Según explica la gestora, los fondos cotizados de bonos de alto rendimiento no replican sus índices muy bien. También pueden dejar a un inversor expuesto a niveles de riesgo crediticio innecesarios.
En el mercado de bonos de alto rendimiento los inversores siempre tienen muy presente el riesgo de impago. “Aunque éstas han caído hasta mínimos históricos, los inversores no pueden permitirse ser complacientes. Se requiere un análisis crediticio cuidadoso para juzgar la capacidad que tiene una empresa para cubrir cómodamente los pagos de intereses, la inversión en inmovilizado y las salidas de tesorería con sus beneficios. Se deben detectar las irregularidades en los estados financieros y realizar los ajustes necesarios durante el proceso de análisis crediticio”, afirman los expertos de Fidelity Worldwide Investment,
Según explica la gestora en un informe, una comprensión detallada del entorno en el que opera la empresa emisora, su posición competitiva y cómo está gestionada son elementos que se deben tener en consideración. “Por estos motivos, los inversores deben evitar los enfoques pasivos a la hora de invertir en bonos de alto rendimiento. Los fondos cotizados de bonos de alto rendimiento no replican sus índices muy bien. También pueden dejar a un inversor expuesto a niveles de riesgo crediticio innecesarios. Cuando se trata de bonos de alto rendimiento, invertir con un enfoque activo es esencial”, indican.
Estados Unidos y Europa siguen registrando unas reducidas tasas de crecimiento por debajo de la tendencia. “Generalmente, eso es señal de que las tasas de impago van a subir, ya que el débil crecimiento económico erosiona los beneficios y hace que las empresas emisoras de bonos de alto rendimiento tengan dificultades para pagar sus deudas. Sin embargo, esto no ha ocurrido. Ello es debido a que las empresas han sido muy conservadoras desde el estallido de la crisis financiera y han optado por reducir su endeudamiento. El débil trasfondo económico sólo ha servido para que sean aún más cautas”, afirman desde la entidad.
“Irónicamente, a pesar de la buena salud relativa de las empresas estamos viendo unos niveles récord de emisiones de bonos de alto rendimiento. No obstante, sería un error suponer que esto indica un incremento general del endeudamiento en los balances, ya que refleja más bien una preferencia por parte de las empresas por refinanciar sus préstamos actuales a través del mercado de bonos en el entorno que ha dejado tras de sí la crisis. “Esta forma de refinanciación es más atractiva para las empresas, ya que los bancos siguen siendo todavía reacios a prestar y sus costes de financiación siguen siendo elevados”.
Esta oleada de emisiones de bonos de alto rendimiento se ha encontrado con una amplia demanda, lo que según Fidelity resulta alentador. “Los tipos de interés en mínimos históricos han llevado a los inversores que buscan rentabilidades hacia los bonos de alto rendimiento. Además, los bancos centrales parecen dispuestos a mantener bajos los tipos de interés hasta que el entorno económico mejore. Por ejemplo, la Fed se ha embarcado actualmente en un programa de relajación cuantitativa sin tope y se espera que mantenga los tipos de sus fondos en un bajísimo 0,25% hasta mediados de 2014. El resultado es que las condiciones financieras se han relajado de forma tan considerable que los inversores están mirando más allá del crecimiento económico renqueante para encontrar rendimientos más elevados”.
Por otro lado, los mercados han entrado en una fase de tolerancia al riesgo. Así, los tipos de los bonos de alto rendimiento y la volatilidad bursátil han caído hasta niveles previos a la crisis. Sin embargo, el margen de compresión de los diferenciales es ahora menor en los bonos de alto rendimiento debido a la impresionante subida que ha experimentado esta clase de activos hasta la fecha. “Esto significa que debe evitarse la complacencia a toda costa, incluso a pesar de que las tasas de impago probablemente permanezcan en niveles bajos. Aplicar un enfoque activo y cuidadoso a la hora de seleccionar deuda corporativa de alto rendimiento sigue siendo tremendamente importante”.
Lo que Fidelity cree que es necesario saber
De acuerdo con Fidelity, a la hora de invertir en este mercado se necesita un conocimiento exhaustivo del funcionamiento y la gestión de la empresa emisora. “La profundidad del análisis y el estudio de los riesgos crediticios que se requieren para identificar a los ganadores y a los perdedores es una razón de peso para adoptar un enfoque activo a la hora de invertir en bonos de alto rendimiento. El objetivo de un fondo cotizado es replicar y ofrecer una rentabilidad equivalente a la del índice de referencia. “No obstante, los índices de bonos de alto rendimiento destacan por su dificultad para ser replicados, lo que ha provocado que los fondos cotizados hayan fracasado históricamente a la hora de ponerse a la altura de sus índices de referencia", aseguran desde la firma.
"Ello se debe -explican- a los altos costes de operaciones que se derivan de replicar un mercado no organizado formado por multitud de bonos emitidos en pequeños volúmenes y a menudo relativamente ilíquidos”. Para Fidelity, “el peligro de los vehículos de gestión pasiva es que no se da ninguna consideración al riesgo crediticio ni se discrimina entre emisores. Los fondos cotizados tendrán en cartera emisores que están a punto de dejar de pagar sus deudas simplemente porque forman parte del índice. En este sentido, la inversión pasiva en bonos de alto rendimiento es como invertir con una venda en los ojos”.