Filosofía consistente y alineación de interesas: claves de las boutiques españolas para aportar valor

foto2
Funds People

Las boutiques españolas tienen aún un modesto porcentaje de los activos gestionados en fondos en España, pero están convencidas de que cuentan con grandes bazas para cambiar la situación: su fidelidad a estilos en los que creen, la independencia y la alineación de intereses con el cliente, ingredientes que se unen a la convicción de la necesidad de aportar valor añadido para poder sobrevivir. Así lo creen en Bestinver AM, Cartesio Inversiones y March Gestión, las tres gestoras que participaron en un desayuno organizado por Funds People y celebrado en el despacho de abogados Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.

"Nuestras convicciones y la fidelidad a una filosofía son nuestras señas de identidad. Llevamos 25 años jugándonoslo todo a una sola carta y hasta ahora ha funcionado muy bien”, explica Beltrán Parages, director comercial de Bestinver AM. En esa misma línea se manifiesta Cayetano Cornet, socio de Cartesio Inversiones, cuya gestora tiene todo su patrimonio en dos fondos.

La independencia es otra de las grandes bazas de estas entidades: “En las grandes manda la red, donde se dirige el producto que hay que vender al cliente pero en nuestro caso la presión viene más de los clientes y de la necesidad de ofrecer buenos resultados para mantenerlos”, dicen en Cartesio. Una presión que hace a las boutiques muy conscientes de que, o aportan valor añadido o no podrán sobrevivir, en palabras de José Luis Jiménez, director general de March Gestión. “El mercado depurará a aquellas entidades que no gestionen bien o que no tengan la gestión entre sus actividades core. Las grandes entidades en España hacen principalmente banca retail o banca de inversión”, dice.

De hecho, cuidar al cliente y ofrecerle a largo plazo buenos resultados es clave para mantenerle. Para ello, nada mejor que demostrarle que existe una completa alineación de intereses, algo que ocurre en las tres entidades en la medida en que su patrimonio está invertido en los productos que gestionan. “El incentivo personal es maximizar los retornos, estamos en el mismo barco que el cliente”, dice Parages. “Es algo que ocurre en pocas entidaes, pero nosotros no podemos permitirnos el lujo de crear grandes monstruos”, dice Jiménez, en alusión a productos de gran volumen de algunas entidades que en un momento determinado pueden sufrir sustos. “Lo pequeño es bonito porque es controlable”, dice, asegurando que se ha producido un cambio con respecto al pasado, donde los productos más atractivos eran los de mayor patrimonio. “Hay muchos cambios de concepto que juegan a favor de las entidades pequeñas, especialmente las boutiques especializadas”, apostilla.

La transparencia, la sencillez y la reputación son las otras claves de su negocio, junto a unas filosofías de inversión que se caracterizan por la paciencia. “Tener paciencia y no estar presionados a la hora de gestionar es muy importante. El modelo de gestión de valor en Estados Unidos siempre ha dado atractivos retornos a largo plazo y eso es en lo que creemos, aunque en periodos de tres años haya cifras negativas”, explica Parages.

La sinceridad, y el hecho de hacer solo lo que la gestora vende, el “true to label”, es otra de las cosas por las que se caracterizan y algo por lo que creen que hay problemas en los productos que vende la gran banca. “Las grandes entidades no venden bien el producto y por eso el cliente si enfada si va mal. Pero si se le explica bien en qué consiste la filosofía de inversión, entiende los malos momentos”, dice Cornet, por lo que considera clave vender bien el producto y explicarlo con rigurosidad.

Las amenazas

Una de las principales amenazas para estas gestoras es el exceso de regulación, y las exigencias del supervisor sobre las pequeñas entidades, que supone grandes barreras de entrada. Para Cornet, la regulación puede tener un efecto pernicioso: “Si el gestor ha de seguir un índice se aplana el talento hasta hacerlo desaparecer, y si el banquero privado tiene restricciones y ha de seguir una lista de productos debido a que el exceso de regulación complica la arquitectura abierta también es un problema”, dice.

Los expertos creen que hace falta una armonización en Europa no solo técnica, sino real, ante las grandes divergencias que hay en los países y lo costoso y complicado que resulta salir fuera, si bien Jorge Canta, socio de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, cree que la industria camina hacia ese punto. “Siempre existen distintas interpretaciones entre los países pero al final el concepto de tener una gestora es casi igual”, apostilla.