Fondos mixtos: así gestionan el dinero de sus clientes los que pueden moverse libremente por los mercados

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Srgpicker, Flickr, Creative Commons

Se juegan su credibilidad y prestigio tomando decisiones de inversión que implementan en productos que les dan una amplia libertad para definir sus ideas. Son los gestores de los fondos mixtos, productos que en España han alcanzado una notable popularidad. Funds People ha preguntado a los gestores de las estrategias más populares en España (ver el barómetro que cada mes se publica en la revista) cómo han gestionado en 2015, así como los resultados obtenidos (clase institucional en euros). No se incluyen los fondos de retorno absoluto multiestrategia, cuyos resultados y estrategias se tratarán en un segundo artículo. Esto es lo que nos han dicho:

Klaus Kaldemorgen en el DWS Concept Kaldemorgen

El DWS Concept Kaldemorgen es el fondo mixto con mayor volumen de activos en España. En 2015 ganó un 3,55%. Aprovechó su flexibilidad para realizar ajustes que le beneficiaron en su asignación de activos. Por ejemplo, a comienzos de año recogió la subida de la bolsa europea al calor del anuncio del programa QE del BCE, al mismo tiempo que se benefició de la devaluación del euro frente al dólar. La baja duración en la parte de renta fija le ayudó a Klaus Kaldemorgen en junio y en julio deshizo sus posiciones en oro. Pero fue en agosto y septiembre, cuando la mayoría de las clases de activos sufrieron importantes pérdidas, cuando el gestor logró destacar controlando la caída. Esto se debió al haber cubierto la parte de la cartera invertida en renta variable durante la corrección de agosto, posiciones que redujo posteriormente. En el segundo semestre, Kaldemorgen redujo la liquidez en cartera abriendo posiciones en deuda pública de corta duración para evitar las tasas de interés negativas que ofrecen los depósitos a corto plazo. Las acciones ha sido el activo que más ha contribuido a la rentabilidad del producto en 2015.

Asbjørn Trolle Hansen, Claus Vorm y Kurt Kongsted en el Nordea 1- Stable Return

El año pasado el Nordea 1- Stable Return consiguió una rentabilidad del 3,36%. Asbjørn Trolle Hansen, Claus Vorm y Kurt Kongsted basan la asignación de activos en principios de equilibrio de riesgo y en la asignación estratégica de activos a largo plazo. En consecuencia, la asignación suele ser bastante estable, dado que la cobertura táctica (más a corto plazo) tiene un efecto relativamente reducido en el fondo. Los principales cambios introducidos en 2015 fueron la reducción de forma constante de la exposición al dólar (del 22% al 2% a lo largo del año), al entender que esta divisa había protagonizado un marcado repunte y protegería peor frente a las caídas. Por el contrario, incrementaron su exposición al yen, divisa que ven infravalorada. También diversificaron sus títulos de deuda pública de calidad realizando una asignación al gilt británico (T1) y aumentaron la exposición a la renta variable emergente tras el desplome de agosto.

Arnoldo Valsangiacomo y Luca Pesarini en el Ethna Aktiv

El 2015 no fue el mejor año para el Ethna Aktiv (la rentabilidad ofrecida por el producto fue plana), si bien Arnoldo Valsangiacomo (en la imagen) y Luca Pesarini lograron que la volatilidad del producto no superase el 4% en ningún momento del año, cumpliendo así su primer objetivo: preservar el capital. En enero se enfocaron en bolsa americana y se perdieron el rally de las acciones europeas. De abril a agosto, periodo de alta tensión en los mercados, mantuvieron la volatilidad bajo control y se concentraron en una gestión muy activa y la máxima preservación de capital. En septiembre mantuvieron su enfoque conservador perdiéndose así los mercados alcistas, mientras que en octubre solo los capturaron parcialmente por el mismo motivo. En octubre no abrieron su posición de renta variable a tiempo y perdieron una parte del movimiento. En noviembre y diciembre tuvieron un pequeño rally. Recogieron beneficios en high yield, y también ganaron por el lado de la renta variable.

Dennis Stattman (en la imagen) y Dan Chamby en el BGF Global Allocation

En lo que respecta al BGF Global Allocation, el producto generó una rentabilidad el año pasado del 2,27%. Los grandes contribuidores durante el año de esta estrategia gestionada por Dennis Stattman y Dan Chamby fueron la sobreponderación del fondo a la renta variable japonesa, a Francia y la selección de valores en cartera. Desde el punto de vista sectorial, la selección de nombres en tecnología, telecos y financiero fueron muy positivos a la hora de generar puntos de rentabilidad. La cobertura de divisas y la notable sobreponderación al dólar contribuyó de manera positiva. Los mayores detractores durante el año fueron la selección de valores en EE.UU. y Canadá. Tampoco ayudó el stock picking en sectores como de materiales, sanidad, servicios públicos, consumo discrecional e industrial. Otro factor negativo fue la sobreponderación al sector energético, la infraponderación al consumo básico y a la renta fija en general, así como la exposición a materias primas. En la renta variable es dónde encuentran más valor en estos momentos, pero prestando atención a las divergencias regionales.

