Frank Lipowski (Flossbach): “El mercado que una vez se llamó renta fija debería rebautizarse como renta activa”

Frank Lipowski (Flossbach von Storch)
Foto cedida

El COVID-19 es un acelerador de tendencias a largo plazo. Los programas de ayudas estatales han provocado que la deuda nacional se disparase rápidamente. A la larga, solo se pueden financiar con tipos de interés bajos. Así lo interpretaron los bancos centrales. En opinión de Frank Lipowski, gestor del FvS Bond Opportunities, fondo con Sello FundsPeople 2020, con las calificaciones de Blockbuster y Consistente, un repunte alcista de los tipos de interés parece inviable, al menos en mucho tiempo.

Para los inversores que aún quieran obtener beneficios del mercado de tipos de interés, esto significa que ya no es suficiente con comprar bonos seguros y mantenerlos hasta el vencimiento. El rendimiento de los cupones es demasiado bajo, si es que queda algo. En Alemania, los inversores tienen que pagar para prestar dinero a su gobierno. En Italia, el rendimiento de los bonos a 10 años a finales de octubre era menor que un 0,8% anual. “Esto no es suficiente para construir y mantener el valor de los activos a largo plazo”, reconoce.

Sin embargo, el gestor de Flossbach von Storch considera que los tipos de interés bajos o nulos no supone que la inversión en bonos haya dejado de tener sentido. “El flujo de dinero de los gobiernos y los programas de compra de los bancos centrales han derivado en un aumento de la demanda del mercado de bonos. Los bonos pueden seguir siendo muy atractivos para aquellos inversores que quieran aprovecharse de las diversas oportunidades del mercado. Los inversores, únicamente, tienen que ser muy flexibles y explotar de forma activa todo el potencial de beneficio existente”.

A su juicio, se pueden aprovechar oportunidades si, por ejemplo, la curva del rendimiento cambia el precio de los riesgos crediticios en el mercado ofrecen oportunidades, como ocurrió en el primer pico de la pandemia en primavera. “En momentos sin interés, flexibilidad y actividad intensa son cruciales. El mercado que una vez se llamó correctamente renta fija probablemente debería rebautizarse como renta activa”.

Últimos movimientos en la cartera

En el equipo aseguran estar analizando el mercado de bonos, sus oportunidades y sus riesgos de forma muy cuidadosa. “Recientemente, los tipos de interés de la eurozona cayeron ligeramente mientras que se mantuvieron constantes en Estados Unidos. Esta evolución es especialmente evidente en los casos de largos vencimientos. La diferencia entre el rendimiento del bono estadounidense a 30 años en comparación con el bono federal alemán ascendió recientemente a más de 1,8 puntos porcentuales. En este entorno, hemos incrementado nuestra cartera de bonos estadounidenses a largo plazo de alta calidad. También han surgido recientemente oportunidades en bonos de alto rendimiento, que habían sido castigados por el mercado. Aquí, por supuesto, adoptamos un enfoque muy selectivo, confiando no solo en las calificaciones de las agencias, sino también en nuestros propios analistas internos”.

También han aumentado algo nuestra cartera en bonos del gobierno de Australia y Japón e invertido en bonos garantizados suizos. Además, utilizan dichas posiciones en el extranjero para gestionar la duración.

“Al final del tercer trimestre, aproximadamente un tercio de las contribuciones de duración provino de valores denominados en euros, otro tercio de valores denominados en dólares estadounidenses, y el restante aproximado de un tercio de la sensibilidad a los tipos de interés distribuidos entre el yen japonés, el dólar australiano y el franco suizo. Seguimos cubriendo la mayoría de los posibles riesgos de cambio de divisa de estas posiciones. Además de nuestra amplia diversificación, utilizamos estrategias de inversión convexas para posiciones individuales a fin de equilibrar las oportunidades y los riesgos”, revela.

En el entorno actual se mantienen cautos, como refleja por ejemplo la reciente ligera reducción de sus posiciones en bonos corporativos. “Al final del tercer trimestre, la proporción de valores con una calificación investment grade fue del 87%. Hemos tenido entradas muy elevadas en los últimos años, lo que también se debe al buen comportamiento del fondo. Sin embargo, nos mantenemos cautos con respecto a la liquidez de la cartera. Esto comienza con la selección de valores individuales y termina con nuestra posición de caja del 9% al final del tercer trimestre, que se complementa con un volumen similar de bonos del tesoro federal alemán líquidos (bundesschatzbriefe). Nuestra caja relativamente alta también nos brinda la flexibilidad necesaria para aprovechar las oportunidades cuando surgen”.