tres o cuatro subidas en 2018 y dos en 2019, aunque su representante aclara que “el impacto en los tipos a largo plazo debe permanecer sin notoriedad, ya que los rendimientos ya se han incrementado significativamente".

“Tal como como están las cosas actualmente, es posible que la Fed, bajo la nueva presidencia de Powell, suba los tipos de interés entre tres y cuatro veces hasta finales de 2018”, afirma el economista de Degroof Petercam. Éste alerta de que la reforma fiscal podría “dar un pequeño impulso al crecimiento económico, pero principalmente producirá un deterioro en las finanzas públicas y desigualdad económica a lo largo del tiempo”. Por tanto, anticipa que, si repuntase significativamente la volatilidad, “podría ser conveniente que la Fed sea más cautelosa”.

Desde Saxo Bank indican que ya se está poniendo en precio un 26% de probabilidades de que se produzca una cuarta subida de tipos en 2018. Esto traería consigo “el riesgo de un mayor aplanamiento de la curva de rendimiento estadounidense y posiblemente incluso una inversión de dicha curva", dice Althea Spinozzi, analista de renta fija. Ésta recuerda que la curva de tipos estadounidense ya cotiza cerca de su nivel más plano desde 2007, así como el hecho de que, históricamente, una curva de tipos plana suele anticipar la cercanía de una recesión. “Ya hay un grupo creciente de miembros de la Fed que está cada vez más preocupado por esto y aboga por una pausa en las alzas de tipos. Si la Fed suspendiera las subidas de tipos, podría suponer el mayor cambio en los mercados en 2018”, concluye Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo.