Eurizon Fund Azioni Strategia Flessibile: 10 años de “pequeño empujón”

Corrado Gaudenzi (Eurizon)
Foto cedida

La inversión en renta variable está compuesta por 120 títulos con el mismo peso en la cartera, 60 correspondientes al mercado europeo y 60 al mercado estadounidense. La cuota destinada a acciones viene determinada por el valor total del universo de inversión, visto desde una perspectiva de medio y largo plazo. Cada compañía es seleccionada de acuerdo con el análisis fundamental de determinados parámetros que aseguran un desarrollo sostenible a lo largo del tiempo.

Se aplica, de manera disciplinada, una lógica contrarian en la estrategia que elimina algunas de los sesgos de comportamiento más importantes y tiende a aprovechar los momentos de corrección de los mercados para aumentar la cuota de riesgo. El gestor define este enfoque como un “dulce empujón al inversor hacia sus objetivos financieros”, refiriéndose a las palabras del premio Nobel de economía Richard Thaler (o “teoría del pequeño empujón”).

Lograr transmitir en poco más de 150 palabras una idea precisa de qué es y cómo opera un fondo no siempre es posible. Obviamente, cada una de las frases escritas en el texto precedente puede dar lugar a una comprensión más completa, pero esto no quita que la claridad, la transparencia y la coherencia hagan que la lógica aplicada a uno de los fondos de mayor éxito en el panorama europeo de la gestión de activos de los últimos 10 años sea plenamente accesible a todo tipo de inversores.

Resurgir de la gran crisis

El fondo se creó entre el 2008 y el 2009 cuando los mercados de renta variable habían generado una gran desilusión y se experimentó lo difícil que resulta para la mayoría de los inversores tomar las decisiones correctas en un mercado bursátil muy volátil.

Una reacción instintiva del ser humano ante una situación de peligro puede motivas decisiones poco rentables”, explica Corrado Gaudenzi, responsable de Long Term Sustainable Strategies en Eurizon. “La logica contrarian aleja del ámbito de las emociones la decisión de invertir en acciones, cuándo comprar y cuándo vender. Un momento muy estresante para los inversores”, añade. 

Esa aproximación representa lo que Gaudenzi define como el primer motor del fondo, mientras el segundo, “que a largo plazo ha generado la mayor parte del valor”, es el proceso de selección de empresas.

“La idea es invertir en compañías que reparten altos dividendos, pero sobre todo sostenibles. Este aspecto nunca ha cambiado. La métrica que usamos principalmente para medir la sostenibilidad de los dividendos es el análisis de los flujos de caja. Siempre prestamos mucha atención a la mejor manera de calcular esta métrica", explica el gestor.

Diferencia respecto al benchmark, con un active share accionarial permanentemente cercano al 80%, sin duración y cobertura total del riesgo de cambio, son los otros elementos diferenciales que siempre han acompañado la parábola Eurizon Fund Azioni Strategia Flessibile, producto con Sello FundsPeople, con las calificaciones Consistente y Blockbuster en el 2020.  

De hecho, el objetivo es obtener retornos acordes con los del mercado de renta variable en un horizonte de siete años, limitando al mismo tiempo la volatilidad. “En este producto el único motivo por el que puede experimentar un descenso es si hay una bajada acentuada de las acciones; los tipos de interés y de cambio no deberían influir”, señala el experto, citando nuevamente los conceptos mencionados de transparencia y claridad, pilares fundamentales “para construir la confianza necesaria para gestionar la relación con el inversor sobre todo en momentos de dificultad”.    

Afrontar la pandemia

Ciertamente esto incluye el periodo que acabamos de vivir recientemente, con los mercados lidiando con las consecuencias económicas de la crisis sanitaria mundial. “El año comenzó con las acciones, especialmente las americanas, en niveles muy altos”, comenta Gaudenzi, que señala que las posiciones en renta variable en enero y febrero estaban cercanas a la inversión mínima, igual al 50%. “La corrección en febrero y especialmente en marzo no dio señales claras y empezamos a aumentar las posiciones desde mediados de marzo. Entre el 16 y el 23 de marzo construimos una cartera de acciones que llegó a alcanzar el 68%, incrementando de manera importante la exposición a renta variable en las sesiones más volátiles y negativas, de acuerdo con la filosofía del producto".

Los mercados han registrado una recuperación en forma de V gracias a la intervención de los bancos centrales y de los Gobiernos que han propiciado un gran clima de confianza sobre la posibilidad de una rápida recuperación económica. “Hemos acompañado el movimiento de subida del mercado suavizando nuestra posición en la renta variable a medida que los precios subían, lo que se tradujo en valores menos atractivos. En el momento más alto de la recuperación, el 8 de junio, nuestro balance fue muy positivo, con un rendimiento menos negativo que el de un índice ponderado compuesto por acciones y el mercado monetario”, revela.

También hay que señalar, según el experto de Eurizon, que la selección de acciones no fue gratificante durante el primer semestre. Un período, en definitiva, caracterizado por la lógica "el ganador se lo lleva todo", con muy pocas grandes empresas que se hayan visto altamente recompensadas por el mercado y la gran mayoría que, en cambio, tuvieron un rendimiento inferior a la media.

“La filosofía consistente en el empleo disciplinado de una lógica contrarian ha demostrado ser un gran recurso y un factor de resiliencia, capaz de compensar los efectos negativos de la escasa relevancia demostrada por los mercados en la selección d ellos títulos”, añade.

Los próximos 10 años

¿Cómo abordar la próxima década después de los resultados obtenidos, financiera y comercialmente? El primer reto mencionado por Gaudenzi es relativo a la constante actualización de acuerdo a los cambios que se producen en el universo de inversión del fondo.

“El valor agregado de las acciones es nuestra brújula para comprender cuánto invertir en el fondo y comenzamos con la idea de que para medirlo debíamos calcular el valor promedio de las ganancias de los últimos 10 años. Cuando vimos que la fase de expansión de los Estados Unidos iba más allá de este umbral, decidimos alargar el horizonte temporal para incluir todo el ciclo económico", explica.

También en cuanto a la evaluación y selección de empresas para invertir, hace notar el gestor, ha habido novedades y desafíos. "Hemos cambiado progresivamente nuestro enfoque: del estado patrimonial al análisis de flujo de caja. Lo que hemos observado en el curso de los últimos tres años ha sido una gestión activa de los flujos de caja, con fuerte interés por las compañías que mejoren esa métrica.

Hoy en día, siempre que una empresa tiene la oportunidad, utiliza el capital para mejorar el flujo de caja, a veces de una manera que no es sostenible a medio y largo plazo. Por lo tanto, existe el riesgo, por el lado del análisis, de tener un cuadro excesivamente positivo que no se corresponde a la realidad. Un elemento de novedad con el que tuvimos que lidiar y que seguiremos vigilando", concluye.