Apuesta por bolsa americana: la mayor sobreponderación en renta variable EE.UU. desde 2013

Globo estados unidos
FIrma: Leo Major (Unsplash).

Aún le queda gasolina a la bolsas. El Fund Manager Survey de BofA de octubre fue notablemente pesimista, pero las tornas han cambiado en noviembre. Según se desprende de la última encuesta, los gestores están usando sus reservas de liquidez para reforzarse en activos de riesgo. Es decir, 2021 terminará en modo risk-on. Y con una clara apuesta: la bolsa estadounidense.

Los gestores no estaban tan sobreponderados en renta variable norteamericana desde 2013. Y ha sido con un repunte en cuestión de un mes. Ha habido una clara rotación en noviembre. En comparación con la encuesta del mes pasado, el porcentaje de overweight ha subido 13 puntos básicos. Y es que se ha puesto a trabajar la liquidez acumulada con fuerza el mes pasado. En el FMS de octubre la liquidez estaba en el 4,7% y en noviembre ha caído al 4,4%.

La clave está en la macro. Aún es pronto para confirmarlo, pero parece que el pesimismo ha tocado fondo. Las expectativas de crecimiento global se han estabilizado. Recordemos que las perspectivas con el crecimiento llevaban empeorando desde que tocase un pico en marzo de 2021. Apenas seis de cada 100 gestores cree que habrá una recesión en los próximos 12 meses. También mejoran las previsiones de beneficios empresariales. De nuevo, no estamos en el pico de optimismo de marzo, pero ha ayudado la fuerte temporada de resultados que deja atrás del tercer trimestre.

Implicaciones para las carteras: posicionamiento actual

El gráfico siguiente resume a lo que nos referimos con que 2021 termina en modo risk on. Los gestores están claramente posicionados para el riesgo. En términos absolutos, están muy largos en renta variable. Pero es que dentro de esa posición, la apuesta está en activos más cíclicos. Vemos largos en bolsa de la zona euro, banca, materias primas. Claro que esto se combina con tecnológicas y el sector salud. La pata que flaquea es la renta fija. Como viene siendo la tónica de los últimos meses, los bonos están saliendo de las carteras.

El macro detrás de las carteras es claro: posicionarse para la inflación y una subida de tipos. Lo vemos con el posicionamiento comparado con la media histórica. Así se aprecia la relevancia de la apuesta actual por las materias primas y la banca. Son activos tradicionalmente beneficiados por la inflación. En cambio, se está infraponderando activos vulnerables a las subidas de tipos como la renta variable emergente y los bonos.

Hay consenso: la inflación es transitoria

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los gestores respondieron a la encuenta antes del dato de inflación históricamente alto en Estados Unidos en octubre. Dicho lo cual, ha aumentado el número de profesionales que ve una inflación transitoria. Ya solo en 35% de los gestores cree que será permanente. De hecho, el 51% de los inversores profesionales espera una inflación más baja. Las expectativas de aumento del IPC han caído a su nivel más bajo desde marzo de 2020.

¿Y qué implica para los tipos de interés? Curiosamente, crece la presión hacia la Reserva Federal. Ahora la media de subidas de tipos que esperan para 2022 es del 1,5 veces. Pero es que hasta el 39% de los gestores ve dos subidas de tipos . Y ocho de cada 10 cree que la Fed habrá subido tipos de aquí al primer trimestre de 2023. La media actual apunta a octubre de 2022.

Dicho lo anterior, hay que matizar que el ciclo de subidas que se espera no es uno agresivo. Eso, combinado con que se espera que la inflación se relaje, está llevando a un aplanamiento de la curva.