Matthew McLennan y Kimball Brooker en el First Eagle Amundi International Fund

El First Eagle Amundi International Fund, cuya rentabilidad en 2015 fue del 8,3%, también reserva importantes posiciones en liquidez, si bien el año pasado la redujeron. Esta tendencia a rebajar el ‘cash’ comenzó en 2014 y tuvo su continuación en 2015 a medida que la volatilidad generó oportunidades. De este modo, el 28% que tenían en liquidez en julio de 2014 fue bajando progresivamente hasta el 15% que mantenían a cierre de 2015. “La principal razón ha sido la tendencia por la que los movimientos alcistas de los índices de renta variable se deben a un número de acciones cada vez menor. Este tipo de estrechamiento del mercado, típico de las últimas fases de los mercados alcistas, concentra las ganancias en unos pocos favoritos, como Amazon o Facebook en 2015. Cuando esto ocurre, los índices registran avances pese a que la mayoría de las acciones caeb. Esto fue así durante 2015, sobre todo entre los valores con exposición a China y en los vinculados al sector de la energía e industrias relacionadas. Algunos valores puramente industriales también se han visto afectados negativamente por esta tendencia, lo que nos ha permitido encontrar oportunidades en valores industriales y relacionados con el sector energético”, explican Matthew McLennan y Kimball Brooker.

Paul Read y Stephanie Butcher en el Invesco Pan European High Income

Lejos de reducir sus posiciones en efectivo, el movimiento realizado por Paul Read, Stephanie Butcher (ambos en la imagen) y Paul Causer en el Invesco Pan European High Income el año pasado fue justo el contrario: incrementar las posiciones en liquidez o cuasi-liquidez para aprovechar potenciales oportunidades que puedan aparecer en situaciones de estrés del mercado. Además, redujeron el riesgo de crédito, incrementando las posiciones en deuda con grado de inversión, especialmente en bonos gubernamentales. También recortaron la exposición al sector financiero y a la deuda periférica y elevaron la exposición al mercado americano con el objetivo de aumentar la exposición a crédito sólido con mejores rentabilidades (las posiciones pre-hedged en dólares suponen alrededor de una cuarta parte de la cartera). La rentabilidad cosechada por el fondo en 2015 fue del 2,93%.

Talib Sheik y Michael Schoenhaut en el JPM Global Income

En 2015, Talib Sheik (en la imagen) y Michael Schoenhaut realizaron tres cambios clave en el posicionamiento del JPM Global Income Fund. En primer lugar, redujeron el nivel de riesgo de la cartera, para lo que fueron recortando progresivamente su asignación a renta variable, que pasó del 47% al 36% durante el año, con un claro sesgo hacia los mercados desarrollados, principalmente Europa. Esta menor presencia de la renta variable en la cartera les permitió abrir una posición en deuda corporativa estadounidense con grado de inversión que contribuyó a reducir el riesgo esperado de la cartera, mejoró la rentabilidad del fondo y diversificó más sus posiciones en renta fija. Por último, en la segunda mitad del año ampliaron su posición en high yield porque los diferenciales actuales descontaban unas tasas de impago propias de un entorno de recesión en EE.UU., lo cual no era su escenario principal. La rentabilidad generada por el fondo en 2015 fue del -0,6%.

Edouard Carmignac y Rose Ouahba en el Carmignac Patrimoine

La rentabilidad cosechada por el Carmignac Patrimoine en 2015 fue del 1,3%. El año tuvo cuatro fases. La primera (enero-abril) se caracterizó por un mercado alcista, en el que el Carmignac Patrimoine se benefició de su exposición larga a renta variable, crédito y deuda periférica, y dólar. La segunda fase, desatada por la crisis griega, afectó a la estrategia, debido a la caída de la deuda periférica, a la corrección de los mercados de renta variable y a que la exposición al dólar y al yen no actuaron como activo refugio, tal y como los gestores esperaban. La tercera fase fue la crisis china del verano, que también afectó a la estrategia. El fondo estaba posicionado largo en renta variable, crédito y dólar, lo que le hizo corregir (-7% frente al -4.55% del índice). La casa movilizó a todos sus equipos, que hicieron un roadshow a nivel mundial para analizar la situación y determinar si la crisis de los mercados era algo puntual o destapaba una situación más seria. Llegaron a la conclusión de que estábamos ante un cambio de ciclo, en el que se mantenía constante la desaceleración económica a nivel global, la ausencia de inflación y el alto grado de endeudamiento de las principales economías desarrolladas, con el hándicap de que en esta ocasión ya no contamos con el apoyo de los bancos centrales, que han actuado como combustible durante los últimos 6 años. Entonces consideraron que cualquier shock externo podía afectar a los mercados, siendo la desaceleración China y la caída del precio del petróleo dos magníficos ejemplos. En consecuencia, recortaron la exposición a renta variable hasta el 2% que tenían a cierre de 2015, alargaron duraciones y rebajaron la exposición al dólar. Todo ello para crear una cartera más defensiva ante la expectativa de que se produjesen nuevos episodios de tensión en los mercados, como ocurrió en noviembre, diciembre y en el inicio de este año. Este planteamiento defensivo es lo que explica el buen comportamiento de la estrategia en 2016.