Fitch confirma las calificaciones para Brasil en BBB: pronóstico estable

Estas son las calificaciones de Fitch Ratings para el país suramericano:

- Calificación del emisor (IDR por sus siglas en inglés) de divisa extranjera: BBB.

- IDR de moneda local: BBB

- Techo país: BBB+

- IDR de corto plazo en F2

Estas fortalezas permitirán a Brasil navegar en el entorno de volatilidad financiera internacional. El prospecto favorable de crecimiento a mediano plazo y un amplio consenso en el empuje de las políticas macroeconómicas también respaldan la solvencia de Brasil.

Según el informe de Fitch, estos aspectos positivos hacen suficiente contrapeso a las debilidades del país, que incluyen la carga relativamente alta de la deuda del gobierno, la flexibilidad fiscal limitada y el avance relativamente lento de las reformas económicas. Además, el ambiente de negocios del país está constreñido por fuertes regulaciones y cargas fiscales, así como por una débil infraestructura.

La economía brasilera se ha ralentizado notablemente en 2011 debido a políticas monetarias y fiscales más estrictas. El crecimiento económico del próximo año también se verá atenuado por vientos adversos externos. “Aunque se espera que Brasil crezca menos de su tasa potencial en 2011 y 2012, no se prevé que sus medidas crediticias externas se vean afectadas por la desaceleración económica”, dijo Shelly Shetty, líder de calificaciones soberanas de Latinoamérica en Fitch Ratings.

Fitch señala que el crecimiento crediticio se ha desacelerado en respuesta a ajustes monetarios y medidas prudentes a nivel macro, aplicadas por el banco central. De otra parte, las presiones inflacionarias siguen presentes con la inflación que podrá rondar el margen superior del rango 4,5%+/-2%.

A pesar de la inflación relativamente elevada el Banco Central de Brasil empezó hace poco a relajar su política monetaria con el fin de mitigar la tormenta financiera externa en Brasil. En opinión de Fitch, aunque por el momento la política monetaria enfocada al control de la inflación permanece intacta, si se diera un deterioro de las dinámicas inflacionarias la credibilidad de la política monetario podría ponerse en cuestión.

Lo más probable es que el gobierno brasilero llegue al superávit de 3,15% de PIB debido al crecimiento robusto de las rentas y la restricción del gasto.

Fitch pronostica que el actual déficit del país seguirá siendo manejable durante el próximo año. Las inversiones extranjeras directas se han incrementado en Brasil, mientras que los flujos volátiles de portafolios han disminuido en los meses recientes, mejorando así la composición de los flujos para financiar el déficit.

Una mejora sostenida del balance fiscal y externo de Brasil, más mejoras en las dinámicas del crecimiento económico y una consolidación continua de la estabilidad macroeconómica pueden dar un apoyo importante para una buena calificación. De forma similar, las reformas económicas que mejoren los prospectos de inversión y competitividad de Brasil y se enfoquen en las debilidades estructurales de las finanzas públicas pueden ayudar a una calificación positiva de crédito. 

En contraparte, un aumento agudo de la deuda pública o la cristalización de obligaciones significativas en el sector financiero pueden minar la solvencia del país.