Estrategias concretas de Amundi para invertir en 2016

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Scott Hamlin, Flickr Creative Commons

Diciembre suele ser un mes en el que las gestoras internacionales ya han trazado los escenario macro que prevén para el año siguiente y tienen una hoja de ruta con estrategias en las que invertir para seguir generando retornos para los clientes. Amundi se ha adelantado en la fecha, al publicar en su último informe Cross Asset, correspondiente al mes de noviembre, los temas macro que creen que se van a desarrollar el año que viene, junto con el posicionamiento táctico y estratégico de la gestora e ideas concretas de inversión.

Philippe Ithurbide, responsable global de análisis y estrategia de la gestora, se encarga de detallar la asignación de activos que ha diseñado Amundi. Empieza por la visión macro. El equipo de análisis y estrategia ha identificado tres grandes temas macro que creen que van a extender su influencia a lo largo de 2016. El primero de ellos es la ralentización del crecimiento en China debido al ajuste de su modelo económico hacia una economía más basada en servicios. El segundo tiene que ver con la salud de los países emergentes, que ha sufrido desde 2013 por la política de forward guidance de la Reserva Federal, el final de su programa QE3 y la corrección del exceso de flujos que se habían dirigido hacia los países en vías de desarrollo, el desplome de las materias primas y la propia ralentización de China. Ithurbide señala como elementos adicionales de preocupación “los temores de un ajuste en el régimen de tipo de cambio de China en 2015 y del endurecimiento monetario en EE.UU.”.  

Finalmente, el tercer tema aborda el crecimiento global, que se está erosionando gradualmente debido a las revisiones del crecimiento en los principales países emergentes. “Creemos que el crecimiento en los países desarrollados será más sólido en los próximos trimestres, aunque esperamos una ralentización para 2017”, indica el responsable. Éste añade que los inversores deben tener en cuenta que la visión de Amundi es algo más pesimista que la del consenso del mercado: en los últimos dos años, se ha ajustado la previsión de crecimiento global desde el 3,8% al 2,9% debido principalmente al mal comportamiento de China, Rusia y Brasil. 

El experto se encarga de recordar que, aunque tres son las líneas principales de actuación de la firma, tampoco ignorar la presencia de un amplio catálogo de riesgos que podrían modificar su visión a lo largo de 2016. Los sintetiza en la tabla a continuación. 

Riesgos extremos que puedan influir sobre los mercados financieros
Desencadenante Preocupación Nivel de riesgo Precedente histórico reciente
Subida de tipos mal interpretada Crash en la renta fija Moderado Febrero de 1994
Hard landing en China Nuevo desplome de los países emergentes Moderado 1997 - 1998
Colapso del crecimiento global Crash de la bolsa Bajo 2000, 2008
Más ajustes de la política de tipo de cambio en China Fuerte devaluación del yuan Bajo 1994
Nueva caída del precio del petróleo y del resto de materias primas Otra caída de los países productores Moderado 1985- 1986, 2013- 2014

Fuente: Amundi

Cómo encajan las piezas del puzzle

“En ausencia de una crisis, las previsiones de crecimiento más fuertes de los países desarrollados y el deterioro de las perspectivas de los países emergentes, junto con el riesgo de una ralentización continuada en China, refuerzan nuestra convicción sobre nuestra asignación de activos”, continúa Ithurbide. Éste procede a continuación a delinear los pilares de la estrategia: preferencia por los activos de riesgo y por activos que permiten la búsqueda de rentabilidad. Detección de temas aplicados a la renta variable: acciones que pagan dividendo (para combatir un entorno de tipos bajos), consumo (tipos bajos, precios bajos del petróleo, aumento del poder adquisitivo, de los salarios y del empleo en EE.UU. y Europa, y transición hacia un modelo más basado en el consumo en China), junto con ideas basadas en características idiosincráticas de cada región (M&A, recompra de acciones, aumento de los beneficios en Japón y Europa). 

Como resultado de esta estrategia, la firma está sobreponderada en renta variable europea y japonesa, prefiere acciones europeas a las estadounidenses y bonos estadounidenses antes que los europeos. Dentro de los países europeos, sobreponderan la deuda corporativa (tanto high yield como con grado de inversión) frente a la soberana. Las estrategias de renta fija se centran en la comprensión de los diferenciales y de las curvas de rentabilidad.

Dentro de las estrategias por divisas, el equipo de asignación de activos está aplicando temas macro como la búsqueda de valor en divisas que hayan sufrido, como las vinculadas a las materias primas (dólar canadiense, corona noruega) o las devaluadas como resultado de la política monetaria, como el yen. Dos puntualizaciones: sí infraponderan las monedas que actúan como proxy de las materias primas de países emergentes, y la visión de la firma es que no se prevé un abaratamiento superior del yen, por lo que han estado deshaciendo en los últimos tres meses sus posiciones largas en renta variable versus yen. Tampoco esperan un abaratamiento sustancial del euro de aquí en adelante: “La mejora de la salud económica, la menor disposición de la Fed a subir los tipos de interés y la situación de las cuentas corrientes sirven para reforzar la resistencia del euro”, indica Ithurbide. 

En cambio, la firma está infraponderada en activos emergentes, tanto renta variable como deuda. Sólo ha invertido en esta región de forma muy selectiva en los últimos tiempos, centrándose en naciones en vías de desarrollo con el siguiente retrato robot: que sean importadoras de petróleo, dispongan de otras fuentes de crecimiento y no dependan mucho de China, que cuenten con políticas económicas creíbles, estabilidad política y un endeudamiento moderado que esté denominado principalmente en divisa local. 

El responsable también indica algunas de las estrategias que figuran en el plan B de Amundi en el caso de que se altere el entorno macro por la acción de los riesgos ya expuestos. Entre dichas estrategias figuran el incremento de la exposición a deuda estadounidense de larga duración y bunds, posiciones largas en volatilidad, incremento de la liquidez presente en las carteras y posiciones largas en el dólar o el yen. Quien quiera estar en liquidez siempre dispone de los socorridos fondos del mercado monetario, como el Amundi 3 Months, el Amundi 6 Months y el Amundi 12 Months.