No es ningún secreto que las fuertes caídas sufridas por las divisas más débiles de los mercados emergentes a raíz de la devaluación del peso argentino la semana pasada han inquietado a los inversores tanto en los mercados desarrollados como en aquellos en desarrollo. Lo que tal vez el inversor esté pasando por alto es que la caída del valor de muchas divisas emergentes frente al dólar estadounidense es una tendencia que se remonta, por lo menos, a hace tres años. Según Legg Mason Global AM, lo que algunos han descrito como un fracaso de esta clase de activos, quizá debería verse como un efecto colateral de los desafíos económicos específicos y aislados de un grupo determinado de países, informa Funds People.
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