La distribución transfronteriza de fondos sigue acelerándose en Europa, pero el ritmo varía según la madurez del mercado. Dinamarca y Luxemburgo marcan récords, mientras los grandes centros tradicionales ajustan sus estrategias.
La distribución transfronteriza de fondos mutuos en Europa cerró 2024 con un panorama dual. Hubo un crecimiento sostenido en el número de registros y una leve contracción en el total de fondos activos. Según el informe Global Fund Distribution Poster de PwC Luxemburgo, los registros transfronterizos crecieron un 1,9% hasta alcanzar las 143.244 inscripciones. Esta cifra supone casi el doble que en 2014, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 5,5 %. Sin embargo, el número de fondos transfronterizos registró una caída del 0,5 %. Esto lo situó en 14.649, su primera disminución desde 2014.

Este descenso no refleja un deterioro de la actividad, sino una reestructuración de la oferta. Tal como señala Christophe Saint-Mard, socio responsable de distribución global en PwC Luxemburgo, "la racionalización responde a una estrategia de eficiencia: los gestores priorizan los fondos con mayor distribución y volumen, y consolidan aquellos de bajo rendimiento".
Luxemburgo sigue dominando, pero Irlanda acorta la brecha
A diferencia de lo que ocurre con los ETF, Luxemburgo mantiene su posición como principal centro de distribución transfronteriza. El país concentra el 52,3% del total de registros, mientras que Irlanda consolida su papel como segundo domicilio, con el 38,8%. Juntas, ambas jurisdicciones acaparan más del 90% de la distribución de fondos transfronterizos domiciliados en Europa.

La competencia entre ambos centros se ha intensificado en segmentos clave como los ETF. Irlanda domina este nicho. Esto es gracias a su agilidad regulatoria, régimen fiscal competitivo y ecosistema especializado en productos cotizados. En paralelo, Luxemburgo conserva el liderazgo global en UCITS y mercados privados. Esto está respaldado por su infraestructura legal, trayectoria histórica en la gestión colectiva y su papel como plataforma de referencia para estrategias alternativas.
Según datos de PwC, el mapa de registros muestra que más del 82% de los ETF domiciliados en Irlanda están también registrados en Luxemburgo. Esto evidencia una estrategia de complementariedad más que de exclusividad entre ambos domicilios.
Aunque Francia, Alemania, Jersey o Liechtenstein mantienen cuotas modestas, su participación es estructuralmente inferior. Esto refuerza la tendencia a la consolidación domiciliaria y a la búsqueda de plataformas altamente especializadas, capaces de absorber nuevas clases de activos. Además, permiten atender a múltiples marcos regulatorios y escalar en distribución internacional.
Europa capitaliza el crecimiento de registros
En el plano geográfico, el mercado europeo muestra una dinámica desigual pero expansiva. En 2024 se registraron aumentos notables en Europa Central y del Este, destacando:
- Hungría, con 423 nuevos registros (+52,7% interanual), se posicionó como el mercado europeo con mayor crecimiento absoluto.
- Eslovaquia (+28,7%) y Polonia (+31,1%) también mostraron un fuerte dinamismo, seguidas de Chequia, que superó los 1.300 registros totales.
Estos países se están consolidando como nuevos hubs emergentes para la distribución de fondos, gracias a la maduración de sus marcos regulatorios, la estabilidad macroeconómica relativa y el incremento del ahorro financiero de sus poblaciones. Además, su creciente integración en los canales digitales de distribución paneuropeos facilita la entrada de productos internacionales.
En Europa Occidental, Dinamarca (+275 registros) y Luxemburgo (+236) lideraron en volumen de nuevas inscripciones. Por el contrario, países como Italia, Suecia y España mantuvieron crecimientos estables, entre el 1,6 % y el 1,8 %.
Los mercados más maduros modulan sus registros
Por otro lado, mercados más maduros como Reino Unido, Francia y Alemania registraron ligeros descensos en sus cifras totales de registros (-0,5 % aprox.). Esto es atribuible en parte a revisiones estructurales, salidas post-Brexit o mayor selectividad de las gestoras. En el caso de España, con 158 nuevos registros durante 2024, su evolución se situó ligeramente por debajo de la media europea. Aunque mantiene una posición relevante en la región, fue superada en nuevos registros por países más pequeños como Dinamarca, Polonia o Eslovaquia, lo que evidencia una dinámica regional cada vez más competitiva. En cuanto al domicilio de los fondos transfronterizos comercializados en España, se observa también el liderazgo de Luxemburgo, con casi un 54%, seguido de Irlanda con el 34% y solo un 4% de fondos con domicilio francés.
El auge de registros en los países de Europa del Este se enmarca en una estrategia de diversificación regional por parte de las gestoras internacionales. Estas buscan ampliar su huella en jurisdicciones con menor saturación, costes de entrada más bajos y creciente apetito inversor. Esta evolución no es aislada. Responde a un reposicionamiento estructural dentro del mercado transfronterizo europeo, donde la eficiencia operativa y la optimización geográfica ganan peso.
La evolución del mercado transfronterizo en Europa evidencia una tensión positiva entre consolidación y crecimiento. Mientras se reduce el número de fondos, aumentan los registros por fondo, con una clara apuesta por la eficiencia. Luxemburgo e Irlanda seguirán siendo los polos dominantes. Sin embargo, la geografía de la distribución se diversifica con fuerza hacia Europa Central y del Este. Esta región gana protagonismo como nuevo motor de expansión.