José Manuel Olabarrieta, director general de Vontobel para Iberia y América Latina
Los mercados emergentes no son una moda pasajera y poco a poco se convertirán en un activo central en las carteras de los inversores. “A nivel global, los mercados emergentes ganan peso. Puede que haya burbujas en algunos mercados, pero irán ganando peso”, afirma José Manuel Olabarrieta, director general de Vontobel para Iberia y América Latina.
Este movimiento, asegura Olabarrieta, se sustenta en razones fundamentales. Y también se explica por la debilidad que muestran algunos países desarrollados, en particular los europeos. “Europa sufre de males que antes eran considerados típicos de los emergentes. Tiene un problema de déficit, tiene que emitir más deuda y recortar gastos. El sistema financiero se está reconvirtiendo. Eso era lo que le pasaba a los mercados emergentes en anteriores crisis”, asegura.
El movimiento hacia activos emergentes se ha registrado también con claridad entre los inversores españoles. “Ahora que la renta variable local es más compleja, muchos inversores se fijan en los mercados emergentes. Están dispuestos a asumir volatilidad a cambio de una mayor rentabilidad”, señala.
Olabarrieta destaca que los movimientos bruscos son una característica del mercado español de fondos. “Siempre oscila entre los extremos. Y ahora mismo, el mercado está polarizado: los inversores buscan o cero volatilidad, con depósitos, o mucha volatilidad, con mercados emergentes. En España somos expertos en saltar al activo que más nos pueda beneficiar en cada momento. Y en ocasiones se acierta, como pasó con la renta fija corporativa. Pero, debido a ese comportamiento, no hay estabilidad en la inversión”, afirma.
Mirando hacia el futuro cercano, el director general de Vontobel para España y Latinoamérica espera que la volatilidad siga siendo elevada en los mercados. Y cree que los sentimientos podrán seguir guiando el comportamiento de los inversores, que podrían seguir haciendo poco caso de los fundamentales al menos en lo que resta de año.
Olabarrieta señala que la renta fija corporativa tiene ya poco recorrido y considera que los convertibles pueden seguir siendo un tipo de activo interesante para los próximos meses. Cree que la guerra de los depósitos continuará, “porque las entidades necesitan liquidez”, y piensa que se mantendrá la falta de fe en la deuda de los países periféricos en Europa.
“Tras la crisis, todos hemos perdido dinero. En vez de pensar ahora con serenidad y buscar valores adecuados para obtener una rentabilidad estable y recurrente, la gente quiere recuperar rápido lo perdido y eso genera volatilidad. La presión por los resultados entre los institucionales también contribuye a esa volatilidad”, dice.
Para Vontobel, que apuesta por un modelo multiboutique, no se trata de un periodo fácil. “Las boutiques suelen captar más clientes cuando el ciclo es positivo”, señala Olabarrieta. Pero el grupo suizo sigue apostando por el crecimiento. Ha abierto oficina en Hong Kong para atender a los mercados asiáticos y desde Madrid se programa el desembarco en mercados de gran potencial, como México y Brasil.
La entidad mantiene también su apuesta por las materias primas, un tipo de activo que considera que tiene aún mucho potencial. “Hoy sólo se ve que si el dólar sube las materias primas bajan. No se atiende a los fundamentales. Pero si China y Brasil siguen creciendo, además de México, India y otros países asiáticos, es lógico pensar que el consumo de materias primas industriales aumentará”, señala Olabarrieta.
En cuanto a la inversión socialmente responsable (ISR), otra de las apuestas de la entidad suiza, Olabarrieta afirma que este tipo de inversión sólo crecerá en España si es capaz de demostrar que puede ofrecer una buena rentabilidad.
“En España no existe una conciencia ética a nivel general. Los inversores piden rentabilidad sin importar de dónde venga. El mercado percibe que es más costoso invertir en ISR y eso no es verdad. Los gestores de ISR deben demostrar de forma consistente que pueden competir con la gestión tradicional. Es algo que se puede hacer, pero hay que demostrarlo”, dice.
Olabarrieta cree que la ISR crecerá poco a poco en España y asegura que, sin necesidad de imposiciones, la exposición de los fondos de pensiones a este tipo de inversión podría llegar a situarse en torno al 10%”.