Según el último Fund Manager Survey de BofA, los gestores ven un 2025 prometedor, impulsado por la resiliencia económica de EE.UU., un esperado aterrizaje suave en la economía global y el alivio de las políticas monetarias restrictivas.
El 2024 está llegando a su fin y los inversores profesionales mantienen la idea de que el nuevo año vendrá acompañado por una economía mundial más fuerte. El 2025 se percibe esperanzador para los mercados, impulsado por expectativas de un aterrizaje suave, la resiliencia económica en EE.UU. y el alivio de las políticas monetarias restrictivas. Sin embargo, a nivel regional, Europa sigue enfrentando retos de crecimiento y posicionamiento en las carteras de los inversores globales.
Según indica el Fund Manager Survey de diciembre, informe realizado por Bank of America, por primera vez desde abril de 2024, una mayoría neta del 7% de los gestores encuestados espera un fortalecimiento de la economía global en los próximos 12 meses. Este optimismo se basa, principalmente, en el desempeño de la economía estadounidense, que ha sido impulsada por el Trump 2.0 effect, marcado por recortes fiscales y una política procrecimiento. El 59% de los gestores cree que EE.UU. evitará una recesión hasta, al menos, mediados del 2026, mientras que un 60% apuesta por un aterrizaje suave de la economía global.
Por otro lado, China también comienza a mostrar señales de recuperación tras implementar estímulos fiscales significativos. Un 36% de los encuestados globales prevé una aceleración del crecimiento económico del país, frente al 25% del mes anterior. Sin embargo, una pluralidad del 47% proyecta que la economía china se mantendrá estancada, reflejando las incertidumbres derivadas de su transición hacia un modelo de consumo interno.
Europa: entre el escepticismo y la incertidumbre
En contraste, la encuesta muestra que Europa enfrenta una visión menos optimista. Un 69% de los inversores considera que el crecimiento de la región se mantendrá débil en los próximos meses, y solo un 14% anticipa una aceleración económica, reflejando el impacto de una política fiscal vista como demasiado restrictiva, el porcentaje más alto desde 2020.
Además, la asignación del capital hacia acciones europea ha caído a un 25% de infraponderación, el nivel más bajo desde octubre de 2022. Sin embargo, un 56% de los encuestados espera que la renta variable europea suba a corto plazo (frente al 25% del mes pasado), mientras que un 69% prevé que suba a lo largo del próximo año, aunque sin cambios significativos. Una mayoría del 42% cree que las subidas vendrán dadas por la mejora de los beneficios y seguida por la relajación de los bancos centrales. Aunque un 33% de los gestores considera que la renta variable europea está infravalorada, cerca de su nivel más alto en cinco años, no logra atraer flujos significativos debido a las preocupaciones por el futuro crecimiento de la eurozona.
Expectativas de políticas monetarias más relajadas
A nivel global, el 80% de los gestores prevé una reducción de los tipos de interés en los próximos 12 meses, aunque solo un 1% espera una disminución de los rendimientos de los bonos a 10 años, la cifra más baja en más de dos años. En Europa, un 53% considera que la política monetaria es demasiado restrictiva, lo que limita el potencial de recuperación de la región.
En este contexto, la percepción de que las políticas de la administración estadounidense bajo Trump 2.0 son favorables ha dado un impulso al apetito de riesgo en máximos de tres años. Las únicas veces que la asignación de efectivo del FMS se acercó a los niveles de diciembre de 2024 (enero-marzo 2022, febrero de 2011) se produjeron enormes máximos en los activos de riesgo. Según los encuestados, la combinación de recortes fiscales y desregulación superan las preocupaciones por las posibles barreras comerciales en 2025.
Tendencias sectoriales y distribución de activos
El posicionamiento de las carteras refleja este optimismo hacia EE.UU. Un 36% de los inversores declara estar sobreponderado en acciones estadounidenses, la cifra más alta registrada. Por el contrario, Europa sigue perdiendo atractivo, y las acciones tecnológicas y de consumo discrecional destacan como las posiciones más infravaloradas en la región.
En términos sectoriales, las preferencias de los inversores varían significativamente entre regiones. A nivel global, los gestores han aumentado significativamente su exposición al sector financiero, alcanzando un nivel récord de sobreponderación del 41%. En Europa, los sectores de utilities y bancos encabezan las posiciones sobreponderadas, mientras que el sector tecnológico destaca como el más sobrevalorado. En contraste, los gestores globales han aumentado significativamente su exposición a bancos y compañías aseguradoras, alcanzando niveles récord de sobreponderación.
Riesgos y catalizadores para 2025
En cuanto a riesgos, la combinación de políticas de la nueva administración estadounidense se considera el mayor peligro para los mercados el próximo año: el 37% de los gestores globales tiene en el punto de mira una posible guerra comercial iniciada por Trump, empatada con una posibilidad de subidas agresivas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) debido al repunte de la inflación. Dos tercios de los encuestados consideran inflacionistas las políticas del nuevo presidente y casi el 50% espera ahora un entorno macroeconómico más alto durante más tiempo, frente al 28% del mes pasado. Solo el 15% neto prevé que la inflación mundial disminuya en 2025, la cifra más baja en casi dos años.
En el lado positivo, un 40% de los encuestados ve posible una aceleración en el crecimiento chino, como catalizador más alcista, seguido de avances en inteligencia artificial y una posible resolución pacífica del conflicto entre Rusia y Ucrania.