Fidelity: “Se debe evitar la complacencia pero hay razones para ser positivos sobre las perspectivas de la renta variable europea”

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Foto cedida

La gestión de Alexandra Hartmann sigue siendo garantía de calidad: la gestora de Fidelity Worldwide Investment sigue presumiendo de que su fondo, el FF Euro Blue Chip, se sitúa en el primer cuartil de su categoría a 1, 3, 5 y 10 años. La gestora comenta brevemente dónde ve oportunidades dentro de la renta variable europea tras las turbulencias de los últimos meses. Su mensaje es muy claro: “Las perspectivas se mantienen favorables”. 

La gestora advierte de que “ante la situación actual en China, se debe evitar la complacencia pero hay diversas razones para ser positivos sobre las perspectivas de la renta variable europea y, en particular, para la selección selectiva de valores”. En concreto, aporta tres razones para justificar su postura, siendo la primera que, en sus palabras, “los fuertes balances corporativos y un entorno de financiación favorable siguen ahí". En segundo lugar, recuerda que “la combinación de la bajada de las materias primas, la estabilidad de los precios de los activos y la mejora de las condiciones salariales están reforzando la base para una recuperación continuada de la demanda en todas las economías desarrolladas”. 

Finalmente, -y cree que es posiblemente la razón más importante-, Hartmann indica que en Fidelity siguen viendo que "muchos negocios bien establecidos se ven retados por modelos de negocio nuevos basados en la tecnología y por unos cambios en los patrones de consumo que sugieren que con el tiempo, se pueden obtener ganancias sustanciales si se identifican correctamente esas compañías”.

De acuerdo con datos de Morningstar, entre las diez principales posiciones del FF Euro Blue Chip figuran actualmente valores como Bayer, Sanofi, AXA, Royal Dutch Shell o la española Iberdrola. Morningstar otorga a este producto su calificación máxima de cinco estrellas, así como un rating cualitativo Bronze. 

Detalles sobre la gestión del fondo

La forma de invertir de Hartmann consiste en localizar dentro del universo de renta variable europea y a través de una selección bottom up aquellas acciones cuya valoración no refleje adecuadamente lo que la gestora considera que es el valor verdadero del negocio. Los frutos de su selección suelen ser generalmente empresas de primer orden, de mediana o gran capitalización, con un sesgo de crecimiento (entendido como capacidad para generar flujos de cajas con independencia del ciclo de mercado) que se reúnen en una cartera concentrada entre 60 y 80 valores. 

Se trata de un enfoque con altos niveles de consistencia a lo largo del tiempo: la gestora acumula una experiencia de 19 años en los que ha demostrado su capacidad para genera alfa tanto en mercados alcistas como bajistas.